Katherine
Los días pasan, las clases se hacen largas y la primavera se hace notar en la naturaleza. Amo la primavera, esta llena de belleza gracias a las flores hermosas que brotan en todo su esplendor. La brisa se vuelve cálida y todo cobra color. Es como la paz luego de la tempestad. Es simplemente hermoso y relajante. Además, es una señal de que mi cumpleaños se aproxima. El mes de mayo, un hermoso mes ante mis ojos. No puedo creer que pronto cumpliré un año más de vida y todo gracias a mi Señor. Debo hacerle una gran oración el día de mi cumpleaños para agradecerle por todo lo que tengo lo cual es mucho.
Entro a la escuela y saludo a las chicas como todo los días. Charlamos un rato hasta que me percato de la presencia de Alex. Dudo un poco en ir y saludarlo pero me decido en hacerlo.
-Hola Alex-le sonrió.
El me mira y me sonríe, para luego darme un pequeño abrazo. Mis mejillas se calientan y mi corazón se acelera. No esperaba que hiciera eso. Le devuelvo el abrazo para luego separarnos.
-¿y-y ese abrazo tan repentino?-le pregunto con mis mejillas aún rojas.
El se encoge de hombros y me sonríe.
-Pensé que estaría bien si le daba un abrazo a mi mejor amiga.
Mis ojos se iluminan y mi corazón da un salto. Me llamó su mejor amiga. ¡ME LLAMÓ SU MEJOR AMIGA!
Me quedo en un pequeño trance, gritando de emoción en mi interior. Alex me mira un poco extrañado.
-¿Um...Kathy, estás bie-
No lo dejo terminar, abalanzádome a hacia él y dándole un fuerte abrazo.
Su rostro se vuelve a uno de sorpresa, asombro y confusión. No sabía el porqué yo estaba actuando de esta manera pero me devolvió el abrazo de todas maneras. Me importa poco si esto se ve raro y repentino, solo quiero demostrarle lo feliz que estoy de saber que soy su mejor amiga. Dejo de abrazarlo y lo miro con una brillante sonrisa en mi rostro. El me mira por unos segundos, para luego soltar una pequeña y suave risa y sonreírme dulcemente.
Esa sonrisa...se ve tan real, tan honesta. Acaso...¿me está dedicando esa sonrisa a mi? Mi corazón se derrite y mi pecho se aprieta pero de una dulce manera. Cuando Alex me sonríe así, no hay palabras para describir cómo me siento. Esta siendo real conmigo, esta siendo feliz sin forcejar nada. Esa sonrisa...la atesoraré por siempre.
El ruido escandaloso del timbre se hace escuchar por la escuela, rompiendo nuestro pequeño momento. Alex pone su mano en mi cabeza y la palmea como si yo fuera una niña pequeña.
-Te veré luego Kathy-dice para luego recoger sus cosas y irse a su clase.
Lo veo irse y me quedo con mi sonrisa de idiota plantada en mi cara.
*************************
Al terminar las clases, les digo adiós a las chicas y le doy un abrazo a Alex en forma de despedida. Al llegar a casa, me dejo caer en mi cama y suspiro mirando el techo blanco. Aún no logro sacar ese sentimiento cálido y revoltoso de mi pecho. ¿Qué me pasa? No había sentido esto antes. Es extraño pero no me desagrada del todo, solo quisiera saber lo que es este sentimiento raro.
Como todos los días, hago mis tareas, hablo con mis amigos y tengo una pequeña plática con Dios sobre lo que sucedió hoy. Sonreía como idiota de nuevo, en verdad que esto es extraño pero quizás se me quite al siguiente día. Como siempre digo
Mañana será otro día.
**********************
Desde que Alex y yo nos dimos ese abrazo, hemos estado más juntos. Charlamos más en la escuela, lo invito a sentarse junto a las chicas y a mi y estudiamos juntos. No soy la mejor estudiante así que me viene bien que él pueda enseñarme todo lo que sabe. Verdaderamente quiero esforzarme y demostrarle a mi misma que puedo aunque todo lo demás diga lo contrario.
Mientras Alex y yo estudiamos sobre física, su voz interrumpe mis pensamientos.
-Oye Kathy.
-¿Mm?-lo miro.
-Te ves algo cansada, ¿estás bien?
-¿Enserio me veo cansada?-todo mi rostro algo histérica y el ríe.
-Solo te ves más tranquila de lo normal, siempre andas muy alegre e hiperactiva. Especialmente con tus amigas-dice y murmura lo último.
Me río ante su último comentario y sigo haciendo mi trabajo mientras le hablo.
-Aveces me gusta quedarme quieta y disfrutar de la tranquilidad. Además, no siempre soy hiperactiva, tengo mis momentos oscuros también.
Alex me mira y no dice una palabra. Me preocupo por repentino silencio y dirijo mi mirada hacia él.
-Kathy-me mira serio y siento un cierto nerviosismo por eso-Ante mis ojos, eres la persona más feliz que he visto. Cuando pienso en ti, lo primero que se me viene a la mente es tu sonrisa. Nunca paras de sonreír, aun cuando estas decaída. El verte llorar...sería como si partieran mi alma en dos. No lo logro visualizar y espero que nunca lo haga.
Me sonrojo y mis ojos se llenan de pequeñas lágrimas que de seguro Alex no las puede ver. ¿En verdad...el piensa eso de mi? Miro mis manos por un momento, tratando de encontrar las palabras correctas para responder pero soy interrumpida cuando siento algo posarse mi mano izquierda.
La mano de Alex agarra la mía firmemente y me hala de ella para fundirme en un cálido y fuerte abrazo. No logro contenerme y mis lágrimas empiezan a escapar de mis ojos, rodando por mis mejillas rosadas. Rodeo mis brazos alrededor de él para luego escuchar su gruesa pero suave voz.
-No dejaré que alguien te lastime, mientras yo esté, tú sonrisa seguirá en tu lindo rostro.
Mis ojos se abren con asombro y mi corazón se derrite ante tan dulces palabras. ¿Tanto me quiere? Sonrío aun con lágrimas en los ojos, pero no de tristeza, sino de felicidad. Me siento segura ahora, su presencia y calor corporal han creado una nueva conexión conmigo. No me quiero separar, no quiero romper este hermoso momento entre los dos.
Quiero estar en tus brazos por siempre...

ESTÁS LEYENDO
Mundos Opuestos
Teen FictionElla, una chica inteligente pero torpe, con una autoestima muy alta y esperanzas difíciles de romper. Con deseos inalcanzables pero a la vez posibles,con esa luz que nunca deja de brillar en ella y una sonrisa que nunca se borra de su rostro. El, u...