Watanuki

13

El omega entreabrió los ojos con somnolencia, con suavidad tallo sus ojos a la vez que soltaba un bostezo, desvió su mirada hacia el reloj que colgaba en la habitación.

6:00 am

Con mucha pereza y dificultad se levanto, se cambio la pijama por algo mas abrigador y se preparo para salir. Mientras se aferraba a la bolsa de tela que cargaba, observaba las calles y sus alrededores. Todo estaba vacío y apenas se iluminaba pero al no le importaba mucho, prefería este tipo de ambiente tranquilo y solitario.

Siguió caminando hasta llegar al panteón y fue recibido por el cuidador del lugar, un anciano amable que ya lo conocía, ya que frecuentaba mucho este lugar.

Camino despacio entre las lapidas hasta llegar a la que tanto buscaba, sonrió suavemente y se arrodillo, dejando su bolsa en su regazo observo el nombre escrito en la piedra.

Sano Shinichiro.

-Perdona por no haber venido ayer, he tenido mas responsabilidades estos días, el cansancio me esta matando- explico mientras encendía un incienso y lo colocaba a un lado de la lapida y acto seguido cerro los ojos y junto las palmas para rezar en silencio.

Era su rutina diaria, todas las mañanas, a la misma hora el venia a la tumba de Shnichiro, la limpiaba y conversaba con el, le contaba de su hijo, de su familia, prácticamente cualquier cosa.

Pero ahora que Yahiro había entrado al jardín de niños las cosas se habían dificultado un poco, tener que ayudarle con sus tareas, levantarse mas temprano de lo habitual para preparar su almuerzo y su bento para la escuela y todavía tener que llevarlo, porque bien podría dejarlo irse solo como los demás niños, pero no, al omega le daba pendiente y miedo, así que lo llevaba el mismo.

A Emma no le parecía muy bien que Takemichi siguiera aferrándose a su hermano, con la idea de mantenerse fiel al fantasma del alfa, ya había perdido la cuenta de cuantas veces le había dicho al omega que siguiera su vida y abriera su corazón a alguien mas, por que si, al omega le sobraban pretendientes, pero este siempre los rechazaba.

Pero Takemichi aun no se sentía del todo preparado para avanzar en ese ámbito. se le dificultaba rehacer su vida, aunque sabia que no podía seguir para siempre.

Takemichi termino sus oraciones y se levanto no sin antes dejar un cigarrillo en la lapida para darse la vuelta e irse.

Cuando llego a casa, todos seguían dormidos, esperaba que Mikey hubiera tenido un buen sueño porque conociendo a su cachorro, lo mas probable es que no fuera así, el pequeño era un desastre mientras dormía.

Por eso tenia su propia cama con su barandal para evitar que se diera un buen golpe en las madrugadas y que a el lo dejara dormir tranquilo.

Se lavo las manos y acto seguido se puso el delantal para comenzar a preparar el almuerzo.

Prendió la vieja radio que se encontraba encima del microondas y Stay with me comenzó a sonar en el lugar, el omega disfrutaba escuchar música mientras realizaba sus tareas, lo relajaba.

El alfa gimió adolorido y sus manos se aferraron en la tela de su vieja cobija para después sentir una patada seguido de un peso encima de el, entreabrió sus ojos con dificultad y observo las piernas de su sobrino encima de su estomago.

Había sido la peor noche de su vida.

Se encogió bajo las sabanas con pesadez.

No durmió nada, no pego el ojo en toda la noche por estar con el pendiente de que el cachorro no se cayera, porque estuvo a punto de caerse como 5 veces, se movía demasiado y pateaba con mucha destreza, como si estuviera soñando que estaba en un campeonato de artes marciales y el su contratacante.