Y por eso me enamoré

Capítulo nueve.

Eran las siete por la noche del viernes. Camille y yo estábamos sentadas ya listas para el partido. Camille llevaba la ropa común de siempre y yo un hermoso vestido color negro corte corazón pero con una tela transparente que me tapaba los hombros y era un poco mas arriba de las rodillas. Lo sé, por qué un vestido ¿No es demasiado para un partido? , pero las chicas iban así. Más si luego había una fiesta.

Movía mis zapatos nerviosamente esperando a Iliana y Tama. Yo en media hora había conseguido pintar mis ojos, peinarme y cambiarme, ellas sin embargo estaban hace una hora dentro del baño Y habían entrado antes que yo.

Me levanté y golpeé la puerta del baño.

-¿Ya salen? - pregunté-

- En cinco minutos -la voz se escucho opaca-

- ¿ Todo bien ahí dentro?

- Si, tranquila. Si quieren vayan.

Yo miré a Camille, algo iba mal. La única que hablaba era Iliana.

- ¿ Tama? - pregunté preocupada. Camille se había levantado y estaba con la oreja en la pared al igual que yo-

Se escucharon susurros y luego el agua del grifo y la puerta se abrió. Camille y yo casi nos caímos.

- Listas.

Tama salió y agarró su bolso, camino hacia afuera y se detuvo. Iliana la miraba preocupada y nosotras dos confundidas.

- ¿ Qué esperan?

Llegamos al campo, con media hora de anticipación, de todas formas estaba casi lleno. Nos sentamos arriba de todo. Se veía mejor de lejos. Ambos equipos estaban calentando. ¿Sabes lo que más me gustaba del fútbol? Que esos pantalones que usaban les marcaba todo, mas el trasero. Tenías un buen trasero.

- ¿ Quieren algo para comer? -pregunté parandome-

- Yo para tomar, trae un vaso de coca-cola.

- Tama acompañame -ella se levantó y salió por el lado derecho conmigo detrás- ¿ Estas bien?

- Si, ______ -ella iba delante de mi por lo tanto no podía ver su cara- Hay que disfrutar esto.

Llegamos al carrito de comida, que estaba cerca del campo. Tama estaba pidiendo la comida y yo estaba viendo como le pasabas la pelota a Carlos, como sonreías y tu trasero. Tama me llamó para que la ayude cuando tu te diste la vuelta y me miraste. Pero yo ya estaba caminando hacia arriba. Nos volvimos a sentar en nuestros asientos. El partido estaba por comenzar.

...

¡Dios, James! Estaba sufriendo más que tu y eras tu quien recibía esos tackles. Te habían tirado mas de una vez en la última media hora. Pero milagrosamente estaban ganando el partido. Carlos y tu hacían unas buenas jugadas y la defensa estaba funcionando muy bien.

...

Últimos minutos, marcador casi empatado, ustedes debían hacer un punto más para ganar este partido. Diste la señal y recibiste la pelota del jugador enfrente tuyo -eh olvidado como se llamaba, no me digas nada James- Empezaste a correr, unos cuantos intentaron tacklearte pero conseguiste esquivarlos. 5 seguias corriendo, 4 esquivaste a un defensor, 3 uno se acercaba rápidamente con la intención de sacarte del campo, 2 pase rapido a Carlos, te habían sacado del campo y estabas tirado con el otro jugador encima, 1 ¡Anotación!

Toda la tribuna salto de sus asientos, gritando y festejando. Nosotras nos no quedábamos atras. Nos habían llevado a la siguiente fase.

Te levantaste del suelo y miraste hacia arriba, buscando en la tribuna hasta localizarme, creo, y me apuntaste con el dedo. Luego te diste la vuelta y fuiste a festejar con el resto del equipo.

-¡Haz visto eso ______! - gritó Iliana ya que con el barullo no se podía escuchar- ¡Te ha dedicado la victoria!

Yo me quedé sorprendida, James. Me habías dedicado la victoria. Nunca nadie había hecho eso por mi.

Camille empujó a Iliana, quien me empujó a mi. La gente ya se estaba viviendo loca, esto sería un desastre en cuestión de segundos. Yo empujé a Tama quien comenzó a caminar hacia la salida.

...

-¿Cuando demonios llegaremos? - preguntó Camille. -

Habíamos estado caminando por mas de veinte minutos. La fiesta se hacia en las habitaciones norte. Eran las más grandes y tenían un jardín en medio. Tu te hospedabas ahí.

Las personas ya empezaban a aparecer por suerte. La música ya se oía fuerte y ruidosa.

- Debo ir a buscar a Carlos -dijo Tama, en un tono preocupante-

- Esta bien -Iliana buscaba a alguien en la multitud junto con Camille- ¡Oh allí esta! ¡Después te vemos _____!

- ¡No! ¿Qué? Esperen -tarde, ya me habían dejado, sola y parada en medio del lugar.

Dios James ¿Dónde estabas? Un grupo de chicos paso a mi lado y me miraron de arriba a abajo con miradas pervertidas. Yo me puse incómoda e inquieta. Comencé a caminar por el lugar, hasta que pase por una habitación y me metieron dentro.