Capítulo 33: "Locos por los tacos"

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Tony está mejor. Le han dado el pase para poder ir a casa y descanzar. El médico dice que es un jodido milagro que haya despertado luego de un coma como ese. En momentos como este se me ocurre que estoy en una novela. Todo parece tan irreal.

Aunque no todo es color de rosas. Ayer volví a la escuela. Ahora debo irme con Vic y Mike todos los días, ya que Tony debe estar en cama por un mes, porque su recuperación es lenta.

Como me imaginaba, los rumores de que estoy jodidamente loca se esparcieron por toda la escuela. Al parecer, una de las perra-dmiradoras de Tony fue a visitarlo el día de navidad, cuando mi hermano despertó. Y como era de suponer, no pudo evitar escuchar todo lo que le gritaba a Vic.

Ahora cada chica y chico me mira como si fuera un bicho raro mientras voy hacia mi casillero, a la cafetería o simplemente camino por el pasillo.

Aunque claro, cada vez que eso pasa, uno de los chicos se encarga de gritarle un par de cosas.

-¿Estás lista? -Pregunta Vic, luego de golpear la puerta de mi habitación, apoyado en el marco de la puerta.

-No quiero ir, estoy enferma -Murmuro, mientras vuelvo a taparme hasta la nariz. Veo como Vic hace una mueca, pues sabe que es una completa mentira.

-Tienes que ir, Bonnie -Me regaña, mientras poco a poco se acerca a mi. Me tapo completamente, esperando que eso le informe que debe irse.

-Hace frío, vete -Gruño, mientras pequeñas gotas de sudor caen por mi frente. El mayor de los hermanos Fuentes ríe, mientras por encima de la manta comienza a hacerme cosquillas.

-Hay por lo menos veinte grados afuera, Bonnie -Me quito la manta, dejando el espacio justo y necesario para poder ver hacia la ventana. Tiene razón. Hay un sol radiante, en pleno jodido invierno.

-Definitivamente el clima no está de mi lado -Balbuceo.

-¿Qué? -Pregunta Vic, sentandose a mi lado.

-Nada -Niego con la cabeza, borrando las estupideces que pienso. Vic me mira, esperando algo. Sé que debo ir a la escuela, pero no quiero. Me están hiriendo cada una de las miradas curiosas.

-Vamos, juro que si es necesario voy a todas tus clases -Lo miro, alzando una ceja- Excepto historia, ese hombre me odia.

Vuelvo a darle una mirada de "¿En serio?"

-Está bien, me quedaré afuera, todos me odian -Sonrío, asintiendo. Me levanto, con toda la alegría que te puede dar el saber que debes ir a la escuela.

Voy hacia el armario, sacando unos skinny negros y una camiseta cualquiera. Cuando voy por mi ropa interior, me detengo.

-Debes irte -Volteo, mirando fijamente a Vic.

-¿Y eso por qué? -Pregunta, ladeando la cabeza con curiosidad, recordándome a uno de esos gatitos que pillas en internet para poner de fondo de pantalla. Su rostro lo era.

-Seguro me vestiré contigo en frente, idiota -Sonrío cuando hace una mueca.

-Yo creo que deberías bañarte, hueles mal -Lo fulmino con la mirada, observando cuando se levanta de mi cama. Pero qué caballero.

-Lo tomaré en cuenta -Digo mientras camino hacia él. Comienzo a empujarlo directo a la puerta- Ahora vete antes de que me arrepienta de ir a la jodida escuela.

Lo miro mientras intento cerrar la puerta, pero la detiene con su pie.

-¿Y ahora qué? -Frunzo el ceño, mientras me cruzo de brazos.

Vic sonríe.

-Te ves hermosa enojada, es todo -Y se acerca a mi, posando sus labios cortamente en los míos, robándome un beso.

Bulletproof Love (Pierce The Veil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora