ESTE CAPÍTULO ESTÁ UN POCO SÁDICO...
El sonido inconfundible de un par de tacones se escuchaban cerca, para él era el sonido que menos esperaba escuchar estando en esa situación.
Intento gritar pero recordó que una mordaza le impedía hablar.
Se maldecia a si mismo por haber sido tan descuidado, siempre había presumido con sus primos sobre la gran intuición que tenía. Siempre evitaba ser estafado o engañado pero ahora, se encontraba atado de pies y manos a una silla, sus ojos estaban cubiertos con una venda impidiendo ver a la mujer a quien pertenecían esos pasos.Sintió una caricia en su rostro, una caricia que un lugar de proporcionarle placer le provocó escalofríos en todo el cuerpo.
Una risa coqueta sustituyó el sonido de los tacones.— Mukotsu, el pequeño Mukotsu — dijo una voz muy sensual.
Mukotsu se desesperó quería hablar para poder preguntar ¿Porqué? Quería saber el porqué le hacían eso, el no había ofendido a nadie, siempre había tenido una vida recta, jamás había...fue entonces cuando una bombilla imaginaria se encendió en su cabeza, todo tenía sentido ahora.
— ¡Perra! — fue lo primero que dijo en cuento la mujer le quitó la mordaza.
— No,no,no,no amor, perra no, perrisima — dijo con una fuerte y estruendosa carcajada.
— ¿Quien eres, Yura, Kagura, Kikio? — preguntó Mukotsu, estaba cien por ciento seguro que su atacante era una de las mujeres a las que le había perdonado la vida.
— ¿Que dirías si te digo que soy Aome?
— Te diría que aparte de perra, mentirosa.
— ¿Porqué no podría ser Aome? — preguntó la mujer con curiosidad.
— Esa es la zorra más tímida e inútil, ella no tendría las agallas de hacer lo que tú estás haciendo — respondió con seguridad Mukotsu.
— Puede que tengas razón — respondió la mujer — pero te sorprendería como una mujer puede cambiar cuando su corazón está lleno de sed de venganza, la mujer más tímida puede convertirse en la asesina más despiadada solo por buscar un poco de justicia.
— ¿Me vas a matar perra? — preguntó sin miedo Mukotsu.
— Por supuesto, pero primero quiero jugar un poco contigo, de niña me gustaba jugar un juego, me sentía la niña más temeraria al hacerlo, y eso que lo hacía con un cuchillo de juguete — dijo con una carcajada — pero siempre quise intentarlo con un cuchillo de verdad, pero no soy tan estúpida como para poner en riesgo algún miembro de mi cuerpo.
— ¿Que...que quieres decir?
La mujer se dió la vuelta, Mukotsu volvió a oír el sonido de los tacones alejarse, sonrió, pensó que quizás era su día de suerte y esa mujer podría darle una pequeña oportunidad de escapar.
Poco duro su tranquilidad, pues está vez no solo era el sonido de un par de tacones, no, está vez fácilmente podía distinguir el sonido de dos pares de tacones, así que llegó a la conclusión de que su atacante no era una mujer, eran dos de ellas.— Se hizo la luz — dijo la misma mujer con la que había hablado.
Mukotsu quedó encandilado por la luz de la lámpara que se encontraba frente a él, sus ojos tenían varias horas que no veían la luz que al mirarla de repente sus visión se vio afectada momentáneamente.
Cuando sus ojos se fueron acostumbrando a la luz, dos siluetas frente a él lo miraban con curiosidad.— ¿Quienes son? — preguntó Mukotsu — ¿Porqué cubren sus rostros?
Las mujeres se miraron entre ellas, era evidente que se estaban divirtiendo con toda esta situación.
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BESOS AMARGOS (COMPLETA)
FanfictionEl agente Sesshumaru Taisho, ha sido asignado a investigar una serie de asesinatos y violaciones. La mayoría de los casos tiene el mismo modo operandi, familias atacadas dónde por lo regular el esposo es asesinado y la mujer violada. A pesar de que...