Capitulo 9

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-Memories-

El mundo cambió para Thomas Harriet en cuanto nació su primera hija: Bree. Para todo padre era un milagro de la vida y la naturaleza el experimentar tener a su primogénito entre sus brazos, arrullando a la criatura hasta que sus ojos se cerrarán. Para todo padre, aquellos ojos, sus ojos, eran los más hermosos que jamás verían y por los que abogaría inclusive después de perecer.

La persona que marcó la vida de Thomas, posiblemente no sería su hija sino quien le dijo con ternura "Un padre haría cualquier cosa por sus hijos ¿No es así?"

Bree, Breeze Harriet tenía un lazo hermoso con su padre, siempre estuvo ahí. Un padre presente que la amaba como nunca amó a nadie, que la veía como nunca vio a nadie y cuidó como nunca de cuidó él.

Porque haría cualquier cosa por su hija.

– ¿Qué te pasó en la mejilla? –Se acercó a la chica para tomar su rostro entre sus manos– ¿Fue alguna rama?

–No es nada –Bajó la mirada.

– ¿Quién? –El hombre endureció la voz y en su mirada se encendía una llama difícil de apagar, un odio instantáneo ante una situación que aún no conocía.

–Kazue –Contestó en voz baja.

–Está bien, cariño –Sonrió–. Papá va hablar con Kazue más tarde y se asegura que no te vuelva a golpear ¿Si?

–Si –Asintió con la cabeza e imitó la sonrisa.

Un par de primaveras atrás, había una niña de ojos tan oscuros como el cabello de su padre. Una relación de padre e hija tan intacta que despertaba la envidia cuando caminaban por las calles. Ella tendría 11 años cuando las niñas la golpeaban por cosas tan banales como lo era usar zapatos tan desgastados que estaban a nada de romperse, ser más bajita que su generación o tener el cabello mal sujetado (debido a que su progenitor no era un experto peinando niñas) y su padre haría lo posible para silenciar los alrededores y luego desaparecer los problemas de su hija. Problemas con nombre y apellido, a los que les apagaban el brillo de los ojos.

Daba todo por su retoño y ella lo quería tanto como era posible.

En cuanto a su madre, era un poco más complicado: era una mujer originaria de Xing, una comerciante que se enamoró en Lior de su esposo, pero que la vida y el oficio la mantenían lejos de su familia. Quería a su hija, pero no la conocía tan bien.

–Mira ese cabello, Breeze –Le señaló su padre–. Siéntate que te peino.

–Así me gusta –Se sujetó la melena que tenía apoyada sobre un hombro.

– ¿Largo y despeinado? –La pregunta fue capciosa, pero la niña asintió–. Eso no está bien.

–Así es el tuyo –Señaló el cabello de su padre.

Era un hombre con el cabello ondulado, negro y le caía sobre los hombres. No estaba despeinado, pero las ondas eran irregulares, haciendo una alusión a qué tenía el cabello más corto en algunos sitios, pero en realidad lo tenía parejo.

– ¿Te quieres parecer a mí? –La cargó a pesar de que para la edad que tenía, ya no era apropiado, pero su estatura era tan pequeña que seguía viéndose como de 8 años. La pequeña asintió una vez más–. No estoy seguro de que eso sea...

–Quiero ser grande y fuerte como tú –Alzó los brazos como si estuviera sujetando algo sobre su cabeza–. Siempre haces que ya no me molesten, creo que se cambian de escuela por el miedo.

–Eso parece ¿No?

Tenía la suficiente hipocresía para brindarle una enorme sonrisa de oreja a oreja a su pequeña, ocultando el hecho que lo que en realidad hacía con aquellas personas era algo un poco más explícito.

MAPS | Alphonse Elric [FMAB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora