Durante la mañana, recorrí cada lugar de la que ahora sería mi nueva casa.
En total, conté unas seis habitaciones; tres de invitados y tres que son de mis "padres", Tony y pues, la mía.
La sala de estar estaba claramente pintada de un blanco hueso, y en ella había colocado un piso flotante, lo que daba el efecto de que habían puesto madera por madera. Tenía, decorativamente, un ambiente muy hogareño.
En medio de la pared de sala, un plasma de unas chorrocientas pulgadas yacía colgado; a su lado derecho, una linda chimenea le terminaba de dar su toque. Frente a los sillones de un lindo cuero negro, la linda alfombra aterciopelada se posaba como llamándome: "Recuestate en mí", "Ven".
Riendome de lo infantíl que podía llegar a ser, me tiré a la linda alfombrita y al darme cuenta de lo suave que es, dejé de observar mis alrededores para cerrar los ojos e intentar saber si esto es un puto sueño. Porque si lo es, desearía no despertar jamás.
Abrí los ojos y en lo primero que me fijé fue en que en la pared frente a mi, habían miles de fotos repartidas por ella.
Me paré lentamente y comencé a verlas
Tony de bebé.
Tony con todos sus juguetes... Aww se ve taaan tierno. Dan ganas de apretar sus cachetes.
Tony calléndose en bicicleta. Saqué mi celular y tomé una foto sólo para vengarme. Y luego seguí mirando.
Tony en el parque.
Margarita embarazada.
Mi papá abrazando a Margarita.
Yo de bebé.
Mi pa-... ¿Yo de bebé? woow! ¿En qué momento ocurrió eso? Preguntaría después, si, eso haría.
Seguí mirando, llevándome más de una sorpresa. En casi la mitad de las fotografías, salía yo y bueno... nunca en mi puta vida había visto fotos de mi cuando pequeña.
Mi mirada quedó fija en las últimas fotos que estaban colgadas.
Son de ayer...
Yo en el suelo luego de caer de las escaleras. Vale, tienen derecho a reírse y tener una imagen mental, supongo.
Yo riendo junto a Jaime y Mike. Eso fue realmente divertido.
Tony y yo abrazados. Aww, otra foto para mi móvil.
Y bueno... la última era de Vic y yo, riendonos. ¿Cuándo mierda ocurrió eso? Digo, no recuerdo haberme reído ni a dos putos metros de distancia de él.
Pero, omitiendo esto último, me veía jodidamente feliz.
Una lágrima corre por mis mejillas. No, no es de tristeza ni ninguna otra mierda por la que estoy pasando. Es de felicidad... ¿Quién pensaría que de un momento a otro, llegarían a mi vida personas tan... tan genial como ellos?
-Pellizquenme para saber si esto es real -Siento como alguien me toca el brazo y pellizca fuertemente. En el momento en que el dolor llega, me doy cuenta de dos cosas. Primero, no lo dije mentalmente, ya que alguien me escucho. Segundo, ¡Su puta madre! Me pellizcó hasta hacerme morir del dolor. Tercero, ¡No es un jodido sueño! Estoy tan feli-jada por esto.
Vale, son tres cosas.
-Creo que alguien ya está hablando soooolaaaa -Grita esa odiosa voz en mi oído. Vic. -¿Y qué es esa mierda de feli-jada? Por el amor de Dios, Bonnie. Deberé decirle a Tony la clase de hermana que le tocó.
¿Me está jodiendo? De no ser por mi plan "Ley del hielo contra Vic" alias "Plan maduramente genial", yo no me estaría conteniendo ni contando hasta diez en este momento.
