Lee Félix es un chico que de nuevo a llegado a tocar fondo ¿Por qué?
Nunca a tenido una relación estable, sus parejas nunca le duraban más de dos semanas, se cansaría de eso y habría decidido desaparecer a Lee Félix para darle vida a Lee Freya.
De...
Félix corría por todo el instituto buscando a la chica mientras le marcaba a Changbin, el chico le respondió casi al instante.
— Hol- — ¡Changbin! ¡Necesito que nos veamos afuera de la universidad! — ¿Cómo?¿A-ahora? — ¡Es casi de vida o muerte, eres el único en quien puedo confiar, por favor! — ¿Nos vemos ya?
Félix al no encontrar a la chica, fue directo al patio, ahí encontró a Changbin.
— ¡Chang!
— ¡Freya! — Changbin tomó por los hombros a la chica para que se calmara un poco — ¿Que es lo que pasa?¿Que tienes?
— Necesito decirte algo por qué esto es muy pesado para mí, para mí conciencia, para mí persona — Félix hablaba tan rápido que difícilmente se le podía entender.
Changbin estaba más de desconcertado al escuchar esas palabras de la chica.
— Me estás preocupado Fre — anunció — ¿Qué pasó?
— Changbin — Félix suspiró y tomó las manos del chico frente a el — Escucha — suspiró — No quiero que te alteres, no quiero que dejes de ser mi amigo, se que tienes un corazón grande y que me vas a entender, pero si después de esto no quieres ni respirar el mismo aire que yo, lo entenderé...
— Freya...
— Soy hombre — soltó.
Si Chang estaba confundido, ahora lo estaba aún más.
— ¿Q-que?
— Soy hombre — soltó su primera lágrima — Mi nombre es Lee Félix — anunció — Soy de Sydney, Australia, estaba en la cuidad de Seoul por que fui a buscar oportunidades, pero allá me enamoré muchas veces sin ser correspondido, entonces por eso quise cambiar el rumbo de mi vida, sin saber que me traería los mismos o hasta peores problemas. Así que así es, soy hombre.
Félix desabrochó su suéter, para que la camisa del uniforme se viera, suspiró cerrando sus ojos, sintiendo como lágrimas calientes bajaban por sus mejillas, con cuidado sacó las gomas de silicona dejado su pecho plano y trabajado, sin dejar de ser delicado. Changbin miró todo anonado, atónito, sin poder llegar a creerlo.
— ¿Lee .... Félix?
— Lee Félix — afirmó — Soy hombre...
— B-bueno... Muchas gracias por la confianza, no te defraudaré pero... No es el mejor lugar — rió nervioso comenzando a tapar a Lee con su misma sudadera — ¿Te parece si vamos a tu departamento y hablamos mejor?
Félix al ver la comprensión y calida mirada de su amigo, se largó a llorar en sus brazos, sabía que Changbin lo entendería. Y agradecía eso.
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