Lee Félix es un chico que de nuevo a llegado a tocar fondo ¿Por qué?
Nunca a tenido una relación estable, sus parejas nunca le duraban más de dos semanas, se cansaría de eso y habría decidido desaparecer a Lee Félix para darle vida a Lee Freya.
De...
Félix esperó a que anocheciera, sabía por Bangchan que esa niña iba todos los domingos a comprar cosas para su armario, sabía las tiendas, calles y horarios ya que su novio siempre la acompañaba, al dar las 8:00, tomó de su armario ropa negra, una sudadera del mismo color y unas botas estilo militar que harían que se viera más alto, iba a buscar a esa niña.
Tomó una mascarilla negra junto con una gorra del mismo color y salió dispuesto a darle una lección.
Caminó por las banquetas de aquella cuidad, llegando al centro de esta, buscó con la mirada la tienda donde se suponía a esa hora debía estar la chica. Una cafetería.
Luego de estar dando vueltas, la encontró, rápido se escondió detrás de un árbol, sacó su celular y sus audífonos para no parecer raro, con el zoom de su cámara, la observó, vió todo lo que hizo, que pidió, cuando pagó y a que hora salió.
En ese momento, Félix la empezó a seguir por todo el gentío, uno una vuelta en una esquina donde era un callejón, de locales que estaban cerrados y sin luz a esa hora, Félix guardó su celular y caminó más rápido.
La tomó del cuello con una mano y le tapó la boca con la otra, la chica quiso gritar y salir de ahí, pero era más que obvio, que Félix era un hombre.
Esta vez no iba a hablar suave y delicado como una mujer, en cambio, puso la voz más profunda y ronca que pudo haber tenido.
— Escucha bien lo que te voy a decir — comenzó — A partir de ahora vas a dejar a tu ex en paz, dejarás que siga su vida conforme el la vaya viviendo, si me llego a enterar de que quieres hacer otra cosa como la que hiciste el día de antier, las vas a pagar muy caras Park Sooyoung.
Joy empezó a llorar mojando la mano de Félix respirando frenéticamente, trató de zafarse y por un momento lo logró, pero solo porque Félix la tomó de los hombros y la apartó de el.
— No voltees — advirtió — Sigue caminando y no voltees.
La chica solo pudo mirar las manos de piel realmente blanquecina sobre sus hombros, sujetandola fuerte.
Un anillo.
Un anillo en su dedo índice, un anillo de plata, ancho con unas iniciales, ahí.
LF
Cuando la soltó, corrió sin mirar atrás, realmente asustada sin embargo ese detalle no lo olvidaría.
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— Son las 12 y Félix aún no regresa, ni siquiera nos avisó a dónde iba.
— Es nuestra culpa — admitió Jisung — Jamás le preguntamos, solo dejamos que se vaya y hasta ahí.
La puerta de la habitación de abrió dejando ver a Changbin, que realmente se veía demacrado.
— ¿Y ahora tu? — preguntó Jisung al ver a su amigo.
