"Ego ғragмenтado"

[🌙.13]

[⚠️-El siguiente capítulo aborda un tema delicado para algunos usuarios que pueden padecerlo, por favor, se le pide respeto y discreción. Si hay algo que se sienta fuera de lugar con la estructura de la narrativa de acuerdo al tema, agradeciera que me lo hicieran saber, y de antemano, me disculpo por las equivocaciones. Intento investigar adecuadamente para no ser ajena o ignorante al tema/capítulo largo.]

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Heika con su mera presencia, irradiaba como el sol. Uno olvidaba que se sentía inquieto o angustiado a su lado. El tenerla cerca hacía que incluso las tensiones se fuera al punto de que te percataras de lo agotado que estabas.

Patryck estaba feliz con eso. Se sentía más que aliviado, podía sentir en su pecho que pase lo que pasara, las cosas podrían ir bien por una buena vez desde que se alejaron del caos.

Ya con una ligera introducción sobre los horarios y las fechas de visita para el tratamiento de Tord, la pareja le abre paso a la doctora para finalmente conocer a Tord, dejándola sola con el chico después de cerrar la puerta atrás de ellos.

Heika miró por momentos la habitación, analizando el ambiente. Era limpio y ordenado, no había tantas cosas como pensaba que podrían llegar a tener. Y la luz de la gran ventana, entraba de manera agradable.
Junto a la cama de su paciente, estaba ya una silla para ser ocupada e iniciar su sesión.
Entonces es cuando se acerca.

—buenas tardes, yo seré tu terapeuta desde ahora en adelante, hasta que tú decidas detener las sesiones — se sienta mientras comienza a sacar una libreta y una pluma.
— entonces finalicemos desde ahora...
La doctora no se inmutó, solo hizo una ligera sonrisa y continuó con su presentación. — ya veo...
Entiendo que aveces depender y confiar nuestros mayores temores a alguien que apenas conocemos, puede ser incómodo o hasta molesto...
— es inútil— Tord no la ve.
Solo estaba casi medio sentado, con su brazo sobre su panza, y la mirada en otro lado.

Heika pone la bolsa a su costado en el suelo.
Como terapeuta siempre a tenido situaciones así con las que lidiar, era muy normal. Las personas estaban acostumbradas a sobrellevar las cargas, la culpa, o las sensaciones negativas por sí mismas. Era parte de aprender y de crecer. Incluso, la parte más difícil siempre fue que sus pacientes notaran que aquellas cosas que parecían ser inofensivas, eran más grande de lo qué se imaginaban. Pero ojalá fuese tan fácil como servir un vaso con leche. Las emociones y la mente humana son complejas. Muchos prefieren ignorar sus heridas o desahogarlas en actos pocos saludables, empeorando más su condición. Las personas no confían en nadie, pero recurren a terapia aveces por voluntad. O porque las obligan.

Sea cual sea el dolor y la razón, estaba preparada para recibir y comprender a Tord. Incluso si entonces podría insultarla o mandarla a la guayaba.
Un psicólogo debe estar preparado para lo que sea que al paciente necesite.

— nuestras sesiones son importantes porque conoceremos a la persona más especial, tú.  Así que no temas en que si tus miedos o tus preocupaciones se den a la luz. Lo que se diga en las sesiones solo se quedan entre tú y yo. y si tienes alguna duda o pregunta durante las reuniones que podamos conversar, puedes interrumpirme y comentarme lo que tengas en mente. ¿Okey?
—como sea.
Heika anota.
— ¿es tu primera sesión?
—si.
—está bien, entonces, iremos despacio...
A simple impresión. Tord lucia muy flaco, no delgado, flaco. Su tez era de un tono pálido que jamás había visto, casi como si los muertos hubiesen decidido absorber lo poco que quedara de vida en él. Estaba recostado sobre varias almohadas, y cobijado hasta la cintura. 
Tenía feas ojeras alrededor de los ojos. Pero lo que si destacaba sobre todo, eran esas profundas y dolorosas cicatrices de quemaduras en su costado izquierdo. No tenía un brazo, y aparentemente había sufrido el mismo destino que su rostro. Esto le decía mucho de su condición. Sabía por los padres que los tres fueron militares, así que la circunstancia de la terapia sería compleja y dura. Tendría que ir muy despacio.
Volvió a mirar a Tord quien no parecía estar interesado en ella, miraba probablemente la puerta. "¿Acaso el quisiera salir?" .