El cuerpo era irreconocible, parecía sacado de una película de terror.
No tenía ni un poco de piel en su cara; y su cuerpo se encontraba casi en las mismas condiciones. Su cabello había sido arrancado desprendiendo con él trozos de piel.
Algunos oficiales no había podido retener su desayuno al ver esa escena tan asquerosa.Al lado del cadáver masculino se encontraba uno mas, pero a diferencia del primero que solo tenía el rostro completamente desfigurado este casi estaba calcinado por completo, aunque no era fácil de definir su género podrían decir que era un cuerpo femenino.
Sesshumaru y Sango analizaban cada centímetro de la escena del crímen no querían dejar pasar nada que pudiera proporcionar una pista.— Esto es asqueroso — se quejó Sango.
— Lo se pero al menos sabemos por esta pequeña pista que esta relacionado con los demás asesinatos — dijo Sesshumaru mientras observaba el pequeño trozo de papel donde estaba la imagen de un beso con labial rojo.
— ¿Quien creés que sea? — preguntó Sango.
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Sesshumaru — Creo que ya no veremos a Ginkotsu más por aquí.
[...]
Aome trabajaba duro en su pequeño rincón, ya era más de medio día y aún no había visto llegar a Sango ni a Sesshumaru.
Sentía un pequeño alivio, aún no era capaz de ver a los ojos al peliplata, la escena de ese beso aún se repetía una y otra vez en su cabeza. Aunque no quisiera admitirlo había sentido más placer en ese beso que lo que había vivido con Houyo.
Intentó concentrarse en leer unos documentos pero la poca concentración que había logrado se perdió al escuchar el sonido de su celular, miró a la pantalla y vio el nombre de Bankotsu en él.— Pensé que no contestaría — se escuchó la voz del moreno.
— Perdón, estuve un poco ocupada — se disculpó la azabache.
— Espero que tengas tiempo para almorzar conmigo.
Aome miró el desorden en su mesa era demasiado, pero necesitaba distraerse un poco.
— De acuerdo mándame la dirección y llego ahí — dijo al fin Aome.
Escuchó una ligera risa al teléfono — ¿Y porque no bajas? Te estoy esperando abajo.
— ¿Cómo? ¿Cómo sabías que aceptaría? — preguntó asombrada Aome.
— No lo sabía por completo, pero si te negabas estaría aquí afuera hasta que decidieras ir conmigo.
Aome sacudió la cabeza sonriendo — Dame cinco minutos bajo enseguida.
Se apresuró a recoger un poco su pequeño escritorio y tomó su bolso, pero cuando se dirigía a la puerta se detuvo y su cuerpo empezó a temblar, eso no era para nada normal, Sesshumaru provocaba eso solamente con su presencia.
— ¿Vas a algún lado? — preguntó a la azabache.
— Voy a almorzar, alguien me espera abajo.
Sesshumaru levantó una ceja curioso pero no dijo nada más, se hizo a un lado y permitió el paso de la azabache, pero cuando tan solo había salido la detuvo sosteniendo su mano, Aome lo miró sorprendida y después bajo su vista para ver sus manos unidas.
— Dime que no fuiste tú — dijo el peliplata con ternura, que ella se negara era lo que más esperaba.
— ¿De que hablas? — preguntó confundida Aome.
— Ginkotsu...
— ¿Le pasó algo? — preguntó Aome.
Sesshumaru la miró detenidamente, se sentía muy atraído por esos labios rosados, pero no quería volver a ser impulsivo, soltó la mano de azabache y sacudió la cabeza.
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BESOS AMARGOS (COMPLETA)
FanfictionEl agente Sesshumaru Taisho, ha sido asignado a investigar una serie de asesinatos y violaciones. La mayoría de los casos tiene el mismo modo operandi, familias atacadas dónde por lo regular el esposo es asesinado y la mujer violada. A pesar de que...