F R E Y A
–Esta casi lista –Digo para mi, al terminar de unir la segunda fila de cuadrados.
Al parecer había hecho tantos cuadrados que la manta parecía imposible de terminar, por otro lado, mi teléfono no paraba de sonar.
–¿Que? –Preguntó cuando respondo.
–¿Así se le habla a un minusválido?
Pongo una media sonrisa al escucharlo, siempre tan idiota que divierte – Mmm...no se, quizás, déjame intentar de nuevo.
Se calla esperando que empiece, corto la llamada y vuelvo a tejer. Aún quedaba cuatro filas que poner, y la entrega era mañana.
–¡Taka-Chan le puedes decir a Yaya-Chan que venga! – Paró un segundo mi tejido para escuchar –¡Eh Hotaka te estoy mirando, no te hagas el que no escuchas!
¿Ese es un puto megáfono? Atsumu está hablando por un puto megáfono desde su habitación, me levantó un poco aburrida de la situación y entro a la habitación de Hotaka. La cual daba justo a la ventana de la habitación de los gemelos.
– Calla a ese imbecil, que no me puedo concentrar – Habla Hotaka al verme, y acomoda sus audífonos de nuevo. Como siempre, estaba jugando una partida de algún juego.
Miró con desaprobación a Atsumu mientras me acercó a la ventana –¡¿Que haces acá?! –Gritó
–¡Estoy enfermito! –Dice a través del megáfono, y levanta una bolsa en su mano–¡Me mandaron a casa y me dieron una sopa!
–¡Cométela!
–¡No se hacerla!
Lo miró aburrida, sabía perfectamente que quería que hiciera, pero aún tenía esa enorme manta que parecía que no iba a terminar nunca.
–Ya anda o sino va a estar gritando toda la tarde – Se queja Hotaka y lo miró molesta –Sabes que es verdad.
–¡Por favor! –Vuelve a hablar Tsumu con expresión afligida.
Recuerdo porque no quiero ir, y porque no me quede hoy a esperarlos. Aún me siento rara por lo del almuerzo, quizás el siquiera se dio cuenta pero me hizo sentir extraña.
Doy un suspiro agotada y asiento, tocará terminar la manta en la casa de los Miyas. Entro a mi habitación y meto todo lo necesario en una bolsa para irme.
–¡Vuelvo al rato! –Exclamo antes de salir de la casa, aunque es un poco inútil porque mi abuela de seguro estaba con su grupo de amigas, y Hotaka estaba muy metido en su juego para prestarme atención.
Antes que pueda tocar la puerta la abre Atsumu apoyado en el marco – No nos esperaste hoy – Reprocha mirándome con pena, sabía que era fingida pero sí que me hace sentir mal.
Le doy una media sonrisa y levantó la bolsa que traigo para que pueda ver –Tengo trabajo – Me excuso mientras entro a la casa.
–Me vine solo....solo y enfermo
–Deja de llorar – Reclamó tirando la bolsa de lana en el sofá, suficiente tenía con sentirme rara como para ahora sentirme culpable.
– Hoy día Kita-san me sacó del entrenamiento
Me doy vuelta a observarlo asombrada, Kita-san.....bien hecho Kita-san.
–¿Y no lloraste y pataleaste?
Arruga su nariz al escucharme – Llorar llorar....no creo, solo no pensé que estaba enfermo.
– Si si – Digo para luego acercarme a poner una mano en su frente –Tienes algo de temperatura.
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Sempiterno [Atsumu Miya] Haikyuu
Fanfiction"¿Qué se siente caer por tu mejor amiga y no darte cuenta?"