FLICKER || S.M N.H||

Capitulo 15

La tos intensa despertó al muchacho de pelo rubio de un sobresalto. Los dolores de cabeza y Pecho se había vuelto algo del diario vivir. Apurado se levantó de su acolchada cama de plaza y media, mostrando su torso desnudo, gracias al calor que acompañaba la primavera.

Fue hasta su escritorio, sacando su cajita de medicinas, abrió el frasco con la franja naranja y sacó de ahí dos pastillas del mismo color, tragándoselas sin ayuda de un vaso de agua, carraspeando en respuesta al dolor que provocaba tal acción.

Como un balde de agua helada, recordó que era su último día con una vida lo más "normal" posible. Menos de veinticuatro horas faltaban para saber los resultados de su tratamiento. Cerró los ojos tratando de calmarse a sí mismo, pensando inmediatamente en la cita que tendría con su chico de ojos color tierra favorito.

El día entero se dedicó a esperar con ansias la Tan esperada cita. Terminando los trabajos que le habían encargado en la escuela, limpiando su habitación, cuidando a Theo, mientras Harry le contaba que Louis había viajado a Nueva Zelanda por el trabajo a través de una videollamada. Así, sin más el día había pasado volando, faltaba muy poco para la hora indicada, los nervios le subían como espuma.

— Muéstrame cómo te vestiste.— le dijo Harry desde la pantalla. Niall le hizo caso, poniéndose frente a la cámara del computador. Llevaba unos pantalones marrones de tela, con unos mocasines del mismo color un polo blanco y como cereza del pastel, traía una boina color café con leche, por sobre su cabecita. Un conjunto que le había costado veinte euros en su tienda de ropa de segunda mano favorita.

—¿Crees qué esté bien? Shawn me ha estado hablando mucho sobre la cita de hoy, no quisiera arruinar sus planes.— río, recordando cómo habían expulsado al castaño de un examen por haberle recordado la dichosa Cita.

— Lo sé, fue difícil convencer al maestro de física de que no estaba haciendo trampa— Carcajeó el ruloso.— pero te vez increíble, Ni. Siempre lo haces.— Niall le dio una sonrisa en respuesta.

Su teléfono vibró repentinamente, causando un sobresalto en el más pequeño. Era un mensaje.

"Estoy en la puerta, te espero:) "

Niall sonrió y terminó la llamada con su mejor amigo, avisándole que su chico ya había llegado.

Salió por la puerta principal agarrando de su bicicleta roja, tal cual el castaño le había pedido. Lo divisó en la acera del frente, montado en su bicicleta blanca, su pelo ya un poco crecido invadía su rostro, gracias a dejar las tijeras por algunos meses. Tenía unos mocasines blancos con un polo del mismo color y un pantalón de tela beige. Se veía mas hermoso que nunca y lo mejor de todo, es que él lo sabía.

Niall correteó en su dirección teniendo pequeños tropiezos cada dos pasos por su bicicleta, haciéndole ver más tierno de lo que ya era. Una vez lo tuvo suficientemente cerca de él, posó un corto beso en sus labios en forma de saludo.

— Te ves increíble.— dijo el de cabellos cafés, acomodándose en su bicicleta para comenzar con el recorrido.

— Tú también, Shawnie. ¿A dónde iremos? — Ambos comenzaron a pedalear, siendo Shawn el que se encontraba al frente.

— Sólo sígueme.— extendió su brazo derecho buscando la mano del rubio, la cual le fue concedida al instante, aún sin parar de pedalear.

Niall no era un aficionado a los deportes. Claro, adoraba verlos, pero prefería mantenerse a una distancia razonable a practicarlos él mismo. Aunque increíblemente, después de pedalear sin descanso por más de media hora, aún se sentía con muchas energías y no entendía el porqué. ¿Entusiasmo? ¿Curiosidad? O tal vez el simple hecho de tener a Shawn a su lado. Tal vez la respuesta, era todas las anteriores.