Capitulo 10

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O M N I S C I E N T E

– Él es muy guapo – Comenta la pelinegra viendo como el rubio caminaba al otro extremo de donde ellas estaban.

– ¿Atsumu Miya? –Pregunta su amiga, y está la ve confundida. Solo llevaba un mes en Inarizaki así que aún no estaba familiarizada con los nombres.

–¿Así se llama? –Pregunta satisfecha mientras le da otra mirada al rubio– Bonito nombre.

– No creo que deberías caer ahí – Niega su amiga abriendo su snack de frutos secos

– ¿Por qué?

– Rechaza a todas las chicas que se le acercan – Responde mirando como el chico parecía gritarle a su amigo – Y de una forma cruel.

Runna ladeó su cabeza a un costado, si le daba esa característica sólo hacía que Atsumu le gustara más.

– Y parece que está enamorado de su amiga.

(...)

Los dos miraron a la castaña con desaprobación, estaba enferma pero parecía que estuviera muriendo de calor.

–En la mañana tenías fiebre – Acusó Atsumu con reproche, la chica lo mira mal por unos segundos.

–Si, y pegaste un asqueroso pedazo de papel en mi frente con tu saliva.

– ¡Que he visto que funciona!

Osamu lo mira algo avergonzado, quizás en su primito de recién nacido podía funcionar, pero no en una adolescente de 16 años.

– ¿Todavía la tienes? – Checa Osamu poniendo la mano en la frente de su amiga. Parecía normal, pero aún así la vio con desconfianza.

Dos días después de que Atsumu se enfermó le tocó a Freya enfermarse. Afortunadamente él peligris no le había pasado nada, él pensó que tenía demasiadas cosas para preocuparse como para agregar un resfrío.

– ¡Osamu! –Exclaman detrás de él. Kosaku lo llamaba para que se acercara junto con el resto de los de 2do año.

–Yo lo arregló – Confía su hermano haciéndole una seña para que vaya con el grupo.

Entrecierra los ojos en su dirección, no le daba confianza, pero aún así camina hacia el grupo. Llevaba los últimos días mirándolo así, algo le sabía mal en la forma que Atsumu miraba a Freya y dejarlos solos era algo que no hacía.

– ¿Qué pasa? – Pregunta cuando llega con el resto, los dos chicos miran al que había pedido que llamaran a Osamu, y Suna le da una sonrisa de lado.

– Puedo esperarlos – Insiste Freya abrumada por los ojos cafés enfrente de ella –No quiero volver sola.

El rubio ríe un poco y la mira con ternura, ¿Enserio creía que la iba a dejar volver así?

–Claramente no vas a volver sola – Se burla mientras se saca la chaqueta roja del equipo –Pero, si estás así de desabrigada te vas a enfermar más, no estamos en verano Yaya-Chan.

Le sigue la mirada en silencio, no sabe que decir en este tipo de situaciones y la diferencia de estatura con Atsumu últimamente la está empezando a intimidar.

El rubio saca la mochila de su espalda con delicadeza, para luego envolver sus hombros con su chaqueta, una oleada del perfume de Atsumu la envolvió enseguida. Lo miró atentamente en todo momento, todo lucia tan natural para él que no sería capaz de darse cuenta que ella estaba como loca por dentro.

Logró ver un pequeño sonrojo de ella mientras ajustaba el cuello de la chaqueta, pero lo ignoro. Cerró la chaqueta con rapidez y puso una mano sobre la cabeza de Freya para que lo mirara a los ojos. El sonrojo se intensificó al notar lo cerca que estaban, tomó la mano de la chica y dejó su mochila en ella.

– Ahora vas a ir arriba y te vas a sentar hasta que termine el entrenamiento – Dicta con una voz dulce mientras sostiene la mirada atenta de ella– Nada de salir para afuera porque a esta hora el clima se pone más fresco ¿Si?

Incapaz de decir que si, solo mueve la cabeza haciendo que a Atsumu se le pusiera una gran sonrisa en el rostro. El corazón le dió un vuelco al verlo sonreír tan abiertamente, pocas veces lo había visto así, y había sido principalmente en su infancia o las otras veces por el Volleyball  ¿Qué hacia esa sonrisa ahí?

Un pequeño beso se deposito en su frente, un acto que le salió familiarizado y lleno de cariño al rubio, casi como si fuera a transferirle sus deseos de que se cuidara con ese beso.

El rubio no se dio cuenta de eso hasta qué se adentró en la cancha, tomó un balón para practicar levantadas mientras llegaba el entrenador,y al tener el balón a la altura de los ojos el recuerdo fugaz le llegó a la cabeza.

Se paralizó enseguida ¿Él que? ¡¿ÉL HABÍA HECHO QUE?! Se atragantó con su propia saliva tratando de procesar lo que había pasado. Miró hacia donde había dejado a la castaña, solo para verla subiendo por las escaleras, su cara se tiñó de rojo enseguida.

¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?
¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?

Tapo su cara con el balón y se lamentó ¿Por qué hizo ese gesto tan raro con Freya? Lo hizo sin pensar, solo salió y ya, pero ahora estaba escondiendo su cara avergonzada detrás de un balón mientras le daba la espalda a los demás.

El peligris escuchaba a duras penas la idea redundante que le planteaba Suna una y otra vez, dando miradas furtivas a los dos que había dejado. Pego un salto cuando vio a Atsumu poner una sonrisa en su rostro que no fuera una burlona o divertida, se sintió incluso como si hubiera sido abofeteado al verla. Fue tan grande su asombro que llamó la atención de los tres chicos que estaban junto a él.

–¿Qué pasa? –Pregunta Ginjima volteándose confundido.

Los cuatro chicos quedaron como expectadores a la escena de ambos adolescentes. Un silencio se quedó en los cuatro al ver como Atsumu clavaba un beso en la frente de la chica y después pasaba con tranquilidad en frente a ellos ignorándolos.

–¿Ustedes.........no creen que eso fue raro? – Pregunta Kosaku rompiendo el silencio expectante que tenían.

Ginjima se relajó mientras asentía, y Suna se encogía de hombros apretando los labios para que no se le escapara una sonrisa, él siempre había pensado que había algo raro entre esos dos.

Por otro lado, Osamu solo les dio una mirada intensa parecía que en sus ojos corría el asombro, incredulidad y miedo. La sonrisa, la mirada, el escenario y el Aura ¡Todo! ¡TODO! Todo había sido romántico entre esos dos. Todos sus sentimientos extraños habían sido confirmados con esa sonrisa, ya no se podía hacer el ciego con lo que le estaba pasando a su hermano.

–Bueno.....– Suelta Suna en un tono burlesco apoyándose en los bolsillo de su buzo – Todos aquí sabemos que a Atsumu le gusta Freya.

Y por primera vez, Osamu no lo negó.

Sempiterno [Atsumu Miya] HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora