Freya Mori
-¿Ella te gusta?
El gemelo malvado lo miró sin entender, por su mente no pasaba ni la mínima idea de eso. Al instante la imagen de Yaya-Chan ayudándole a cuidar el esmalte de sus uñas llegó a él.
A él le gustaba.
Le gustaba la imagen de ella junto a él, tal como a un hermano le gusta estar con su hermana pequeña.
- Claro, es como mi hermana.
El castaño frente a él lo mira con desdén, mientras toma las cajas que el profesor los había mandado a buscar. Acostumbrado a esas miradas el rubio toma su caja sin mayor esfuerzo.
- ¿Ustedes no son pareja?
Presiona el chico mirándolo con cautela. No quería que el gemelo malvado arruinará su perfecto plan de 12 pasos para estar con la perfecta Freya.
- Yo diría que somos un trío.
La bruta honestidad de Atsumu causa repulsión en el castaño que camina a su lado. ¿Por qué no se imagino que diría algo así? Él sabía que tenía que hablar primero con el gemelo bueno, pero el chico que estaba colgado todos los días a la chica que le gusta estaba al lado de él.
-Claro, Freya y los gemelos Miya - Pronuncia con sarcasmo el castaño mientras aprieta la caja contra él. Atsumu lo mira con curiosidad. Murata nunca antes se le había acercado a hablar , incluso cuando ya llevaban 2 años seguidos en la misma clase.
- Ella me gusta- Confiesa el castaño ganándose una mirada divertida de Atsumu. Esté levanta su mano para darle un amistoso golpe en la espalda.
- A todos nos gusta Yaya-Chan
-¡No! - Reacciona Murata zafándose de la mano del chico. La mirada azulada del chico congela a Atsumu por unos segundos, dejando en claro que ni de coña serían amigos- Freya me gusta sentimentalmente.
El pequeño mundo de los gemelos y Freya cruzó por la cabeza de Atsumu en ese momento. Los momentos compartidos desde siempre entre los tres chicos era algo que no estaba dispuesto a renunciar. El solo pensamiento de Freya caminando de la mano con el Imbecil frente a él le provocaba náuseas. Prefería mil veces que fuera Osamu quien le dijera eso antes que cualquier extraño. Nadie podía estar con ella sin la autorización visual de él, y definitivamente Murata no estaba autorizado por Atsumu.
Tenía que hacer algo ahora.
-¿Te gusta Freya? - Preguntó burlonamente ganando una mirada atenta del castaño. Puso su mejor sonrisa de superioridad ante él antes de seguir - Yo no tendría muchas esperanzas en ella, ya sabes.
-¿A que te refieres?
Atsumu rueda los ojos con un fingido fastidio ante la pregunta del chico - Ya sabes....ella está loca por nosotros.
La sonrisa socarrona no abandona la cara de Atsumu en ningún momento, y el sentimiento de disgusto llena por completo a Murata - Siempre detrás de nosotros...cerca de
nosotros.....rogándonos. Tu sabes... así como lo hacen las chicas necesitadas.Murata aprieta su caja un poco más contra él. Estaba conteniéndose de golpear a Atsumu y borrar esa estupida sonrisa de su rostro. Se habían detenido afuera de la puerta, para escuchar la palabrería de Atsumu. Dudaba si aguantaba más.
- No tienes oportunidad, amigo - Finalizó con una sonrisa burlona, para luego avanzar hacia el salón. El rubio quería escapar rápido, sentía que la lengua se le iba a enredar con cada mentira.
Se sentó apenas dejó las cajas en el escritorio del profesor. Por alguna razón, sentía la necesidad de tirarse sobre el puesto que compartía con Freya.
-¡Atsumu! - Sentenció molesta la castaña al ver cómo había arrugado su cuaderno al apoyar el brazo sobre su escritorio.
Atsumu miró hacia todos lados en busca de Murata cerciorándose que estuviera lo suficientemente lejos para que no lo escuchara. Lo vió sentado de los primeros, y se sorprendió al ver que parecía un globo desinflado sobre su escritorio.
-Tengo que decirte alhoo - Freya metió abruptamente una bola de papel en la boca de Atsumu antes que pudiera seguir. La vena loca de la frente le estaba a punto de estallar por la rabia. Atsumu estaba arrugando la hoja en la que trabajo por más de 3 horas.
Apenas se dio cuenta levantó el brazo avergonzado. Esto de seguro le costaba una paliza después. Sobre el cayó la mirada de desdén de Freya, mientras estiraba las hojas del cuaderno está no paraba de mandarle sus vibras asesinas.
-¿Sabes cuanto tiempo he trabajado en este dibujo, rubio mal teñido?
Atsumu inmediatamente llevo las manos a él. -¡Tu me lo teñiste! - Exclamo como Niño pequeño, mientras, tocaba todo su cabello.
-Por eso.
(...)
Osamu lo miró inquieto, le había contado su pequeño encuentro con Murata mientras iban de camino a Voleibol.
- No creo que haya estado bien eso- Soltó por fin su gemelo. Pocas veces Osamu se mostraba así, parecía que fuera a gritar algo. Atsumu lo miró confundido ¿Acaso él quería que Freya se alejara de ellos? Osamu le dio una mirada de advertencia que siquiera percató.
- ¿De que hablas? - Preguntó confundido, y su cara podía expresar todo el disgusto que le había dado la respuesta de Osamu- Sabes que no dejaría a Freya en las manos de cualquier tipo que se cruce. Menos en ese que....
Por segunda vez en el día, Miya Atsumu se vio interrumpido, pero, esta vez fue la veloz mano de su gemelo la que estaba en su boca.
- ¿Este tipo qué?
Como un balde de agua fría. No, un balde no era suficiente. El frío le recorrió todo el cuerpo al escuchar la voz del chico, no era que le tuviera miedo o algo, pero que lo encontrara así era verdaderamente vergonzoso.
- Por un minuto....por un minuto Miya - Empezó a hablar Murata con una sonrisa maliciosa - Por un minuto pensé en abandonar mi proyecto. Pero, ahora....voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para conquistar a Mori.
El poderoso flash de la cámara de Suna frenó a Atsumu de contestar, y claro, la mano de su gemelo también.
-Ay, está grabando - Comentó Suna desilusionado, quien hasta ahora había sido un silencioso oyente de la discusión. Iba Justo delante de los Miya cuando comenzaron a hablar.
-Vamos Murata, no hay nada que hacer aquí - Dijo uno de los amigos del chico tomándolo del hombro. Tontos no eran. Si Suna estaba grabando y las cosas subían de nivel, no iban a salir bien parados de esta.
De un manotazo Atsumu empujó a Osamu para que sacara su mano. Estaba a punto de decirle a Murata unas cuantas cosas.
-¡Y para que quede claro! -Exclamo Murata siendo arratrado por sus amigos- ¡Vine aquí a decirte que no me iba a rendir con ella, pero terminaste motivándome más!
Antes de que Atsumu pudiera reaccionar Osamu se le tiró encima. -¡¿Que haces, Imbecil?!- Grito intentando sacárselo de su espalda.
-¡5 partidos!
5 partidos eran los que le iban a sancionar si seguía metiéndose en peleas. O eso fue lo último que le dijeron cuando terminó frente al director.
- Atsumu - Le habló Suna acercándose a los gemelos, relajándose un poco Atsumu entró en razón. Miró al oji verde un poco más calmado esperando que dijera algo- Ví a Osamu meter un dedo en su nariz con la misma mano que estaba en tu boca.
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Sempiterno [Atsumu Miya] Haikyuu
Fanfiction"¿Qué se siente caer por tu mejor amiga y no darte cuenta?"