ATARAXIA (Adaptación Yoonmin)

Capítulo 95.

"Jimin, te ves hermoso, mi querido sobrino."

Jimin era un novio precioso, el más bello del mundo y nadie podía discutirlo, el Márquez sabía lo devastadora que resultaba su belleza, su corona plateada adornada con joyas, junto con su tradicional traje nupcial bordado con hilos plateados y dorados le recordaban la época en que su madre se había casado.

El Marqués suspiró, con una mirada llena de emoción, "Recuerdo la época en que mandé a mi hermana a Arundell, tomé su mano durante la ceremonia en nombre de mi padre, no se sentía bien en ese momento... Es curioso, ¿No? Parece que sostendré la mano de su hijo mientras se casa con un hombre de Arundell."

Jimin sonrió y acarició su mano suavemente, él había escuchado que cuando su madre se casó, su tío tenía mucho que decir y se opuso al matrimonio, estaba seguro de que no era el matrimonio que su tío esperaba.

"Tío, ¿Dónde está Kookie? ¿No ha venido?"

"Eso..." dudó en responder.

"Todavía está enojado, ¿No?" Jimin preguntó.

Jungkook fue liberado de la prisión poco después de que Jimin llegara a Arundell, Jimin invitó a su Tío y a Jungkook porque sabía que el matrimonio no podía detenerse porque había progresado hasta ese punto.

Pero... Jungkook no vino.

Debía estar enfadado con él.

"Lo entiendo, Kookie suele ser amable, pero cuando está enfadado, no es posible calmarlo", sonrió ligeramente.

"No es eso, en realidad, Jungkook..." Parecía querer decir algo, pero finalmente, sonrió amargamente y dijo, "Nada, querido, no creo que sea el momento de hablar de ello, todavía, pero no te preocupes, él está bien, estará bien, quería que te dijera que fueras feliz, ¿Lo eres?"

Jimin sonrió, "¿Qué te parece?"

"Mmm... no está mal, en realidad, tu cara se ve radiante."

"Te lo dije, ¿No? La carta que escribí no decía mentiras, su Majestad me trata bien y también lo hace la gente que me rodea."

Sí, Jimin había pasado el mes pacíficamente sin ninguna preocupación en particular, fue tranquilo, pacífico y confortable, le gustaba, antes, también había pensado que moriría de inmediato cuando llegara.

Las damas de compañía los interrumpieron.

"Su Majestad, es hora de irse."

"Entiendo", dijo Jimin antes de besar su mejilla, "Te veré en la ceremonia, Tío."

***

Las calles por donde pasaba el carruaje de la realeza estaban llenas de multitudes que saludaban al rey y a su Consorte.

Jimin agitaba su mano suavemente, recordando su pasado.

Tenía dieciséis años en ese momento, un Consorte recién proclamado que no conocía nada del mundo... un Consorte abatido por la depresión, al que le resultaba difícil sonreír y saludar, tenía miedo de las multitudes, de los que lo aclamaban, y también tenía miedo de su esposo, del que se rumoreaba que le había hecho comentarios abusivos antes de su matrimonio.

Su esposo que lo detestaba, la Reina Madre que lo trataba bien, pero lo ponía en una posición difícil, los nobles que esperaban aprovecharse de él, e innumerables ojos de extraños que lo miraban a cada paso... lo asfixiaban.

Las cicatrices de su oscuro pasado cobraron vida de repente y se ahogó en las profundidades del abismo sin darse cuenta.

Entonces...

La mano que agarraba el dobladillo de su capa fue sostenida por la gran mano de un hombre.

Jimin levantó su cabeza y lo miró, sus ojos estaban hacia la multitud, y no decía nada, sólo había agarrado su mano.

"......"

Un esposo que lo había despreciado, un esposo que le había dado la espalda era... amigable.

Sin la opresión de la Reina Madre, este hombre creció de forma diferente, era brillante, y más confiable, además, tenía consideración hacia los demás.

Su silencio era reconfortante.

Jimin no sabía por qué, pero sentía que Yoongi sabía lo que pasaba por su cabeza.

Jimin volvió a sonreír, eliminando los pensamientos voraces que se formaban en su cabeza, era afortunado que Yoongi se hubiera convertido en una persona diferente, de lo contrario, viviría una vida difícil reviviendo los horrores del pasado.