Capítulo 4. Déjà vu.

16 4 2
                                    

-Jeff...

Escuché una dulce voz, sonaba melodiosa y pura. Era ese tipo de voz que te relajaba y podías dedicarte a oír gustosamente durante todo el día.

-¡Jeff!

Desperté dándome la vuelta con lentitud, apagué el despertador algo desorientado y me levanté haciendo un esfuerzo. Aun tenía la ropa del día anterior; Entré a la habitación de Andrew y este se encontraba profundamente dormido.

Estaba bajo la regadera con los ojos cerrados, sentía el agua fría correr por todo mi cuerpo.

Era mi esposa.

¿Por qué pensaba en ella? Es como si su recuerdo me persiguiera. Siempre estaba ahí, su rostro, su voz, sus ojos mirándome con ternura...

Luego de algunos minutos cerré la llave y volví en sí, me apresuré a vestirme y desperté con cuidado a Andrew. Hizo un gruñido y sus pequeñas manos se dirigieron hacia sus ojos, me dedicó una sonrisa y se aferró a mí.

Lo envolví en mis brazos mientras nos encaminábamos a la cocina.

Mientras tomábamos el desayuno, miraba con sumo interés todos sus movimientos. Se le veía tranquilo y en su mundo sin nada que le molestase o perturbase, sonreí.

-Andrew- Lo llamé.

Me miró.

-Papá tiene que ir a trabajar- Le dije pausadamente.

Ladeó la cabeza y se quedó un momento como pensando y luego continuó con su labor.

Volví a sonreír.

Unos minutos después sonó la campana, era Alicia. Llegó a la misma hora como usualmente lo hacía. Finalmente me coloqué el saco y me despedí de Andrew dándole un beso en la cabeza.

Me monté en el auto y de nuevo me dirigía al consultorio.

Así era todos los días, eran iguales y la rutina nunca cambiaba. Vivía en un déjà vu constante.

Tomé mi teléfono y empecé a teclear, esperé unos segundos hasta que contestaron en la otra línea.

-Mamá.

-¡Jeff!- Gritó con clara emoción. -¿Cómo estás?

-Bien...

-¿A qué se debe esta inesperada llamada?

Duré un momento en responder; giré en la intersección y aceleré el paso.

-Necesito que cuiden a Andrew durante algunos días.

-Está bien pero... Jeff, no me digas que...

-Mamá, por favor.

Suspiró audiblemente.

-De acuerdo...-Accedió con algo de tristeza en su voz.- ¿Vendrás al cumpleaños de tu padre?- Agregó.

Me estacioné en el puesto habitual y apagué el auto.

-Te llamaré dentro de un par de días.

Corté y salí del auto a paso lento.

El día estaba nublado y daba la sensación de que llovería durante un buen rato, mire el cielo y sentí esa atmósfera depresiva.

Entre con mi saco en mano y rápidamente me recibió la Señorita Moore.

-Buenos días Doctor- Se levantó de su asiento.

La miré divertido ante su reacción.

-Buenos días.

Se sonrojó.

Weapon (Arma) - Pausada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora