Capítulo 18

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– Tu... ¿Me sigues considerando como una hermana?

– ¿Ah? –Pregunta confundido el rubio y rápidamente cambia su cara a una animada – ¡Por supuesto! Siempre serás una hermanita para mí, hicimos un pacto de sangre así que no te puedes arrepentir.

Freya suelta una carcajada por su tono infantil, y la imagen del Atsumu pequeño viene a su cabeza. Se separa de su agarre con una sonrisa de lado, esto era lo que eran. Mejores amigos, como hermanos.

– Repito Yaya-Chan– Reclama el rubio subiendo un dedo acusatorio en su dirección –Tu sangre está en mi sangre.

– ¿Por qué haces que eso suene tan raro?

– No le encuentro lo raro – Contesta juntando sus cejas como si fuera lo más obvio del mundo lo que dice

Ella le da una sonrisa enternecida, para luego poner la mano en toda la cara de Atsumu tirándolo hacia atrás – Ya fuera de mi casa.

–¿Queeeee? – Pregunta este alargando la última sílaba – ¿Dónde está el "Yo también te quiero como un hermano Tsumu, estamos unidos por sangre. Juntos por siempre" ?

La chica lo mira con una ceja alzada y ladea la cabeza – ¿Cuándo yo diría eso?

–¡Alguien que me quiere obviamente diría eso!

–¿Vamos a ver si Osamu lo diría? – Pregunta de forma juguetona apuntando hacia la casa del rubio

Un suspiro cansado sale del rubio y toma la manta de su cama para luego darle la espalda – No quiero escuchar más esta conversación – Responde mientras se acomoda en la cama – Te disculparé solo si vas a ver mis partidos en el InterHigh.

– No te acomodes en mi cama – Reclama dándole una patada en la espalda que lo manda al piso porque estaba acomodado en la orilla de la cama – ¿Y cómo quieres que vaya a Tokio?

Atsumu se queja en el piso mientras ve como la cabeza de Freya sobresale del borde de la cama, y sin dejar pasar una le responde – Siempre puedes convertirte en la manager del equipo, bruta.

La castaña rueda los ojos y no puede evitar reírse –Ya te dije que no quiero lavar la ropa de tu equipo.

–¡Es más que eso!

–Hablando de Tokio....–Dice la castaña tomando una pausa, no sabía si decirle a Atsumu lo que tenía que hacer. Tenía que llamar a su madre, no hablaba con ella hace más de un mes, y necesitaba un consejo de lo que estaba sintiendo.

– ¿Paso algo con tu madre?

–Ah no no – Niega con una sonrisa a medias – Estaba pensando que cuando vayas al InterHigh me podrías traer unos dulces de Tokio.

Atsumu entorna sus ojos en su dirección y ella se encoge de hombros – Es que los que trajiste la última vez estaban muy buenos.

Intentaba evadir el tema de su madre cuando está con Atsumu. Él la odia por todas las veces que la ha visto llorar por ella, así que prefiere no nombrarla porque siempre Atsumu se pone a la defensiva.

–Te traeré mejores – Responde con una sonrisa, y le da un toque juguetón en su nariz – Aunque te crezca la nariz por mentirosa.

Ella lo mira extrañado, y él solo sostiene su mirada con superioridad. Eso la molesta, ¿Cómo es capaz de descifrar todo lo que piensa? Es como si Atsumu supiera todos los pensamientos de ella– ¿Cómo sabes que estoy pensando en ella?

Esté la mira por unos segundos sin contestar, mientras coloca sus manos debajo de su cabeza para estar más cómodo. ¿Como fue que se dio cuenta? quizás por el tono de su voz, o por la forma nerviosa que movió sus dedos al decir eso. Hmmm...no podía describir exactamente que era, la idea solo había llegado a su cabeza al mirarla.

Sempiterno [Atsumu Miya] HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora