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-Ven, vamos a bañarnos- comentó Mikey.

Dejó a un lado la revista que leía y se acerco a la cama de Yahiro, el cachorro levantó su cabeza y asintió con una sonrisa en sus labios.

-¡Si!

El alfa lo tomo en sus brazos y se encamino al cuarto de baño, dejo al menor sobre la tapa del retrete y puso a llenar la bañera, revisando la temperatura del agua, mientras él hacia eso, Yahiro dejaba sus ropas en el bote de ropa sucia.

Mikey se giro a ver al menor quien sacaba un bote de plástico de un gabinete.

-¿Qué haces?- pregunto.

Yahiro vacío el contenido del bote en el agua y patitos de hule flotaron en la superficie.

-No puedo bañarme si ellos no están- murmuró y los apuntó- él es el Cuakun y ella es HiruChan, diles hola.

-¿Hola?

Yahiro asintió complacido y miro al alfa: -Tienes que quitarte la ropa para entrar a la bañera, Tío Mikey.

-Lo se..- contesto, se irguio y comenzó por retirar su camisa, aventandola a la cesta.

La puerta del baño se abrió y Takemichi se dejo ver, Mikey y el menor se giraron hacia él.

-Yahiro...

-¿Que pasa, papi?... ¿papi?

Takemichi estaba congelando en la puerta, sus ojos estaban abiertos por la sorpresa, segundos después desvió la mirada con rapidez.

-¡Lo siento!- exclamó cerrando la puerta de inmediato.

Se quedo unos momentos afuera del baño, pegado a la pared y con un sonrojo en sus mejillas.

¡Que vergüenza!

Debió tocar la puerta al entrar, antes no vio al alfa desnudo.

Respiro profundo y se encamino a la cocina, esta noche haría curry para cenar, acompañado de arroz y guisantes.

-Cuñadito..- llego Emma a él, con la curiosidad plasmada en su mirada.

-¿Que pasa?

-¿Porque gritaste?, tu grito de "¡lo siento!, se escuchó hasta a mi habitación- comentó sonriendo.

-Nada paso..

-Viste a Mikey desnudo- afirmo la chica cruzándose de brazos.

-¡¿Que?!, ¡No!- exclamó dejando caer una papa, se agachó a recogerla- solo me sorprendí...

Emma asintió no convencida su respuesta, tomo asiento en la silla y observó al omega de arriba-abajo.

Cabello negro suave y brillante, espalda y los hombros no tan anchos, una cintura que hasta ella envidiaba, junto con sus caderas, un buen trasero y lo mas destacable: sus ojos azules.

Recordaba a Shinichiro decir que algo que amaba del omega eran sus ojos, ya que estos transmitían muchas cosas.

-Emma.

-¿Si?

-¿Puedes lavar el arroz?, por favor.

-Por supuesto- dijo y se levanto de su asiento.



Mikey termino de lavar los trastes, secó sus manos y observó su computadora que estaba en la mesita de la sala de estar.

Desde ayer que había estado buscando opciones de universidad para Takemitchy, él sabía que el omega deseaba poder estudiar una carrera, había encontrado muy buenas opciones, inclusive unas con beca.

WatanukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora