Katherine
-¡Nuevo día, nuevas personas!-grite a todo pulmón entrando a la escuela.
Este era mi segundo año en esta escuela especializada en Matemáticas y Ciencias. Debo admitir que el primer año no fue muy fácil, la presión era grande y no podía hacer todas las tareas de la escuela y de la casa al mismo tiempo. Sufrí muchísimo, no solo por la presión sino por otros problemas personales pero gracias a Dios pude salir adelante y mirenme ahora, frente a la escuela (o el mismo infierno) preparada para empezar un nuevo año.
Corro hacia donde están mis amigas y las ahogo en un fuerte abrazo.
-las extrañe taaaaantooo!-digo meneandolas de un lado a otro aun abrazandolas.
-ahhg! También te extrañamos Katherine pero necesitamos respirar!-dijo Keyla.
-hehehe perdón, es que estoy tan feliz de verlas!-las suelto y les sonrío de oreja a oreja.
-también estamos felices de verte Kathy-dice Stephanie tratando de respirar.
Ellas son mis mejores amigas, Keyla y Stephanie. Cuando llegue a esta escuela solo conocía a Stephanie ya que venía conmigo de la otra escuela a la cual asistiamos. Ella es muy especial e importante en mi vida, si no fuera por ella nunca hubiera conocido a Dios e incluso nunca hubiera conocido a Keyla el año pasado. Las dos me han ayudado mucho en toda esta presión y han sufrido conmigo como yo con ellas. Sinceramente no se que haría sin ellas, son mis hermanas fraternas y hermanas en Cristo y sin ellas no estoy completa.
-¿como les fue en el verano?-les pregunto.
-lo mismo de siempre, aburrida dentro de mi cuarto con una calor inmensa-dice Keyla.
-yo fui a un retiro de jovenes donde nos quedamos en una pequeña casa de madera. Hicimos una fogata y todo!!-los ojos de Steph brillan recordando la fogata y yo y Keyla nos reímos.
-vaya, alguien si se divirtió durante el verano-dice Keyla-y tu Kathy, ¿que hicistes durante ese periodo de infierno?
Me rio y abro la boca para hablar pero en ese mismo instante una voz no muy agradable y el sonido de unos tacones dando contra el piso me callan. Nos giramos y nos quedamos paralizadas al ver una maestra corriendo con esos tacones que parecía que se iba a caer en cualquier momento.
-¡Dios mio, ten misericordia de mi y del tráfico! Casi llego tarde el primer día!-grito con una voz algo rara mientras trataba de abrir la puerta del salón con sus llaves.
Perdóname Dios, no se si esto es normal pero estoy confundida en si es mujer u hombre. Su cara es extremadamente extraña y su voz es muy alta. Tiene mucha curva y usa ropa algo pegada pero para su edad no creo que le siente bien.
Keyla, Stephanie y yo nos miramos algo asustadas pero a la vez con gracia. Este año si que va a ser interesante.
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Luego de pasar una tortura con esa maestra nos vamos a nuestra próxima clase, matemáticas. Al llegar al salon una extraña sensación me impacta. Miro por todo el salón hasta que mis ojos se fijan en una persona en específico en la parte de atrás de este. Un chico de pelo negro tapando su rostro que mira la mesa serio como si con la mirada pudiera crear un hueco en el, con piel ni muy blanca ni muy oscura y bastante alto. Por alguna extraña razón me quedo observandolo como si quisiera leer su mente y ver en lo que piensa.
Siento una mano posarse en mi hombro y una voz hablarme pero no la llego a escuchar por que estoy más pendiente a el que mi alrededor. Mi mirada en un segundo cambia de el hacia unos ojos azules claros.
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Mundos Opuestos
Teen FictionElla, una chica inteligente pero torpe, con una autoestima muy alta y esperanzas difíciles de romper. Con deseos inalcanzables pero a la vez posibles,con esa luz que nunca deja de brillar en ella y una sonrisa que nunca se borra de su rostro. El, u...