La conversación sobre el libro del profesor Gong en el baile continuó en un debate dentro de un salón.
Jimin asintió con la cabeza.
"La conversación se centró en el tipo de ambiente que uno debería tener para crecer como una persona buena y adecuada capaz de contribuir a la sociedad, sin embargo, pienso en ello de forma un poco diferente. Aunque a veces se usen plantas venenosas para hacer medicinas, siguen siendo venenosas, sólo porque tenga la suerte de que el viento la transporte a una tierra fértil con mucho sol, no significa que sus características cambien, seguirá siendo una planta venenosa."
El Duque Seokjin sonrió cálidamente.
"Por otra parte, cuando las buenas semillas caen en un suelo infértil, morirán y nunca florecerán como una hermosa flor, pero si se colocan en un suelo seguro y fértil, florecerán de forma brillante. Por supuesto, creo que hay personas que tienen la capacidad de cambiar, mientras que otras no, así que, mi Consorte, no creo que tenga que preocuparse demasiado por su hermano y... ¿Su Majestad?"
De repente, gotas de lágrimas se derramaron por el rabillo de los ojos de Jimin.
El Duque Seokjin le secó rápidamente las lágrimas con un pañuelo, su rostro sorprendido.
"Mi Consorte, ¿Cometí un error con mis palabras... Por favor, no llore, mi Consorte."
Jimin no pudo evitar que sus lágrimas se derramaran.
El Duque abrazó a Jimin y le dio suaves palmadas en la espalda, dentro de sus brazos, lloró sin parar. El Duque Seokjin quizás no lo sepa, pero las palabras que dijo lo tranquilizaron de los problemas que plagaban su corazón.
Como dijo el Duque, no había necesidad de repetir una vida llena de sufrimiento para arreglarlo todo.
Jimin deseaba que su hermano fuera una buena semilla, que no fuera una planta venenosa, que de alguna manera pudieran vivir bien juntos y felices.
Esperaba que el viento lo llevara a un terreno fértil y que floreciera como una hermosa flor que ayudara a las abejas a esparcir el polen a otras flores, una flor que ayudara a los demás y a los necesitados.
Él deseaba eso.
***
Cuando Taehyung llegó a la mansión del Conde Choi, los sirvientes se pusieron tensos e inclinaron sus cabezas en silencio. Después de que Taehyung hubiera agarrado el cabello de una sirvienta en el pasado con imprudencia, los sirvientes no se atrevieron a mirarlo directamente a los ojos, no importaba lo que pensaran de él, no podían hacer nada por miedo.
Taehyung sonrió con satisfacción.
Cada vez que veía a los que lo miraban con desprecio arrodillados ante él, sentía una sensación estimulante.
Se dirigió a la sala de estudio del Conde con una sonrisa en sus labios, mientras se perdía en sus pensamientos, se encontró con un hombre que casualmente salió de la sala de estudio al mismo tiempo.
"Oh Dios, mis disculpas ¿Está usted bien, joven?"
El hombre tenía una apariencia lamentable. Sus ropas estaban destrozadas y sucias de un solo vistazo, una túnica negra escondía su cuerpo de arriba a abajo.
Mientras extendía su mano hacia él, Taehyung frunció el ceño.
"¡Está bien! ¡Sólo sal de mi camino!"
Sus palabras estaban llenas de asco, mientras tanto, los labios del hombre expuestos bajo la capucha se elevaron hasta formar una sonrisa.
"Me disculpo, parece que le he causado angustia", dijo.
Los hombres a menudo lo elogiaban, era algo habitual en su primer encuentro con cualquier hombre. Taehyung estaba consciente de la belleza que poseía y había aprovechado de que se había acostumbrado a las voces melodiosas de esos hombres.
Sin embargo, debido a esa experiencia, se dio cuenta de las extrañas palabras del hombre frente a él, le daba una vibra extraña, tenía la apariencia de un mendigo, pero lo trató con una presunción que parecía desprecio.
Su túnica cubría todo su cuerpo, pero emanaba una sensación de exotismo. Su cuerpo era ligeramente más grande con respecto a los hombres que habitaban Arundell, y su cabello, que estaba ligeramente expuesto a través de la capucha, tenía un color que era común en el norte.
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ATARAXIA (Adaptación Yoonmin)
FantasyCapítulos del 1 al 199 Park Jimin, un consorte que se pudre en la cárcel. Desesperado y sin esperanza, bebió veneno y murió. Pero, sin saberlo, la deidad le dio una segunda oportunidad en la vida. Tenía doce años otra vez. Y esta vez, viviría una vi...