-Archivero-
Los hermanos Armstrong tuvieron turno para mandar a los Cabos en entrenamientos y mientras concretaban sus mandatos, charlaban sobre un tema de importancia en los últimos días: Bree Harriet, la dama que se había enfocado de forma violenta en su trabajo y que hablaba lo mínimo con todos; sin perder cosas como su puntualidad o disposición ante ordenes de los superiores.
No dejaba de ser la Teniente que todos recordaban, más con un aire a quemado de que algo no estaba del todo bien.
-Las filas marchan bien -Comunicó el Mayor al ver la perfecta sincronía que todos manejaban, teniendo el esfuerzo y dedicación característico del Norte-. Irán bien entrenados.
-No me preocupan mis Cabos -Dijo la General con el ceño enganchado en un gesto molesto-. La Teniente es lo que me preocupa. Ha estado muy escurridiza últimamente.
-Pasa por un duelo.
-No perdió a nadie, Alex -Le miró por encima del hombro-. Está emberrinchada por cambiar la ley que defiende. Su sentido de revolución a medio canto de guerra es lo que me tiene pensando qué es lo que ocurre con esa chiquilla.
Uno de los rasgos característicos de quienes se presentaban como una figura paternal hacia alguien, para bien o para mal, era el ver al niño pequeño eternamente como uno. Los niños no crecen, no funcionan al tener un mal sentido del bien y el mal o la carencia del mismo.
Olivier dudaba de que la brújula moral de Bree estuviera tan pura como cuando salió del Norte. Su preocupación era represa en enojo y tenía que convencer a su hermano de esto antes de que erróneamente creyera que estaba siendo la mala solo por serlo; normalmente no le importa, hasta que se trató de la Teniente.
-Planea algo -Afirmó sin pruebas en mano-. Puedo sentirlo.
-Es muy joven y muy entregada como para arruinar su próximo ascenso -Murmuró el Mayor, pensando a detalle si es que realmente Bree haría algo como lo que su hermana sospechaba-. Ni siquiera conoce la alquimia.
-Conoce a Elric -Frunció el ceño ante el vago pensamiento de creerse que quizá por ello es que estaba con él. Más le valía que no fuera así o sería destituida-. No necesita más.
Si alguien sabía de alquimia podrían ser aquellos que portaran el apellido Elric en sus nombres, grabados con el sello de un pecado que restauraron y con los antecedentes más largos entre los bueno y lo malo así como las consecuencias de ambas. No había mejores maestros, por eso no lo eran. Sin embargo ¿Qué tan flojos eran del corazón como para ablandarse por una cara bonita? Alphonse estaba por decepcionar o enorgullecer a la General Armstrong, esto según las acciones que tome contra Harriet y su encomienda.
-Que no le despeguen el ojo de encima -Ordenó Olivier antes de guardar la espada dentro del forro de su cinturón y retirarse-. Quiero detalles de sus pasos.
-La cuidaré.
Esto no olía mal, apestaba de lo terrible que figuraba ser.
***
Muy temprano, con la llama de una vela y ventanas que veían el cielo oscuro donde el alba aún no asomaba su luz, Bree Armstrong buscaba entre el archivero de Central alguna bitácora o documento que le dijera la ubicación de la última piedra filosofal entregada o si ésta ya fue usada.
Letra por letra del alfabeto estuvo en búsqueda de cada uno de los papeles que en el interior las carpetas guardaban, dejándole la vista cansada tras leer entre páginas sin respuestas.
La paciencia fue su amiga durante la noche antes que el amanecer llegará con su desesperación y prisa para no ser encontrada.
Otra guardia sin resultados.
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MAPS | Alphonse Elric [FMAB]
Fanfiction«The map that leads to you» Una Teniente de Briggs deja flores en una lápida solitaria. TW: despersonalización; smut; violencia explícita; trastornos mentales. Note: algunos detalles del final de Brotherhood serán omitidos para conveniencia de la...