FLICKER || S.M N.H||

Capítulo 1

"Quiero escribirte una canción, una que haga que tú corazón me recuerde, así que cuando me vaya, tú podrás escuchar mi voz y cantar"

— I want to write you a song, 1D

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El quería recibir amor, él quería ser feliz, detestaba el dolor, pero irónicamente, el dolor lo hacía sentir vivo, el dolor lo mantenía vivo.

El pecho del rubio subía y bajaba con fiereza, las gotas saladas mojaban su piel teñida de carmín. Una vez más, recibía su tratamiento aquel lunes por la mañana.
El dolor era insoportable, tanto así que no pudo evitar retorcerse, provocando que todo lo avanzado ese día, se fuera directamente al tacho de basura. Lo había arruinado. Otra vez.

—¡¡Niall, mantente quieto!!— Escuchó como la máquina que le doblaba el tamaño de iba apagando poco a poco. Con la culpa carcomiéndole por dentro, no tardó mucho en romper en llanto, colocando sus manitas en su rostro y encogiéndose en posición fetal.

Estaba cansado de sufrir de esa manera, cansado de siempre sentir agujas en su piel, cansado de los medicamentos cansado de seguir respirando. Quería ver a sus padres una vez más, quería volver a ser un niño pequeño que sólo se preocupaba por hacer las tareas y jugar con sus muñecos de lana.

Perdido en sus pensamientos, no se percató de la presencia de la enferma en la habitación.

—Niall, sé que duele mucho, pero tú puedes hacerlo. Vamos, campeón, No quieres que el tratamiento se alargue, ¿o si?.— el ojos zafiro negó aún recostado.— Bien, solo resiste un poco.

"Es tan fácil decirlo" respondió mentalmente.

Suspiró limpiándose las lágrimas que mantenían su rostro húmedo y se acomodó en la posición inicial. La máquina no tardó en volver a funcionar, provocando un dolor intenso en el pequeño, como cada lunes, se transportaba al mismísimo infierno.

Pasado unos minutos el dolor fue disminuyendo, la sesión de aquel día había llegado a su fin. Se quedó un momento acostado mientras recuperaba la respiración, si alguien pudiera verlo creería que estaba exagerando, pero para su pequeño y delgado cuerpo era mucho, se veía muy frágil como si fuera un juego de té hecho de porcelana.

Se levantó lentamente  y empezó a cambiarse la ropa, ya listo salió de la habitación y se despidió del doctor y la enfermera. Caminó por el frío pasillo del hospital, llegando a la sala de espera donde su adorado hermano Greg lo esperaba.

Su ya mencionado hermano lo miró y se levantó rápidamente de su asiento, tomando su chaqueta y acercándose  a Niall — ¿Cómo Te fue? — Niall bajo la mirada, Greg pudo darse cuenta de lo que sucedía y de cómo se sentía su hermano por su expresión— sé que duele pero vamos, sé que eres fuerte hermanito. — Forzó una sonrisa y le dio una palmada en la espalda al rubio.

Niall rodó los ojos molesto por las palabras de su hermano, ya estaba cansado de esas frases, se lo decían a diario, como si las personas no tuvieran algo más que decir — No, realmente tú no sabes como se siente — rio burlescamente y frunció su ceño — ya estoy cansado de que todo el tiempo me digan "eres fuerte" cuando realmente no lo soy, creo... creo que sería mejor que muera, desearía estar con mamá y papá.

Greg no dijo nada, había quedado en shock ante las palabras de su joven hermano, sentía enojo pero a la vez tristeza, comenzó a caminar apresuradamente hacia la puerta principal, para luego dirigirse al estacionamiento, Niall se había dado cuenta de lo que había dicho, del gran daño que le había causado a su hermano mayor, sin decir nada comenzó a caminar detrás de él, con una importante distancia.