No paso mucho rato para que llegaran juntos a la cabaña, error tuvo que recurrir a regalarle una de sus pertenencias a ink para simular el trabajo de una marca, pues que estuviera rodeado de súcubos e íncubos alfas era algo peligroso, tanto para el como para los demás.
Ccino estaba feliz de haber encontrado a alguien como ink, le ayudaba con lo que necesitará y al mismo tiempo ya no había una necesidad real de protegerlo gracias a la "simulación de marca" que le dio error, también cooperó diciendo donde podían encontrar a los demás antes de que fuera tarde.
Todos estaban divididos en distintos lugares de ese bosque, cada uno personalizo sus propias trampas para que no se notara un patrón en su grupo, cosa que resulto raramente efectiva.
Ya tenían las ubicaciones exactas pues la comunicación entre ellos no se había cortado milagrosamente, ahora solo tendrían que separarse e ir a buscar a cada uno por su parte.
Obviamente no encontrarían a todos en un solo día, pero tenían la fe de hacerlo antes de cumplir la última semana en ese lugar, si lo lograban. Todo habría valido la pena.
No se esperaban que ya tenían algo planeado para ellos.
Esa misma noche, alguien solo un pequeño frasco rosado con la intención de retrasar sus planes un poco.
☯
Ccino despertó como cualquier otro día, estaba completamente descansado pero después de unos minutos por fin noto que algo estaba mal, algo no coincidía.
Esa vez no estaba en la sala con sus amigos como solía estarlo al despertar, estaba en un cuarto bastante amplio, de paredes y pisos color blanco, al igual que la cama y algunos muebles cercanos a esta.
Poco a poco se dio cuenta de varias cosas, le dolía demasiado su cabeza, sentía un poco mas de calor del usual, su cuerpo estaba transpirando y lo mas preocupante, estaba semi-desnudo. Únicamente tenía sus shorts puestos, no recordaba nada mas allá de haberse quedado con sus amigos y dormir, nada malo había pasado la noche anterior.
-¿verdad?- se cuestiono.
En unos pocos segundos empezó a toquetear su cuerpo en busca de alguna señal sobre haber tenido alguna relación sexual, no había semen, tampoco sentía dolor, mucho menos tenía marcas; eso lo relajo un poco, pero seguía sin tener una explicación sobre su situación.
Se acerco a la puerta con la intención de salir, o si quiera asomarse para ver donde se encontraba, no tardo en notar que la puerta estaba cerrada con seguro, intento forcejear para abrirla pero le fue imposible; como último recurso se apego a la puerta, quizás esperando escuchar susurros o algo por ese estilo, pero lo único que logro escuchar fueron algunos suspiros y gemidos por la parte exterior. Eso causo un rubor de vergüenza en su rostro, alejándose rápidamente para dejar de escucharlo.
Se quedo sentando en la cama, intentando procesar que estaba pasando en esos momentos.
¿Temporada de celo? Imposible. Eso solo ocurría durante las noches de luz roja en el mundo "real". Ahí cayo en cuenta de algo, recordó que el tiempo y las condiciones en el infierno eran distintas a el mundo donde antes habitaba, posiblemente ahí ya fuera la noche de luz roja. Eso lo preocupo un poco mas, ¿Qué estarían haciendo sus amigos bajo estas consecuencias?
El que mas le preocupaba era ink, quizás ningún alfa súcubo/incubo saliera el día de hoy a cazar, pero ink estaba en esa casa, rodeado de quien sabe cuantos alfas cegados de lujuria, confiaba en que la marca sustituta de error seria suficiente para protegerlo, pero ahora, no estaba ni seguro de que estuviera a salvo con sus amigos.
Su celo no era tan fuerte, nunca lo fue, mucho menos ahora que tenía esa inyección que suprimía sus instintos pero aun necesitaba respuestas, quizás solo estaban esperando el momento correcto para hacerle algo, algo peor tal vez; pero no quería estar ahí para descubrirlo, y así siguió por muchos minutos hasta que alguien por fin entro a la habitación.
Ese aroma similar al agave lo podría reconocer a kilómetros, era un aroma cítrico, como una combinación entre lo dulce, lo amargo y lo ácido; ese aroma tan característico de su ex-jefe.
Este había entrado repentinamente a la habitación con algo de sangre en sus manos que estaba siendo limpiada con un pañuelo, ambos estaban teniendo una competencia de miradas que fue detenida por el sonido de la puerta cerrándose. Cuando por fin uno de los dos se digno a hablar.
-¿por que estoy aquí?- pregunto, podía sentir las feromonas de el alfa inundar su cuerpo, aparentemente el no estaba en celo, pero eran demasiado fuertes.
-creí que te sentirías mas seguro en este cuarto...- respondió, no podía desmentirlo pues se veía muy sincero, pero no estaba seguro de su respuesta.
-¿y mi ropa?- volvió a cuestionar, sabia que el mas alto notaba su incomodidad al estar con el, parecía no importarle en lo absoluto.
-cuando vi a los demás entrar en su celo, pensé que también lo estarías tu, por lo que decidí quitarte una cierta cantidad de ropa para que así no sintieras tanta incomodidad- soltó un suspiro y volvió a hablar -tengo entendido que el celo en los omegas provoca un calor excesivo- no mentía con respecto a eso.
-bien... ¡pero no me siento seguro en una habitación con un alfa!- reclamo, esa respuesta parecía no molestarle en lo absoluto, ya lo sabia, pero tampoco se iría. El era un nativo de ese lugar y sabia como controlar bien sus instintos, el mas bajo no lo sabia, pero tampoco confiaría en el aunque lo supiera.
-ahora estas en mi habitación- dijo, evadiendo por completo el reclamo -te quedaras aquí por un día hasta que tu celo baje por completo- al parecer el no sabia que los celos de los omegas duran al menos una semana.
Después de pensarlo un poco se dio cuenta de que no podría ayudar a sus amigos en la misión, justo en el mejor punto en el que se podía estar venia a entrar en celo, esto es increíble.
No le quedaría de otra mas que confiar en que los demás lo harían bien, y esperar a la fiesta de despedida para largarse de ese lugar.
Poco tiempo después el alfa se fue, dejando solo a un omega pensativo y triste, en verdad quería ayudar. Poco a poco se fue acercando a un closet con la intención de tomar algo para vestirse, pero algo raro paso.
Al notar el aroma de todas esas prendas se sentía extrañamente bien, seguro, sin miedo.
Inconscientemente fue tomando en sus manos cada una de las prendas y oliéndolas en su paso, era el mismo olor del agave proveniente de hate, le encantaba ese olor. Sin darse cuenta había hecho un montaña de ropa a su lado, tomo la última camisa y se la puso, le quedaba solo un poco grande pero no le importo. Se acomodo entre toda la montaña de ropa que había hecho y... durmió, se sentía seguro, feliz.
Justo como un omega se siente al estar con el alfa que verdaderamente ama, justo como un omega que hace un nido para su familia...
Un nido de omega.
☕︎︎
Mood: regrese banda XD
JAGUHDHS AMO COMO ME QUEDO ESTE CAPITULO POR DIOS, hace mucho que no escribía algo con mas de mil palabras. En conclusión, ccino es vida, ccino es amor. ♥︎♥︎♥︎♥︎
Por cierto, cambie el estilo de narración :v
Dato curioso:
El agave es una planta usada para hacer tequila y pulque JAHSHS
Bueno, ahora si, chao!
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El café de mis mañanas [HatexCcino]
FanfictionHistoria terminada ☼ ├┬┴┬┴┬┴┬┴┤ Un demonio de nombre hate se encontraba en su Oficina como siempre, el se dedicaba a secuestrar almas pertenecientes a omegas para intentar llenar un vacío en su interior, hasta que un alma especial llegó a sus puerta...