Y por eso me enamoré

Capítulo treinta y cuatro.

Querido James:
Esta es mi última carta, y tengo que decirte que eres un idiota. No puedo creer que hayas hecho esto, a mi, a la persona con quien querías compartir tu vida ¿Te acuerdas de mi? Por supuesto que no.
No dejo de llorar mientras escribo esto, ¿notas las gotas en el papel? Tengo un nudo en la garganta, enredado de sentimientos y palabras que no salen.
Dime por qué me fui de la habitación en ese momento justo, me odiare el resto de mi vida por esa decisión.
No estuve cuando abriste los ojos, no vi tu expresión al verte plasmado en un papel por cada centímetro de la habitación, no estuve para decirte que te amaba y que lo sentía, tampoco para pedirte matrimonio y para hacer bebes.
No estuve para que me recordaras.

...

Al volver a la habitación, luego de hablar con Lily y disculparme y darle mil explicaciones para que me entienda, tu padre estaba caminando de un lado a otro frente a tu puerta, preocupado. Lo que despertó la preocupación en mi.
Al verme llegar paso una mano por su cabeza y miro por el vidrio de la puerta.

- Despertó... -dijo al dirigir su mirada nuevamente hacia mi. Sus ojos estaban brillando de la emoción... y luego repentinamente me abrazó. - Se despertó, ____.

Yo no podía hablar... estaba conmocionada. ¡Habías abierto los ojos!

-¿Podemos entrar? -miré por el vidrio y vi al doctor y una enfermera hablando contigo. Dios tus ojos.. hace cuanto no veía ese hermoso color-

-____... -me giré a ver a tu padre y la preocupación estaba de vuelta en sus ojos- Él no recuerda el accidente...

Yo no entendía cuál era el problema. El doctor salió y la enfermera se quedo adentro haciendo un control.

-¿Cómo esta?

- Le hemos hecho unas preguntas: Si recuerda algo del accidente o antes de el... dijo que tiene pequeños fragmentos, se acuerda de que el auto se cruzó de carril, recuerda haber estado distraído... pero no logra recordar por qué.

Yo tragué saliva con pánico. Si no recordabas el porque significaba que no te acordabas de la pelea.

- ¿Y antes del accidente? - tu padre se adelantó mientras yo digeria la información- ¿Recuerda la graduación?

- No... él no sabe cuanto tiempo pasó, tendrán que ir despacio -el doctor guardo la pluma en su bolsillo- Le hará bien ver una cara conocida.

...

... tu... tu padre entró primero, mientras yo me sentaba y meditaba el momento. ¿Qué se supone que debía decirte? "Hey James... Así que en coma ¿Eh?... ¿Que se siente? "

No lo sabía...

Pero al entrar me sacastes las palabras.

...

Tomé una respiración al cruzar el umbral de la puerta y luego dejé de respirar... Había olvidado como te veías, como era el color de tus ojos... y aunque tu cara no expresaba nada más que confusión estaba feliz por dentro. Tu padre se quedó junto a mi todo momento.
Me acerqué lentamente a ti y me senté en la cama, tu cara no cambiaba lo que me preocupaba.

- Hola, James... -trague en seco, nerviosa-

- Hola ____ -y entonces sonreiste y el peso en mis hombros disminuyó-

- Lo siento, James - me deslicé sobre la cama y me tiré en tus brazos, llorando, moqueando y balbuceando incoherencias. -

- Lo sé, ____ escuchame... -sujetaste mi rostro en tus manos y me miraste fijamente- Te amo y te he extrañado.

- Yo también te am...

Pero la vida no es así de justa James, la vida cuenta las segundas oportunidades y cuando tienes un atisbo de felicidad te la arrebata.
En realidad ocurrió esto.

-Hola, James... - trague en seco, nerviosa -

-Hijo ella es ____.... ¿la recuerdas? -tu padre intervino al notar tu confusión. -

- Si... eres amiga de Tama, la novia de Carlos ¿Cierto? - tus palabras fueron lentas y cada una de ellas me sacó el aliento. Sentía que iba a desmayarme, el aire no llegaba.- Te he visto unas veces en el instituto... No quiero sonar descortés, pero ¿Qué haces aquí?

Tu padre iba a hablar pero me le adelante.

- Yo... vine a visitarte.

Estaba cometiendo el mismo error, y esta vez no habría segundas oportunidades.

- El último tiempo fuimos muy amigos... y... -iba a llorar- Estoy feliz de que hayas despertado -estaba conteniendolo- muy feliz... ya te extrañabamos... todos...

- ¿Fuimos amigos? - quería abrazarte-

- Si... fue en... una fiesta -quería besarte- estábamos solos y me invitaste al tejado -algo en tu rostro cambió pero estaba haciendo un esfuerzo para no llorar que no pude descifrarlo- tomamos unas cervezas y hablamos de las cosas que queríamos hacer... y compartíamos mucho.

Habías dejado de mirarme y me seque una lágrima.

- Bueno... sera mejor que me vaya -tu asentiste y miraste detenidamente el dibujo en tus manos- Te extrañé...

Entonces me miraste como cuando me estaba yendo del instituto, como cuando dijiste que me amabas y no lo pude evitar. Las lágrimas comenzaron a desbordar por mis mejillas.

- Lo siento -mande arriba mis moquillos- Es que no puedo... siento lo que paso y lo que te hice, todo esto es mi culpa y lo siento... si no hubiera dejado que te vayas, si te hubiese dicho la verdad... nada hubiera pasado.

-Deberías irte -yo asentí con las lágrimas desbordando de mis ojos-

- Te acompanaré, _____ - tu padre se acercó a mi, adivinando que este era un mal momento para mi- Enseguida regreso, James.

Sentí tu mirada quemando en mi espalda pero por más que deseé no me volteé.

Debía dejarte ir.