11 - Fam

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No podía dar crédito a lo que mis ojos vieron, pero papá estaba más que fascinado con la pequeña, y que decir de mamá, quien no había borrado la sonrisa ni un solo segundo desde que les presenté oficialmente a su nieta. Siempre pensé que serían algo conservadores con sus nietos, pero estaba realmente equivocada, Ryujin estaba encantada con ellos y viceversa, algo mutuo. Felix observaba la escena con una sonrisa en su rostro, claro que disfrutaba ver a la niña feliz.

-Y bien, creo que tienes muchas cosas que decirnos -papá sentó a Ryujin en su regazo y miró al castaño a mi lado.

-No es algo que pueda hablar a la ligera -su mano se aferró más a la mía -para empezar, esto es algo que no debería estar pasando, pero... no pude resistir más sabiendo que estabas tan cerca -su mirada buscó la mía.

-Pero ¿qué pasó? Hay muchas cosas que no entiendo, no recuerdo -mi mente era un caos en ese instante, tenía un montón de recuerdos oprimidos tratando de ver la luz, pero aun no encontraban el momento para salir.

-Tranquilo, todos aquí son de confianza, puedes hablar sin preocupaciones -papá sonó seguro -y si algo pasa, me aseguraré de que las cosas no queden así -Felix miró a todos los presentes. Claro que todos eran desconocidos para él, así que comprendí su desconfianza, pero yo mejor que nadie sabía que tipo de personas estábamos ahí, así que le regalé la mejor de mis sonrisas.

-Todos son familia, Hongjoong es es muy cercano a todos, prosigue -me acerqué a él y besé su mejilla, el castaño oprimió inútilmente una sonrisita. Lucía tan lindo, Ryujin había sacado tantas cosas de él.

-¿Qué saben al respecto? -Felix y Hongjoong compartieron miradas en silencio.

-Nada.

-Solo recibí llamadas y pruebas de que la tenían para que les diera dinero, tiempo después la policía la encontró en un lugar -la expresión de papá cambió drásticamente -la dejé ir esperando lo mejor de ella y de un momento a otro me dan esa noticia.

-Fue difícil para todos -continuó Dania -incluso para nosotros que antes no éramos tan unidos. Pero, por lo visto no todo fue malo durante el tiempo que estuvo lejos -su mirada buscó la mía. Cuando Jackson, solía sermonearla cuando tenía sus queveres íntimos con él alegado que se cuidara y no procurara tener alguna bendi tan pronto, y la de la bendi fui yo. Reí internamente, sabía el sermón que me daría en cuanto tuviera oportunidad.

-Abuelo, ¿podemos ir a casa pronto? Papá prometió que cenaríamos en familia cuando estuviera mamá de regreso.

-Gracias por arruinar la sorpresa -se quejó el castaño ante la ternura de la niña. La chiquilla soltó una risita y se escondió en los brazos de su abuelo.

-Te debo un pastel de disculpas.

-¿Y con el dinero de quién?

-Cualquiera de ellos me lo puede dar, ¿no? -todos sonrieron ante la petición de la pequeña. Era tan preciosa.

-Me encargaré de que lo tengas pronto mi reina -ahora mamá fue la que se encargó de la niña -si quieres podemos ir ya, ¿te parece?

-¡Si! -mamá nos regaló una sonrisa, todo con el fin de que pudiéramos hablar con claridad, era necesario. En cuanto se marcharon, la oficina quedó en silencio.

-Vivimos en Japón un tiempo, después de casarnos. Todo estaba bien, hasta que aparecieron unos hombres, hasta la fecha sigo sin saber quiénes son, no he querido ahondar mucho en el tema.

-¿Y que querían específicamente?

-Dinero. Llegaron hablando específicamente sobre Mei, argumentando que sabían a la perfección quien era y quién era su familia. Pasó todo, no quiero entrar en detalles por su bien -tomó mi mano -no aún.

Sorry, i love you - Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora