Capítulo cuarenta y uno

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Era el gran día de Spring out

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Era el gran día de Spring out. Las entradas estaban agotadas. Sería el concierto del año, según los expertos y algunos periodistas de espectáculos del país. Hacía unas horas fue la entrevista con los medios de comunicación. Y como parte de la exclusiva, la banda nos concedió a La revista una entrevista sólo a nosotros con preguntas, un poco más especificas. La productora encargada de llevar a cabo el concierto tenía a varios camarógrafos en todo el lugar, ya que haría un documental de ello y grabaría el concierto para luego venderlo a una plataforma de streaming bastante popular. Por ese motivo, yo no podía grabar o publicar demasiado de lo que ocurría. Sólo filmé algunas de sus interacciones, y la entrevista, porque ese contrato me lo impedía.

Con mi gafete de prensa y después de desearles suerte a mis tíos fui al sitio que me correspondía. Era un área exclusiva para los periodistas que tenían que hacer un artículo del concierto.

Tomé mi celular y le mandé un mensaje a Martín, él me dijo que vendría al concierto, que había conseguido entradas de última hora, en realidad, me dijo que su manager las había conseguido con sus contactos.

"¿Ya llegaron al concierto?"

"Sí"

"¿Dónde están?"

"Creo que desde tu lugar nos podemos ver"

Miré el mensaje y comencé a buscarlo en los alrededores, esperando encontrarlo. No lo hice. No lo encontré entre la multitud. El palacio de los deportes estaba abarrotado. Fue sold out, incluso pensaron en abrir otra fecha o hacer una gira, pero se negaron y fue cuando surgió la idea de grabarlo para la posteridad.

Me llegó un mensaje de Paula.

"Es una pena que no estés con nosotros. Hubiera sido divertido ver el concierto todos juntos"

"Lo siento, pero estoy en mi lugar asignado con la prensa y nos veremos pronto"

Y era cierto, las vería al día siguiente en la cena de año nuevo con mi familia.

Como era un concierto con varios artistas, Spring Out saldría al último e interpretaría un popurrí de sus canciones más populares, mientras que los demás interpretarían otras más de su repertorio. Una voz sonó en los altavoces del lugar, lo cual, me indicaba que el concierto estaba a punto de comenzar, pasaron unos cuantos artistas, hasta que escuché que Tiempo Límite saldría a escena.

¿Por qué no me dijo que tocaría en el concierto?

¿Por qué lo mantuvo en secreto todo el tiempo?

Vi como caminaron por el escenario y se pusieron en sus lugares. Martín me buscó entre la multitud. Tomó el micrófono

—Buenas noches México—expresó con su acento español —Somos Tiempo límite e interpretaremos te necesito junto a mí y se la dedico a mi chica especial que está entre el público.

AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora