Weapon (Arma) - Pausada.

Capítulo 18. Tregua.

Me había arreglado para mi primera noche como infiltrada en aquel club.

Tal y como imaginé, Camile no estuvo gustosa de ayudarme en el proceso así que me arregle como pude.

Justo cuando salía de la habitación me tope con Danny, pare en seco y este solo me dedicó una mirada de soslayo y sonrió sin más. Iba a continuar con mi camino hasta que su voz, fría y cortante, me detuvo.

-¿Crees que Quentin se fijaría en ti, no?

Me sorprendió que no trajera a colación lo último que había sucedido, esperaba alguna amenaza, insulto o incluso intenciones de arremeter contra mi.

-Ah si... vi la escenita de hace rato- Continuó.- ¿Es que no te queda claro McLoud? puede que Quentin se haya ablandado contigo, pero no te confundas, sabe muy bien que solo eres el medio para un fin, siente lástima por tí.

Lo fulmine con la mirada, aguantando las ganas de golpearlo de nuevo.

-Además...- agregó.- A él solo le interesa una persona.

No quería seguir escuchando sus estupideces así que seguí con mi camino, sintiendo la sangre hervir.

Una vez escaleras abajo, Quentin esperaba en el comedor mientras hablaba muy animadamente con Camile. Ella se contoneaba cerca de él, provocandolo, llena de picardía. La típica técnica seductora que funcionaba con casi el cien por ciento de los hombres.

Por alguna razón, sentí un bajón de energía.

En silencio esperé a que terminarán. Camile se alejó dando un suspiro frustrado.

-Cuando la tarde no podía ir mejor, aparece la Barbie.

-Lamento arruinar la diversión- Solté borde, casi sorprendida por mi reacción.

Una sonrisa se dibujó levemente en el rostro de Quentin, o eso noté.

-Te espero esta noche- Jadeó pícara antes de que saliéramos por la puerta.

"A él solo le interesa una persona"

¿Qué podría esperar? quizás después de todo no existía y nunca existió algún sentimiento más allá que simple lástima por parte de Quentin. Era su maldita arma, el medio para un fin.

"Me importas Susan"

Negué desanimada. Tenía que olvidarme de esto, ser más realista y ver las cosas como realmente eran o la presión en mi pecho se haría inaguantable.

-¿Ocurre algo?- Preguntó cuando nos encontrábamos en la vía.

-No.

Cerré los ojos y di la conversación por finalizada, mientras menos habláramos mejor.

Al cabo de unos minutos detuvo el auto frente al local, lo mire con cansancio.

-Responderas al nombre de Nina, ¿De acuerdo?

Asentí.

-Serviras tragos y escucharás las conversaciones, aquí frecuentan muchos tipos importantes.

-¿Cómo sabré quiénes son?

-Lo sabrás en cuanto los veas.

Iba a bajar del auto, pero habló de nuevo.

-Susan... Vendré por ti en un par de horas.

Sostuvimos miradas un instante, pareció querer decir algo más, pero no emitió palabra.

-De acuerdo- Me giré y cerré la puerta del auto tras de mi.

Y así me encaminé hacia aquel club sin saber está vez que era lo que me esperaba.