Paz

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Catra's POV

Casi había olvidado lo bueno que era dormir en los brazos de Adora. Algo que sólo había hecho un par de veces, pero que sabía se haría alguna especie de adicción. El cabello de Adora olía a su raro shampoo de frutas, su olor natural era bueno, no podía explicarlo, pero parecía que sudaba una especie de perfume. Despertar y verla ahí conmigo me daba una paz inexplicable.

Me permití admirarla sin el menor cuidado. Sentía su pecho subir y bajar tan lento, su boca estaba un poco abierta y a veces dejaba salir un ronquido algo extraño, no era muy ruidoso o molesto. Sus pestañas eran largas, sus cejas tenían un tono castaño claro y en su barbilla tenía una pequeña cicatriz.

Me moví un poco más arriba con cuidado de no despertarla, cuando sintió que me moví apretó su agarre en mi cintura. Pase mi mano por sus mejillas y luego besé su frente. Adora se movió un poco y suspiró. Seguí delineando los razgos de su rostro y luego besé su otra mejilla.

Quería pasar más tiempo así, si era posible toda mi vida. Pero moría de hambre. Mi última comida fue en la mañana del viernes y luego la vomité al llegar a casa.

Para mí suerte el estómago de Adora hizo ruido antes que el mío. La vi sonrojarse y después comenzó a reír

- Buenos días a ti también - Hablé cerca de su oído

- Que vergüenza. Perdón no cené anoche.

- Lo he notado. ¿vamos?

- Eso depende, ¿Has terminado de admirar lo hermosa que soy? - Adora alzó una ceja y dejo en su rostro una sonrisa boba mientras hablaba.

- ¿Que? No, cállate idiota. - con una mano empuje su rostro y salí de sus brazos. Adora empezó a carcajearse. Que vergüenza

- Te he visto, no puedes negarlo. Desperté hace rato.

- ¿Hace cuánto? Agh no importa. Y para tu información estaba viendo que tienes saliva seca en la mejilla.

- ¿De verdad? - Pasó una mano por toda su cara hasta que logro sentirla - aggh que asco, iré a lavarme. - Salió de la cama y sin darme cuenta había tomado su mano.

- Adora espera... Aún no quiero estar sola.

- Oh... Cierto. Vamos - extendió su mano hacia mí. - ¿Quieres que te cargue?

- No, están bien. Puedo caminar.

- ¿Segura? No me molesta. Me gusta de hecho

No pude evitar sonreír al escucharla.

Se sentía bien, todo con ella se sentía así. Aún no sabía cómo hablar de lo he había pasado en esa semana, antes y anoche. Era demasiado. No podía darle demasiados detalles, no me sentía lista. Pero sabía que era necesario, si quiero que se quede tengo que hacerlo.

Adora caminaba animada de un lado a otro, hacía bromas e intentaba hablar conmigo mientras hacía el desayuno y aunque se sentía como un alivio yo todavía no estaba bien.

Esa rara paz después de una semana tan mala solo me dejaba más ansiosa. Nada podía ser tan bueno.

Aún me dolía la cabeza, mi cara y mis manos.

- Catra... El desayuno está listo pero antes yo-

- Te diré qué pasó, solo dame tiempo, ¿Vale?

- Vale, pero lo que me importa ahora son tus heridas... ¿Te molesta si te ayudo?

- Déjalo, no importa.

- Importa Catra, me importas. Venga, déjame hacerlo. Tengo unas pomadas, algunas gasas y vendas. Te daré algo para el dolor.

Love Is Not Enough. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora