Habían pasado dos semanas desde que Aome había salido a cenar con Bankotsu, su amistad se había reforzado y a pesar de que ya no habían vuelto a salir se mantenían en contacto. Sango seguía desconfiando de la sinceridad de Bankotsu, había trabajado mucho tiempo arrestando malas personas que podía presumir de tener como un sexto sentido que le ayudaba evaluar a los demás, y definitivamente por ese hombre sentía mucha desconfianza, pero Aome lo seguía defendiendo, a su ver era un hombre muy amable.Aome se dedicaba la mayor parte del tiempo ocupada en el trabajo que Sesshumaru y Sango le habían asignado, los documentos que archivaba eran casos que habían quedado sin resolver y de vez en cuando ella se entretenía leyendo un poco de cada uno.
Fantaseaba de vez en cuando imaginando que ella resolvía cada uno de ellos.— Veo que te gusta leer — escuchó a alguien — Es bueno que alguien se preocupe por esos casos olvidados.
Aome se volteó a ver a la persona que había llegado, no muchas personas venían a verla a su lugar de trabajo, solamente Sango y...
— Sesshumaru, ¿Que te trae aquí al rincón de los olvidados? — bromeó Aome.
— Rincón si, olvidados solamente esos documentos, al menos yo no me he olvidado de tí — dijo Sesshumaru mientras miraba atentamente a Aome, la azabache no pudo sostener la vista fija en él, el peliplata tenía lago que siempre la hacia sentir tímida.
— Lo que pasa es que no acostumbro a ver muchas personas aquí — dijo Aome sonrojada.
— Bueno, he venido a invitarte a almorzar — dijo Sesshumaru con esa seriedad que lo caracterizaba.
— Ah, no te preocupes, yo traigo comida — dijo Aome — casi siempre acostumbro a comer aquí.
— Bueno pues hoy podrías hacer una excepción, además tengo algunas preguntas que hacerte y pues para no interrumpir tu trabajo me gustaría que fueran mientras comemos.
Aome sonrió, se dió la vuelta y tomó su bolsa, aceptaría la comida que Sesshumaru ofrecía, después de todo su relación de amistad poco a poco iba mejorando, ella estaba agradecida con él, después de la tragedia que había vivido Sesshumaru y Sango fueron los primeros en brindarle ayuda.
Salieron de la estación y se dirigieron a un pequeño restaurante que se encontraba cerca de la estación. La seriedad de Sesshumaru llegaba a hacer sentir un poco incómoda a la azabache, sentía que el tenía un semblante difícil de descifrar, para ella era difícil saber si él estaba feliz o descontento.
— ¿Y que es lo que querías preguntar? — dijo Aome mientras esperaban que llegarán con su comida.
Sesshumaru sonrió, esa sonrisa ponía un poco tranquila a la azabache, por lo menos le hacía créer que el no estaba descontento.
Y en sus pensamientos no pudo evitar pensar que él agente que estaba frente a ella era muy guapo, ya fuera con su cara de seriedad o sonriendo.— Deberíamos comer primero — dijo el peliplata — la comida de este restaurante no es muy elegante pero a su favor puedo decir que es muy rica, su sabor es más bien casero.
— Pero pensé que usted quería hacerme algunas preguntas.
— No te preocupes, las haré, pero después de comer.
Aome bajo la cabeza un poco apenada, quizás había sido demasiado impaciente con el hombre que estaba frente a ella pero ella creía que no era muy bueno que la vieran comiendo con su jefe, le preocupaba el que dirán de ella, no tenía mucho tiempo que había empezado a trabajar en la agencia, a su defensa lo único que podría decir era que ella era una simple mujer que se encargaba de los archivos.
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BESOS AMARGOS (COMPLETA)
FanfictionEl agente Sesshumaru Taisho, ha sido asignado a investigar una serie de asesinatos y violaciones. La mayoría de los casos tiene el mismo modo operandi, familias atacadas dónde por lo regular el esposo es asesinado y la mujer violada. A pesar de que...