ATARAXIA (Adaptación Yoonmin)

Capítulo 77.

"Si te preguntas por qué, Consorte, no es porque esté en deuda con Su Majestad, sino al contrario, Su Majestad está en deuda conmigo."

"¡......!"

Los ojos de Jimin temblaron.

"Mi esposo y yo apoyamos al joven rey cuando nos vimos obligado a elegir un bando, convencí a mi esposo, que no podía decidir si apoyar a la reina o al joven rey en ese momento, una vez fui cabeza de la sociedad noble, con una palabra, podía influir en la decisión y los pensamientos de los aristócratas, vi el potencial del rey, mis ojos son a menudo precisos, mi Consorte, el rey conoce bien mi fuerza, después de la muerte de mi esposo, Su Majestad pidió que me quedara en la capital, pero me negué, me fui al campo con la esperanza de pasar el resto de mi vida en una soledad tranquila, y entonces, como si estuviera predestinado... volví a la capital..."

El Duque sonrió con intensidad, su feliz sonrisa crecía, como una flor de primavera, Jimin podía decir que su sonrisa provenía de lo más profundo de su ser.

"Mi Consorte, tenía curiosidad, del hombre que había hecho que el rey se diera tanta prisa y preparara todo según sus planes... tenía curiosidad", el Duque se rió, "El Rey parecía angustiado y agobiado por las preocupaciones, preguntándose si su Consorte se adaptaría bien, pero parece que Su Majestad no necesita preocuparse, es usted fuerte, Consorte, dada la valentía de hacerme esa pregunta tan pronto, no tengo dudas de que podrá navegar a través de la maldad de los muchos aristócratas de pensamientos maliciosos."

El Duque reflexionó un momento, sus ojos parpadeaban de emoción.

"Pero, mi Consorte, no confía en mí y no sé nada de usted, lo comprendo, entonces, ¿Qué le parece esto... por qué no pasar el resto del mes antes de la boda para conocernos? ¿No es una idea sensata?"

Jimin había dicho palabras similares a Taemin, Taemin sólo estaba acostumbrado a la gente que le pedía su confianza incondicional o la afirmación contundente de que seguirían al príncipe hasta los confines del mundo, la oferta de Jimin era novedosa, nadie le había dicho a Taemin que experimentara y juzgara por sí mismo, y ahora, el Duque le había hecho a Jimin la misma oferta.

"Has estado lejos de Arundell por un tiempo y las cosas han cambiado, navegarás a través de lo desconocido y necesitarás ayuda, aunque no sea la mía, una vez que me juzgues digno de confianza, me quedaré a tu lado, mi Consorte, si no, entonces nos separaremos."

Jimin había aprendido muchas cosas, de lo contrario, nunca tomaría la propuesta del Duque de forma positiva.

Jimin sonrió suavemente y extendió su mano.

El Duque se dio cuenta de lo que quería decir y le besó el dorso de la mano.

"Por favor, cuide bien de mí a partir de ahora, Duque."

El Duque dejó escapar una suave sonrisa.

Los dos caminaron juntos al palacio.

Lo primero que vio fueron pinturas antiguas colgadas en las paredes, un marcado contraste entre las personas de Chrichton que disfrutaban decorando sus paredes y techos con otros artículos que no fueran pinturas.

***

Jimin se levantó y dio un suspiro de alivio, por un momento, había pensado que había regresado al pasado para experimentar la pesadilla de nuevo.

Miró por la ventana, estaba amaneciendo, se dio la vuelta en su cama hasta que se durmió.

Tenía problemas para dormir, temía volver a esa fría y temblorosa prisión, miedo... de que... tal vez... todo esto era una ilusión...

Jimin se acurrucó en la cama y puso sus rodillas en la frente.

¿Era por los medicamentos que se habían tirado, que estaba pensando en esas cosas? ¿O era el nuevo ambiente?

Él temía a sus sueños, sus pesadillas.

Anoche vio la cara de Yoongi y sintió su frialdad, pero Jimin estaba acostumbrado a esto, estaba bien, luego, vio el rostro de su padre y a Taehyung aferrándose a Yoongi, con la espalda hacia él como si lo hubieran abandonado...

Su corazón se desmoronó y se despertó de su sueño gritando de dolor, pensó que había vuelto al pasado... afortunadamente, no era el caso.

A medida que el sol salía gradualmente, la habitación se iluminaba.

Llamaron a la puerta y las sirvientas entraron cuando él respondió.

"Su Majestad, ¿Le gustaría un lavado de cara o que se le prepare un baño?"

Jimin examinó los rostros de sus damas de compañía a las que no tuvo tiempo de mirar bien anoche, ninguna de ellas lo había atendido en el pasado, parece que la gente del palacio había cambiado drásticamente más de lo que él esperaba.

"Un lavado de cara está bien."

"Sí, Su Majestad, prepararemos un lavado de cara de inmediato."

"¿Y el Señor Seokjin?"

"Él estará aquí pronto, Su Majestad."