Capítulo 22 - Mi paraíso

240 16 0
                                    

—Las cosas pasa por... ­—No termino de hablar cuando la puerta se abre dejándome ver una alegre Alexa más, una rara Isabel

—Me enteré que la pequeña despertó —Ambas se acercan a la camilla —, hola, soy Alexa, amiga de este atarantado que ves aquí —dice en modo de saludo mientras le sonríe a Vale

—Eh... hola... ¿Tú eres la que posiblemente está embarazada? —pregunta Vale

—No es posiblemente —Me mira y vuelve a voltear a donde Vale —, está embarazada —¿QUÉ? —, esta rara imagen que ves aquí es Isabel, mi hermana y mejor amiga del atarantado ­—responde y vuelve a mirarme —; no lo puedo creer Dilan vamos a ser tíos —pronuncia con una voz chillona

¿QUÉ?

—Esperen, ¿ya lo confirmaron? —Escucho la pregunta de Vallolet haciéndome sonreír

GANÉ

—Si, aquí está el resultado —Le entrega un papel —, créeme no fue sencillo, la traje a rastras e hice que Andruw la sostuviera para sacarle sangre

—Ósea que fue contra su voluntad, ¿eso no es un delito? —pregunta Vale perpleja y creo que así nos dejó a todos

¿Y ahora?

—Técnicamente sí, pero ella estaba necia que no quería hacérsela y ya no aguantaba más las ansías —dice encogiéndose de hombros —, además, no podía obligarla hacer pipí así que la traje —responde lo más tranquila, como suele ser —; dudo que me vaya a demandar.... estoy feliz, voy a ser tía —Termina por decir mientras alza sus brazos de la emoción y no sé, pero estoy igual de contagiado por su felicidad.

Sin más, acerco a Isa de un tirón, dándole un abrazo —Lo sabía —digo afianzando más fuerte el abrazo —, sabes que cuentas conmigo —Le susurró al oído.

—¿Qué se supone que voy hacer con un bebé? —pregunta mientras la escucho absorber sus lágrimas

—Eso lo vemos en el camino, ahora espérame aquí y no dejes sola a la chiquilla —digo y siento que asiente, me separo y camino hasta Vallolet, la abrazo rápidamente y la besó con ansías sin darle tiempo de pensar, a lo que ella responde de la misma manera.

Sonrío entre sus labios —Este día va mejorado —digo en un susurro —, eres mía, ven conmigo —La tomo de la mano y salgo con ella de la habitación; aún no reacciona y pero yo estoy dispuesto a hacerle un hijo.

Llámenme como quieran, pero le haré un hijo a esta mujer

Tengo conocimiento de que alguien no se colocó la inyección del mes, ¿Y cómo lo sé?, porque hace semanas mientras ella se duchaba, su celular sin clave timbró por la notificación de la app que le avisaba.

Y... alguien de oportuno desactivó la aplicación.

Si, maldito o como quieran llamarme, pero hoy, haré un bebé, 100% seguro

La llevo hasta la oficina de Alexa, al llegar, cierro la puerta con seguro y cuando vuelvo a tomarla, la cargo en mis brazos, con una mano en su cuello mientras que me deleito con la vista, viendo a semejante mujer perfecta en mis brazos, porque verdaderamente es malditamente perfecta.

Seré toxico para los demás por lo que pienso hacer, y aunque sé que puedo llegar a ser más estúpido de lo que sé que soy, Dios sabe que me estoy muriendo por esta mujer, aunque verdaderamente no sé lo que siente ella por mí.

Y sí solo es físico, justo ahora no me importa porque solo quiero ser el dueño de su cuerpo y alma.

Roso sus labios con los míos y paso mi lengua por su labio inferior a lo que me deja escuchar un pequeño jadeo que tanto anhele escuchar, no aumento mi beso, simplemente dejo envolverla en un beso suave, delicado, demostrándole cuanto me importa ella.

Siento sus manos en mi cuello junto con un jalón, profundizando así el beso.

—¿Eres consciente de que eres mía verdad? —pregunto en un susurro cuando nos separamos por falta de aire —, no te imaginas la felicidad que esto me genera, y aunque esto vaya a ser rápido porque enserio hace mucho tiempo muero por estar dentro de ti, pero debemos volver con la chiquilla

Me detiene colocando su dedo en mi boca y sonríe —Soy consiente Dilan, aunque no lo creas —Frunzo el ceño al verla morderse los labios —... me encanta que hayas ganado la apuesta —dice dejándome anonadado —, hagamos esto Dilan, será divertido corromper esta oficina además de que hace mucho tiempo estamos a dieta —Su sonrisa me da a entender que lo desea tanto como yo.

Subo su falda hasta su entrepierna, acariciando su clítoris por encima de su tanga, no demora la calentura cuando se apodera de mis labios y al sentirla húmeda bajo la tanga, desabrocho rápidamente con mi otra mano mi pantalón y saco mi miembro duro y deseoso de perderse en su deliciosa vagina.

—Hubo una posición que nos quedó pendiente ­—digo al separarme de sus labios, ella frunce el ceño, pero soy rápido haciéndola girar, posicionando la en el escritorio y al tiempo la penetro haciéndola soltar un gemido algo fuerte —, Bonita, no podemos hacer ruidos, recuerda que esta es la oficina de Alexa y la gente creerá que es ella la que está cogiendo —digo masajeando su caderas y cintura mientras hago lentos círculos —, no queremos que se meta en problemas —susurro y sonrío al verla asentir; sin más continuo penetrándola con fuerza sin chance a nada.

¡Rayos!

Como me encanta estar dentro de esta mujer

Muerdo mi labio para evitar algún ruido mientras que la sostengo en mis brazos, alzándola un poco para evitar también ruido en el escritorio.

Cuando siento su cuerpo tensarse, me deja entender que está cerca de su orgasmo, a lo que empiezo a aumentar las embestidas para llegar juntos; minutos después ambos lo conseguimos y se siente como un paraíso.

Vallolet es mi paraíso

—Eso estuvo delicioso Dilan —La veo apoyar su cabeza al escritorio —, fue una tortura morderme el labio para poder aguantar el gemir alto —Vuelve a levantar la cabeza y escucho como respira pesadamente —, pero lo haría muchas veces de ser necesario por este tipo de tortura —dice dándose vuelta mientras se arregla; yo hago lo mismo y cuando está lista para salir veo algo que no me gusta, me acerco colocando una mano en su espalda y la otra en su barbilla, dejándome ver mejor el maltrato en su labio.

—¿Te duele? —pregunto pasando mi pulgar por su labio con cuidado

—Solo un poco, todavía siento la sensación de mis dientes marcados, pero no es de cuidado —dice restando le importancia al maltrato, pero para mí tiene toda la importancia del mundo.

No quiero que nada la dañe

—No quiero que vuelva a pasar —Le digo acariciando su barbilla mientras la miro a los ojos —, no me gusta que te lastimes.

—¿Por qué estás actuando así Dilan? —Me pregunta, a lo que solo hago silencio, tragando seco —, dime, quiero que seas sincero conmigo.

Frenesí en la Perla IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora