Watanuki

8

Takemichi sabia que llegaría el día en el que Mikey se presentaría pero no de esta manera, en esta situación, aun con su bebé en brazos, bajo la mirada colocando un rostro preocupado al ver menor jadeando y aferrándose a el.

¿Qué es lo que tenia que hacer en este tipo de dilema?

Nunca había lidiado con la presentación de un alfa, solo con el celo de Shinichiro y ya. Tenia sabido que las presentaciones eran mas dolorosas y duraban mas que un celo normal

Aparte no veía posible que pudiera estar despierto mas tiempo, sentía que en cualquier momento se desmayaría por el cansancio, sus parpados le pesaban bastante.

-M-Mikey..

-¡Takemichi!- exclamo Izana llegando a la habitación, detrás de el venían Emma y el abuelo, todos con cara de preocupación.

El omega alzo la vista y observo a los presentes pero en el momento en el que Izana puso un pie para ingresar, el olor de Mikey se intensifico a tal grado que Takemichi se sintió mareado y percibió el movimiento del menor al removerse, el ahora alfa se irguió para observar a su hermano quien estaba intentando ingresar.

Eso molesto al alfa de menor provocando que este comenzara a gruñir y a mostrar los colmillos.

-Mierda.. por eso no quería que estuvieras con el- murmuro el beta observando a Manjiro quien estaba alerta y listo para atacar.

El omega tenia al cachorro aferrado a su pecho y se veía ido, sin saber que hacer, Mikey aun seguía pegado a el y frotaba su cuerpo con el del mayor, impregnando su aroma, sin despejar la mirada del beta.

-Mikey... - comento el ojiazul sorprendido, su voz hizo que el nombrado se girara a verlo sonriendo, con el rostro sonrojado y los ojos brillantes,  esa simple distracción fue aprovechada por Izana quien corrió y tomo el cuerpo del mas joven, apartándolo bruscamente de Takemichi, quien jadeo ante la brusca acción.

-Espera Izana no...

-Takemichi, Mikey se esta presentando como un alfa, tu eres un omega es peligroso para ti- dijo tomando con mas fuerza el cuerpo del alfa quien se removía bruscamente tratando de librarse de su agarre.

Siseo en el momento en el que sintió los caninos de Manjiro clavarse en su brazo pero eso no hizo que desistiera y apretó mas su agarre.

-¡Hermano, Tu brazo!- exclamo Emma asustaba al observar la sangre gotear en el suelo.

-No es nada, he tenido peores- comento viendo la lucha del menor.

Al ver que era imposible, comenzó a llorar, no pasaron ni cinco segundos para que su rostro estuviera empapado de lagrimas, eso removió el corazón del omega quien observo como Mikey estiraba su mano hacia el con un fuerte llanto.

-P-por favor Izana déjame cui...

-No Takemichi, necesitas ser atendido y Mikey también, fin de la discusión.

En cuanto los dos hombres salieron de la habitación Emma y el abuelo corrieron hacia el, mientras la menor comenzaba a llamar por una ambulancia.

Cuando Mikey despertó estaba bastante confundido estaba un poco incomodo al sentir la humedad en su cuarto y en sus cobijas, aun sentía su cuerpo caliente y el tirón en el estomago, trato de levantarse pero se fue para atrás por el fuerte mareo que le llego. Lo ultimo que recordaba era el calor y lo bien que se sentía estar en el regazo del omega, ya lo demás era borroso.

Jadeo cuando una ola de excitación llego a el, provocando que se retorciera en las sabanas, quería respirar el delicioso aroma de Takemitchy, quería estar con el y dormir de nuevo en su regazo.

Se aferro a la almohada con fuerza, frotándose contra ella y gimiendo el nombre de Takemitchy, totalmente ido.

Detrás de la puerta Izana negó con la cabeza, aun bastante perturbado y sin digerir la situación de que Mikey estuviera enamorado del omega de su hermano y el que ahora estuviera gimiendo y tocándose mientras llamaba al omega acostado en la cama que alguna vez fue de Shinichiro.

Takemichi ya había sido atendido y todo termino bien, ahora solo estaba tomando una siesta mientras Emma yacía a su lado cuidando a Yahiro. El cachorro era la copia exacta de Shinichiro pero por el color de sus ojos parecía que había heredado los ojos del omega, era bastante tranquilo y por ahora solo había llorado una vez, teniendo que despertar al omega para que lo alimentara.

Ahora Yahiro ya estaba limpio, cambiado y durmiendo sin preocupaciones en brazos de su Tía Emma.

No sabia como serian las cosas ahora que Mikey era un alfa, el podía ver que los sentimientos de su hermano no era una broma, el menor realmente amaba a Takemichi y lo mas probable es que todo este tiempo los estuviera reprimiendo por Shinichiro.

Pero Shinichiro ya no estaba.

Quizás estaba pensando demasiado y se estaba abrumando el solito, Takemichi era  5 años mayor que Mikey, era imposible que el se llegara a fijar en el menor y mas sabiendo que era el hermano pequeño del que una vez fue su alfa.

Pero el sabia lo terco que era Mikey, el nunca se rendia hasta obtener lo que quería.

Camino hacia la habitación de su abuelo quien estaba sentado en su mecedora mientras leía un libro de cuentos, según eso para practicar y leerle al bebé , de todos en la casa, el abuelo era quien mas emocionado estaba por el nacimiento del cachorro.

Se recargo en el marco de la ventana observando la vista de las calles.

-Si has venido aqui es porque tienes algo que decirme, habla hijo.

Izana observo que su abuelo había dejado de prestar atención al libro y ahora lo observaba a el.

-Bueno.. la verdad es que yo estaba pensando irme a Filipinas a terminar los años que me faltan de mi carrera, mis calificaciones son buenas y puedo meter solicitud de intercambio- murmuro viendo el techo.

-¿Quieres dinero?

-No te preocupes por eso abuelo, yo tengo suficiente de lo que ahorrado del trabajo, solo que... bueno ya ves, la situación de Mikey.

-¿Que pasa con el?

-Manjiro esta enamorado de Takemichi- Izana vio el sorprendido rostro del alfa mayor- Y ahora que se presento me preocupa que haga alguna tontearía y quería pedirte permiso para que lo dejes ir conmigo a Filipinas en lo que se le pasa esto.

El anciano bajo la mirada procesando la información.

-¿Desde cuando?

-¿eh?

-¿Desde cuando Manjiro tiene esos sentimientos hacia Takemichi?

El peliblanco desvió su mirada hacia la luna que brillaba en lo alto murmurando.

-Realmente no lo se.. 

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