Lee Félix es un chico que de nuevo a llegado a tocar fondo ¿Por qué?
Nunca a tenido una relación estable, sus parejas nunca le duraban más de dos semanas, se cansaría de eso y habría decidido desaparecer a Lee Félix para darle vida a Lee Freya.
De...
Antes que nada, quiero decirle a esta personita que me hace muy feliz, la verdad nadie había estado tan atenta a mis actualizaciones y que estuviera tan presente.
Las semanas habían pasado junto con las sanación de Bang, todo había salido bien pero Félix aún estaba con esa duda y ese horrible sentimiento. Al dar las 12:00 de la noche, oficialmente faltaba una semana para que fueran los finales y salieran de vacaciones. A esa hora todos deberían estar descansando, pero Lee Félix y Bang Christopher no.
Ambos estaban en la sala del chico, en este caso Félix estaba muy distraído, necesitaba quitarse el peso de esas lozas de sus hombros. Necesitaba hacerlo ya, antes de que fuera más tarde.
— Christopher — llamó cuando por fin se decidió.
— ¿Si nena? — Chris le prestó toda su atención a su novia — ¿Que pasó mi reina?
Todo eso afectaba a Félix, era demasiado ¿Cómo podía engañar a quien más amaba de esa manera tan brusca?
— Y-yo tengo que decirte algo — dijo frotando sus manos en la tela se su pantalón — Que es loco divertido — rió muy nervioso — O muy loco, loco....
— Mhm, adelante, dime — invitó.
— Yo — miró a Bang a los ojos — Yo...
No podía.
— ¿Tu qué?
— Yo... ¡Estoy en mis días! — soltó, sintiendo que la sangre subía a su cara, y se ponía caliente del sonrojo.
Christopher rió con ternura y nerviosismo, besó la mejilla Félix y sonrió.
— ¿Por qué no me lo dijiste antes? Me toca a mí cuidarte — sonrió — Hay que mantener tu estómago caliente, come chocolates, dulces, veamos una película — rió — Es todo en lo que te puedo ayudar, aparte de acerte feliz y que estés de buen humor.
— Gracias Chan.
Félix suspiró y abrazó al chico quien al instante respondió feliz abrazando a la chica con delicadeza y amor, Félix recargó su mejilla en el hombro y curvatura del cuello de su novio, con una sonrisa. Sonrisa que fue desapareciendo poco a poco.
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El día siguiente fue Lunes, tendrían que ir a la universidad y Félix tendría que trabajar.
Su mañana había estado en total tranquilidad, en suma delicadeza y amor por parte de Christopher, cabe destacar que muchos miraban algo curiosos y serios a la pareja que se paseaba felizmente por la escuela, sin importar lo demás o como los verían.
