Lee Félix es un chico que de nuevo a llegado a tocar fondo ¿Por qué?
Nunca a tenido una relación estable, sus parejas nunca le duraban más de dos semanas, se cansaría de eso y habría decidido desaparecer a Lee Félix para darle vida a Lee Freya.
De...
Un taxi atravesaba, o más bien, trataba de atravesar el tráfico en la cuidad de Sydney. Llevaban por lo menos una hora en el. Chan quien veía con un poco de nervios a Félix, trató de calmarlo para luego hablarle, pues el mejor estaba con todo el diablo a punto de explotar dentro del pequeño auto.
— Tranquilo Félix — Chris acarició su espalda — Prontosaldremos del tráfico ¿Si? — sonrió amable.
— ¡No! — ante el grito de Lix, Christopher apartó su mano de su espalda y lo miró — ¡Llevo más de una hora en el taxi, hace calor, me está dando migraña y mi teléfono está por quedarse sin pila — expresó con enojo — ¡Y para colmo, mi cargador se quedó en el hotel!
Bangchan se quedó boquiabierto con todo lo dicho por Fefi — Pero no me grites — atinó a decir — Pero descuida, el mío aún tiene pila — enseñó su celular — Le puedo avisar a mis padres que llegaremos tarde, o que no llegaremos, mañana podemos ir ¿No crees? — ofreció.
— Agh — Félix sobó su cien — Señor ¿Cuánto falta para llegar? — preguntó irritado.
— Pues a cómo van las cosas, por lo menos en una hora más — dijo con precaución gracias a su miedo a como Félix pudiera reaccionar.
— ¡Aaaah! — Félix abrió la puerta del taxi y tomó su mochila para salir, de todos modos ni avanzaban, llegaría más rápido a pie.
— ¡Félix! — Chris lo llamó — Lo siento de verdad — Chan sacó unos dólares y los dejó en el asiento para después salir el también y perseguir al chico que ya iba caminando unas cuadras adelante.
— ¡Félix! ¡Espera!
— ¡Llego más rápido a pie en el mugroso taxi!
— Lo sé, pienso igual — Chan suspiró cuando lo alcanzó — ¿Y bien?¿Caminaremos hasta casa de tus padres?
— No le veo otra lógica por la que estemos caminando, además, si no me equivoco, estamos a 20 minutos a pie — anunció de una manera algo brusca, tal vez inconscientemente.
— Está bien, pero no me hables feo, se siente mal.
Félix volteó a mirar a Chan, este miraba los edificios y las cosas con detenimiento, Fefi sonrió y tomó las mejillas de Chan llamando su atención, para luego plantar un beso corto en los labios del chico, sorprendiendo al contrario. Christopher no conforme, jaló a Félix de su cintura y besó con detenimiento al chico, unos segundos después, se separaron y Félix no supo que decir.
— ¿Que tal si continuamos? — ofreció Chan extendiendo su mano a Fefi.
— Por supuesto — sonrió y tomó la mano de Chan, para continuar su camino.
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