"Suicide does not end the chances of life getting worse, suicide eliminates the possibility of it ever getting better."
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Y ahí estaba yo, en el baño de mi cuarto, encerrada llorando; debatiendome entre hacerlo o no.
¿De qué servía confiar en la gente, si ellos sólo estan a tu lado para dañarte?
Nunca luchará por mí y nadie lo hará.
Quizá soy yo el problema... Todos salen dañados cuando están junto a mi.
O me hacen daño, o yo termino haciendoselos de alguna u otra forma. En este momento, la tan reconocida y citada frase de Hazel de Bajo la misma estrella, "Soy una granada", es perfecta en este caso.
Lástima que no tenga a un Augustus Waters junto a mi para que luchemos juntos. Da risa de solo pensarlo.
¿Quién mierda lucharía junto a mí, si no está como contrincante?
Se preguntarán qué ha pasado para que en este momento esté pensando tanta estupidez.
Resulta que como la ¿estúpida? Sí, como la estúpida que soy, salí rápidamente de clases para ir a ver a mi tan amado Kellin.
Y, bueno... Joder! no puedo siquiera repasarlo sin que lloriquee como la nena que soy. Nena... el me llamaba así. ¡A la mierda! Seguiré contando.
Caminaba felizmente hacia el departamento de Kellin hasta que vi a una de las zorras, digo, de las chicas que siempre andan junto a Danitza, la perra que ha intentado con Kellin desde hace mucho ¡Maldita! Siempre me mira mal, me molesta y tiende a reírse de mi junto a sus amigas. Vale, me he desviado del tema.
Cuando pasó junto a mi, susurró, más bien gritó, que debía "Vigilar a mi novio". Olvidando su sonrisa cínica, seguí caminando.
Al llegar a casa de Kellin, que tenía la puerta abierta, entré y lo primero que encontré fue a él y Danitza apunto de follar, sí F-O-L-L-A-R en el sofá de su casa. La muy perra le estaba quitando la camisa mientras me miraba y el muy hijo de puta no oponía resistencia. Y lo siguiente que ocurrió jamás se borrará de mi mente, ya que cometí el peor error de mi vida.
"Solté una carcajada al ver como Karina intentaba quitarse la remera, mas bien el pedaso de tela, sin éxito.
-Bonnie -Susurra Kellin perplejo de verme apoyada en el marco de la puerta.
-Quinn -Espeto lo más neutra posible.
-Dejame explicarte, por favor. -Toma mi muñeca para hacerme entrar y cierra la puerta rápidamente, no sin antes mirar si alguien viene.
-¿Qué quieres explicar, eh? -Intento no gritar pero es lo primero que ocurre al soltar las palabras, que salen como veneno. -Si con esto ha quedado más que claro...
-La pequeña zorrita tiene razón, o sea, ¿Qué le explicarás? -Dice Danitza mientras se arregla el brasier. -¿Cuán molesto estás de que te interrumpiera cuando estabas a punto de tener el mejor sexo de tu vida?
Suelto una carcajada.
-Creo que lo he salvado de tener sida.
-Estúpida zorra! -Grita furiosa. Intenta darme en la cara con sus uñas pintadas con un rojo intenso, pero Kellin la frena antes de que siquiera se acerque.
- ¡Dios, Kellin! -Espeto poniendo ambas manos en mi boca, intentando parecer sorprendida- ¿Qué le has visto a este orangután?
