ATARAXIA (Adaptación Yoonmin)

Capítulo 147.

Al escuchar sus repentinas palabras, los ojos de Yoongi se agrandaron, dudando de las palabras que había escuchado, miró a Jimin con ojos entrañables y cautelosos y le preguntó.

"...¿Qué es lo que tú...?"

"Ahora mismo, Yoongi quiero que me abraces, que me toques."

Quería sentirse vivo y la única forma de confirmar que estaba vivo, era sintiendo su sangre caliente electrificando todo su cuerpo.

"Pero para hacer eso... tu condición actual es..."

"Por favor, Yoongi."

Los dedos de Jimin se extendieron y lo envolvieron alrededor de su cuello, pasó su suave mano por la parte trasera de su cuello endurecido, moviéndola hacia su cabello despeinado, enredando sus dedos y tirando de Yoongi hacia él.

Su cabeza siguió naturalmente la gravedad de su tracción, sus labios endurecidos presionaron sobre sus labios suaves. Jimin estaba a la ofensiva; lo quería, su lengua se introdujo entre sus labios cerrados y se enrosco alrededor de los suyos.

Los ojos de Yoongi permanecieron abiertos; se había rendido ante este hombre, su corazón se agitó cuando Jimin tomó la iniciativa.

El cuerpo de Yoongi reaccionó a sus toques, la zona de su cadera se balanceaba de un lado a otro. Pensó en empujarlo hacia abajo de inmediato y salirse con la suya mientras lo aplastaba debajo de su abrazo, pero se detuvo a mitad de camino, apartándose de sus dulces y tentadores labios.

"...Entonces volvamos primero al palacio y..."

Pero antes de que pudiera terminar las palabras que quería decir, Jimin usó el peso de su cuerpo y empujó la parte superior de su torso hacia abajo, su espalda tocó la cama.

Tan pronto como lo vio encima de él, la cabeza de Yoongi se sacudió y dio vueltas en mareos.

Su cuerpo de piel perlada... la mitad del mismo cubierto con una manta se veía sensual; sus picos gemelos erectos, sus caderas delgadas y su cabello plateado provocaban un fuego furioso en su interior, Jimin era la personificación de la palabra seducción. Al ver su cuerpo iluminado por el fuego, ni un solo punto de su cuerpo había sido manchado con tierra, era seductor y atractivo.

Mientras Jimin bajaba lentamente su cuerpo, sus pechos se tocaron, y a partir de entonces, supo que ya no sería capaz de resistirse.

"Uggh..." Yoongi gimió, extendió su mano y tiró de Jimin hacia él.

Anteriormente, solo probó un poco de sus labios y boca, pero esta vez, probó todos los rincones de Jimin, el beso fue suave al principio, y luego con una ligera gradación de intensidad que hizo que sus dedos se aferraran a su torso. Su lengua insistente separó sus labios temblorosos, enviando temblores salvajes a lo largo de sus nervios, evocando sensaciones que nunca había conocido.

Jimin soltó un suave gemido, agarrándose fuerte a su hombro, la intensidad ardiente lo venció, su mano se deslizó por el lado de la cintura de Yoongi en línea recta por su trasero tonificado y musculoso.

Yoongi dejó escapar un aullido cada vez más intenso, sin dejar de besarlo, sus respiraciones llenaron la habitación y se hicieron más pesadas, sus besos cortaron el espacio abierto.

Su mano libre atravesó su flor y exploró sus partes húmedas e íntimas, pero aún no era suficiente para que Jimin lo acogiera. Empujó uno, dos dedos. Sus dedos se deslizaban para explorarlo, los músculos de Jimin se tensaron a su alrededor y dejó escapar más fluidos viscosos.

Yoongi llenó su boca con los picos, mientras sus dedos golpeaban su flor carnosa, Jimin se curvó hacia atrás y gimió, cada movimiento lo conducía a un mayor placer.

"¡Aaah!"

Su jugo de amor fue suficiente para mojar su pasaje cavernoso y filtrarse hacia el exterior.

"Sube encima de mí."

Yoongi lo agarró de las caderas y lo llevó a su centro, su trasero bajó y lentamente se tragó la mitad de su miembro.

Jimin sacudió su cabeza y tembló, tal vez debido a la posición, se sentía más grande que de costumbre y más difícil de introducir, era como una tarea imposible.

"Ah... yo... no creo que yo... haaa... pueda..."

Cuando Jimin intentó alejarse, Yoongi lo agarró por el trasero y movió su propia cadera hacia arriba, golpeando su virilidad dentro de sus carnosas entrañas.