ATARAXIA (Adaptación Yoonmin)

Capítulo 154.

"...Jimin, no te dejaré..."

La voz gruñona de Yoongi pronto se convirtió en una de gemidos profundos, el tono de su voz un poco más alto de lo normal. Era un sentimiento extraño, cuanto más satisfacía su propio deseo, más su afecto hacia Jimin se hacía más profundo, tanto que nunca podría medir la profundidad de su amor por él.

Cuando sus labios finalmente se separaron, su expresión parecía similar a la de un hombre derrotado.

"...Vuelve tan pronto como puedas, no me gusta estar solo..." él murmuró mientras estaba sin aliento.

"Haces que parezca que me voy a ausentar por varios días, sólo estaré afuera un día", sonrió Jimin.

"Y es precisamente por eso que te dejo ir, si no vuelves antes del tiempo que mencionaste, crearé un gran alboroto y conmoción... más que cuando visitaste a mi madre", dijo Yoongi juguetonamente.

"...Lo-lo entiendo", tartamudeó Jimin.

Al verlo tartamudear en respuesta, Yoongi sonrió satisfecho. Jimin trató de escapar de sus brazos, moviéndose un par de veces, pero no sirvió de nada, después de un rato, se rindió y suspiró débilmente.

Yoongi lo giró, le tomó la mano y lo miró como diciéndole que no se moviera, por lo que Jimin se acostó junto a él en silencio.

"En realidad, ¿Cuánto tiempo estaremos así?" Jimin preguntó poco después.

"¿Por qué? ¿Lo odias?"

"No es que lo odie, pero los documentos..."

"Ugh..."

Jimin escuchó el sonido de unos dientes rechinando.

"Juro por mi nombre y mi honor que me ocuparé de todos esos documentos antes de que acabe el día, así que por favor quédate así conmigo un poco más."

Jimin pensó que si decía algo más, Yoongi simplemente destrozaría los documentos frente a Hoseok enfadado, así que se rindió y cerró los ojos.

Mientras estaba acostado, el sueño pronto se apoderó de él, el insomnio que le preocupaba durante mucho tiempo ya no existía y podía dormir con facilidad.

Yoongi notó que su respiración se convirtió en un sueño profundo y sonrió tranquilamente.

***

La Duquesa Do dio la bienvenida a su cumpleaños número 30 con un gran banquete. Fue una gran ocasión también, el propio Consorte la visitaría personalmente, sólo por esta razón, la Duquesa había estado entusiasmada durante el último mes, era raro que alguien de la realeza visitara un dominio, a menos que uno tuviera un título familiar prestigioso.

"Feliz cumpleaños, Duquesa Do."

Al comenzar el banquete, el Consorte llegó a la fiesta y saludó a la Duquesa, quien a cambio sonrió ampliamente.

"Su Majestad, es un honor tener su amable presencia, aprecio a Su Majestad por tomarse un tiempo de su día para venir."

Jimin sonrió.

"Debería ser el que te agradezca por permitirme asistir."

No fueron simples palabras vacías, se trataba de un banquete a gran escala, el número de invitados superaba los cientos. La Duquesa incluso había invitado a payasos y bailarines para animar el ambiente, estaba claro que había dedicado mucho de su tiempo y esfuerzo a su gran banquete.

"No es más que una pequeña y humilde fiesta, no se puede comparar con los banquetes de palacio o las fiestas que las anteriores Duquesas han hecho en el pasado, me conmueve hasta las lágrimas escucharte alabar tanto este banquete."

Jimin sonrió ante la humilde respuesta de la Duquesa Do.

"Le he traído un regalo, espero que sea de su agrado."

El Duque Seokjin, que estaba de pie junto al Consorte, le entregó una pequeña caja a la Duquesa. La mirada de todos se dirigió inmediatamente a la caja que tenía en la mano, se trataba del primer regalo que el Consorte le presentaba a alguien, resultaba evidente que llamaría la atención.

¿Qué había dentro?

¿Joyas?

¿Quizás algo de valor?

Todos se preguntaban con curiosidad.

La Duquesa Do abrió la caja suavemente, dentro había un libro de aspecto sencillo. Mientras todos tenían una mirada de decepción, la Duquesa se quedó profundamente impresionada.