Capítulo trece.

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Ese día había encontrado otra nota en mi casillero. No sé cuando la habías puesto ya que siempre estabas con Carlos que estaba con Tama que estaba conmigo. Así que fue una sorpresa encontrar este papel aqui. La nota decía:

"Viernes a las ocho pasare a buscarte a tu habitación. Debes ponerte muy bella. Más de lo que ya eres.

James"

¡Vaya! Esto sonaba prometedor.
Sonreí y cerré el casillero.
Ustedes los jugadores de fútbol americano ahora siempre estaban alrededor nuestro. Era como si ahora fuéramos sus amigas, es más, nos trataban como tal.
Las chicas estaban felices por eso. Pero yo aun me sentía rara.

Mi habitación estaba inundada de bolsas; y ropa sacada de esas bolsas; y cajas; y zapatos sacados de las cajas. Adivina que... ¡Fuimos de compras! Wooo, emoción... sarcasmo. Seguro soy la única chica a la que conociste a la que no le gusta ir de compras. Lo odio. Pero, las chicas insistieron en que no podía ir con el mismo vestido con el que fui a la fiesta. "Ya me habías visto" repetían ellas. Así que las llevé de compras. Ellas eligieron todo, ya que no se mucho de moda.

Media hora después de haberme metido en la ducha salí envuelta en una toalla y mire lo que me habían dejado para vestirme.
Un vestido de verano -lo cual agradecí porque el día estaba caluroso- color azul con detalles en el borde. Unas sandalias que combinaban y ropa interior... muy atrevida. Mi cara de poker face no era superable.
Entre al baño sacudiendo mi cabeza y comencé a vestirme.
Diez minutos luego estaba lista. Peinada y maquillada. Faltaban menos de cinco minutos para que vengas.
Me preguntaba que iríamos a hacer. Las chicas tenemos pensamientos pervertidos algunas veces, James. Mierda... mejor dejamos de hablar de esto.

Escuché un golpe en la puerta y me pare alisando mi vestido. Abrí la puerta y allí estabas tu. Con un jean azul y una remera simple... tan seximente sexy.

- Wow... pensé que no podrías superarte en belleza pero acabas de hacerlo -yo sonreí tímida-

- Yo pensé que no podías ser más dulce y sexy pero aquí estas superandote -te di un beso en la mejilla y agarraste mi mano- Espera que cierro.

Caminábamos rumbo a las habitaciones norte. No podía entender porque estaban tan lejos de las demás. Era cansador caminar y caminar.

- Carlos planeo una cita con Tama. Así que tenemos la habitación para nosotros. Igual preparé todo y cenaremos en el tejado -yo me reí -

- La cita perfecta es en un tejado, claro que si, James -tu frunciste el ceño, confundido-

- ¿No te gusta?

- Para tu suerte me encanta. -te rodee la cintura y meti la mano en el bolsillo de tu pantalón- Y solo era una sugerencia. No a todas puede encantarles.

- Pero a ti si y es lo que me importa -abriste la puerta de tu habitación y entramos- Debemos ir por la ventana. Lo siento pero nadie debe saber de eso.

-Bien por mi -abriste la ventana y yo pase primero. Olvidando que llevaba vestido. -

Esta vez había pasado sin problemas. Espere a que pasaras y cuando me miraste tus ojos estaban mas oscuros. No entendía porque.

- Esta vez paso yo primero -dijiste al acercarnos a la escalera- No podría resistirme a esa imagen otra vez.

-¿Qué imagen? -no entendía nada-

- Tu en ropa interior -dijiste lentamente y me sonroje-

De repente me agarraste y me acercaste, abrazandome y besandome con suma lentitud. Oh dios podría morir con tus besos.
Apoyaste tu frente contra la mía y sonreiste.

- Iremos lento ¿Si? -me acariciaste la mejilla antes de empezar a caminar hacia la escalera-

Yo... mierda, no quería ir tan lento. Pero tampoco tan rápido. ¿Velocidad media? Algo así.

Y por eso me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora