-niño... niño... ¡niño!- exclamaba una voz despertándolo de golpe, su mirada intentaba ajustarse a la luz de la habitación lo mas que podía, lograba distinguir un par de sombras, susurrando cosas inaudibles aun para el
Ccino: -¿donde... estoy?...- preguntaba en un estado aun somnoliento, poco a poco su vista se fue ajustando a la luz del lugar, dejando ver frente a el, un esqueleto recargado en la pared frente a el, este tenía marcadas varias marcas color negro cerca de sus ojos, parecían marcas de lágrimas.
-me alegra que despertaras, ahora estas en lo que será tu nuevo hogar, no te espantes demasiado, tampoco es algo que se pueda corregir después de todo- el contrario aun estaba procesando lo recién dicho, no captaba por completo lo que quería decir y eso solo lo altero mas, pero intento mantenerse en calma lo mas que pudiera -por cierto, mi nombre es killer, un gusto- esas palabras hicieron que el de ropas cafés se atragantara con su propia saliva, era uno de los omegas desaparecidos y no lo negaría, eso le asustaba un poco, por no decir demasiado.
Ccino: -¿eres uno de los omegas desaparecidos?...- preguntaba mas asustado de lo que debería
Killer: -ese merito soy yo, y ahora tu eres un omega desaparecido mas, bienvenido al club niño cafetero- exclamaba despreocupado mientras traía un canasto de ropa, aparentemente para el -elige la que quieras y póntela, te esperamos en la habitación de tu lado derecho- volvió a comentar yéndose del lugar, como si de algo cotidiano se tratara.
Dudando un poco sobre lo que haría ahora que estaba en ese lugar, se puso rápidamente la primera ropa que tomo importándole poco si le quedaba bien o no, estaba peor que desconcertado, y le preocupaba lo que podría ver detrás de esa puerta.
Abrió rápidamente la puerta como si fuera a encontrar su peor pesadilla detrás de ella, pero solo recibió como respuesta unos gritos por el susto que les había dado abriendo la puerta de ese modo tan violento.
Ccino: -una disculpa, me altere demasiado...- comentaba aun nervioso con respecto a lo que estaba viviendo, seguía creyendo que solo era un mal sueño.
Killer: -no te preocupes chico, creo que ya nos conoces a nosotros, así que bienvenido- el más bajo empezó a mirar a todos lados, reconocía a cada uno de los que estaban en ese cuarto, debido a todos los carteles de "se busca" que se pueden encontrar con sus rostros y un poco de información, todos estaban allí y sorprendentemente no parecían haber envejecido ni un poco, eran iguales desde la fecha en que desaparecieron.
Parecían bastante despreocupados y tenían una mirada bastante amenazadora, como si intentarán matarlo con la mirada, eso lo puso un poco incómodo pero decidió no ser grosero, ignorando la situación
-¡cariño! ¿Qué fue lo que te pusiste? De tanta buena ropa que te puse elegiste esa...- exclama un esqueleto desde la lejanía llamando la atención de todos, era lust, fue fácil reconocerlo
Ccino: -oh... Me puse la primera que encontré, ¿perdón?- se disculpaba aun sorprendido, en una situación de secuestro ¿lo primero que pensaba era en si se veía bien la ropa?
Lust: -¡no te disculpes! Te cambiaras ahora mismo- exclamaba dándole un nuevo conjunto de ropa, echándolo a un cuarto que parecía ser el baño -ponte ese conjunto y podrás salir querido- confundido accedió a cambiarse de ropa.
Era similar a lo que usaba normalmente, una camisa blanca con mangas cafés que en el centro tenía una patita de gatito también color café, un pantalón del mismo color con unas pantuflas de conejito, sinceramente aparentaba ser más una pijama que en una ropa de ocasión pero no se negaría a criticar su gusto.
Cuando ya se encontraba listo salió nuevamente al cuarto donde estaban todos reunidos, ahora platicando entre ellos, inmediatamente todos le sonrieron como si nada hubiera pasado anteriormente; se sentó en uno de los sillones que tenía más cerca aun desconfiado, recibió una mirada rápida para luego solo unos susurros, ahora dirigiendo la palabra ahora a el.
-¿que fue lo que hiciste para llegar a este lugar?- preguntaba uno de los presentes, en específico geno, el chico de la bufanda roja
Ccino: -ummm, realmente no lo se, solo trabajaba como cualquier otro día y cuando volvía a mi casa alguien me trajo aquí, supongo que es porque era bastante popular por mi zona o algo así- no tenía ganas de pensar mucho en el tema, tenía demasiado sueño por alguna razón pero luchaba por mantenerse despierto.
-es raro que alguien llegue por estas fechas... Se supone que es la temporada de reparto, no debería haber llegado ahora- comentaba otro chico llamado ink, parecía bastante preocupado con respecto al tema
Killer: -lo sabemos ink, necesitaremos consultarlo con el jefe, no quiero que le pase nada malo al nuevo- su conversación solo ponía a nuestro protagonista más nervioso de lo que debería, ¿pasarle algo malo? No quería ni descubrir a que se referían
-veras chico, no deberías llegar ahora, no te preocupes, te cuidaremos lo mejor que podamos ¿si?- una voz intentaba tranquilizarlo, era dream, el hermano de nightmare, era bastante amable por lo que solo asintió como respuesta recibiendo un abrazo, bastante reconfortante.
No sabía quien era el "jefe" y sinceramente tampoco quería descubrirlo, parecía una mala persona según las descripciones de sus ahora compañeros. No era alguien de confiar, eso era claro, solo deseaba que esto fuera un sueño y nada más, sabia que eso no pasaría, pero su fe no desaparecía.
Rato después le fue inevitable caer profundamente dormido, con la esperanza de despertar en su casa como cada día, solo queda decir, buenas noches.
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El café de mis mañanas [HatexCcino]
FanfictionHistoria terminada ☼ ├┬┴┬┴┬┴┬┴┤ Un demonio de nombre hate se encontraba en su Oficina como siempre, el se dedicaba a secuestrar almas pertenecientes a omegas para intentar llenar un vacío en su interior, hasta que un alma especial llegó a sus puerta...