Era de noche, la ciudad estaba cubierta por el manto oscuro del cielo.
Las personas estaban yéndose a casa para disfrutar un gratificante descanso después de un duro y largo día.
Y especialmente, en cierto lugar, la tienda de mueblería estaba también a punto de cerrar.— quince, catorce y... — el anciano tenía en frente tablas de maderas delgadas y largas, recargadas en la pared. Era el total de tablas que había logrado cortar de una sola pieza — TOM, ¿Donde están las últimas dos tablas que te pedí?
— ¡En un momento!
Tom estaba tomando en brazos los últimos cortes que había hecho, encaminándose hacia donde estaba el anciano y apoyándo las últimas piezas con la otras.— Bien, ahora solo falta verificar que cuadren bien entre ellas para ser entregadas en la mañana.
— lo haré yo, no sé preocupe.
— ¿Qué crees que soy? ¿Un costal de huesos nada más?
— no, yo no quise decir...
— BAH, Solo muévete, aún puedo hacer esto.
El anciano testarudo sujeta el hombro de Tom apartandolo de su camino.El de cuencas mira como el anciano en una esquina intenta llevarse dos pares de tablas al mismo tiempo. Pero en el proceso, se cae una caja de herramientas, generando un estruendo y con ello, al anciano quejarse.
Para cuándo Tom quiso moverse, el anciano solo le gritó que no se acercara, raclamando que el podía solo, y de acercase, le patearia el trasero.
Y Tom, como buen empleado, obedeció.
Tenían razón con que los mayores son tan testarudos.— Al abuelo no le gustan que le ayuden.
Dijo el pequeño niño sentado sobre una de las sillas viejas del taller mientras se bebía el té helado que Tom le había comprado.Tom volteó a verlo, encogiéndose de hombros y acercándose al niño para sentarse junto a él.
— bueno, por su culpa la gente que pasa cree que solo holgazaneo.
Tobbie mira fijamente a Tom, una miradita curiosa que pareciera cuestionar un poco lo que había dicho. Aveces Tom era como el abuelo, terco y enojón.
Dedicados y con una zona de concentración que ni siquiera una estampida de venados podría romperlo.
Podría ser hasta su nieto desaparecido, tal vez.—¿ocurre algo?
Tobbie niega con la cabeza, sonriendo cuando suelta una risilla. Masticaba y mordía el popote de plástico como si dependiera de ello.
Tom también le sonrió, y le quitó el popote de la boca sin sacar completamente la pajilla del vaso — no hagas eso, vas a lastimar tus dientes.
El niño no se queja y se dejar ser. Fue una convivencia que pronto se convirtió en costumbre entres los dos.
Aveces Tom haría eso, cuidaría de sus manos al astillarse, le daría de comer a sus horas y aveces jugará con él si el tiempo lo permite.
Por lo que Tobbie, empezaba a familiarizarse con ello.—Tom.
El mayor y el niño miraban como el anciano repasaba las medidas de cada tabla antes de traerlas y acomodarlas. Una rutina diaria que se hacía antes de una entrega.
— Dime.
Hubo un breve lapso de silencio en ese momento. Haciendo que Tom mostrara más curiosidad de lo que un niño pequeño estuviese apunto de decirle.
— tu...—Tobbie dejo de beber plácidamente de su té helado, bajando la mirada y borrando esa pequeñas sonrisa de sus labios — ¿puedes quedarte hasta que mis padres lleguen por mi? Aveces papá y mamá llegan tan tarde que el abuelo se agota, y se queda dormido — rasca el plástico del vaso con su dedito — ...y bueno, eso me hace sentir, solo.Tom parpadeó.
Muchas veces. Esperaba otra cosa. Como su insistencia de enseñarle a tocar la guitarra.
Quiero decir, el usualmente al terminar su hora laboral, solo se despide y se va. No pensaba más allá de que ellos se quedaran todavía hasta más altas horas de la tarde para esperar a los padres del pequeño.Todavía que lo dejaban todo el bendito día en un lugar para nada propio de un niño, Sumando el hecho de que ¿el peque también tenía que vivir con la congoja de si sus padres llegarían por él o no?
¿Sus padres siquiera existían?Tobbie en cambio, al no obtener una respuesta, se cohibió en si mismo. Sintiendo que había dicho algo malo —lo siento.
Y aunque Thomas estaba a punto de decir algo, el abuelo llega azotando las tablas de madera, recargando una sobre otra con el resto.
— olvídalo, tus padres ya me marcaron,
dijeron que no llegarían. Así que...—el anciano se sacude las manos para limpiarse el sobrante de madera que quedó sobre él — hoy te quedarás conmigo.Ante la noticia, el pequeño se sintió decaído. Respirando hondo, resoplando contra su bebida mientras lo que restaba del té se hacían burbujas.
A Tom no le gustó nada eso.
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"Ego ғragмenтado"
Fanfiction☆["sus lágrimas resbalaron por su mejilla. Thomas escondió su rostro en la nuca de Tord. Se apretó contra él. La respiración de ambos se agitó. Algo en ellos explotó. Algo en ellos se rompió. Algo en él... - ¿por qué me dejaste ir?"]☆ Historia TomTo...