Alex Potter💔

5. El mundial de Quidditch

Eran las seis de la mañana. Sí, las putas seis de la mañana.
Nos levantamos, nos vestimos y desayunamos (gracias a Dios, porque si no bebo café no soy persona) ; después, nos fuimos a buscar no sé que para poder a los mundiales de quiddich. No entiendo como la gente podía ir tan alegre, con tanta energía. No sé, sabes eran las seis de la mañana y yo todavía no era persona. La única persona que parecía seguir dormido, como yo, era Ron. Lo cuál agradecí.

Después de andar durante media hora nos encontramos a un tal Amos Diggory y a su hijo Cedric. Para que mentiros Cedric estaba bueno, pero no era mi tipo.
Ginny me miró con cara de "mira pa ti", y yo me quedé en plan "en tus sueños, guapa". A ver, no me juzguéis, que el chaval estaba bien y tal, pero no.
Su padre se puso a hablar con Harry. Joder, tiene que hablar todo el puto mundo con él. No no estoy celosa, antes de que digáis nada.
Pasé por el medio de los dos, arruinado su conversación.
Al final llegamos a donde una bota, la agarramos y llegamos a un campamento. Donde iba a tener lugar la final.

Montaron la tienda y mientras estuvimos dando una vuelta por los alrededores ; como no, todo el mundo saludaba a Harry. Yo me sentía como un bicho raro, como que ese no fuese mi sitio.
George se dio cuenta y me dijo de hacerle una broma a Ron. Me dio una araña de juguete, y yo solo tuve que hacerla "volar. Al segundo estaba Ron chillando literalmente.

Cuando volvimos a la tienda y entramos; joder, era gigante. Parecía la puta casa de la Kardashian, eso sí, sin menos lujos. Pero vamos, era enorme.
Cogimos las cosas y fuimos al estadio. Yo me cogí los cascos, y me puse a escuchar mi playlist porque honestamente, me daba exactamente igual el quiddich.

Llegamos, pasamos por seguridad y empezamos a subir escaleras. Subimos y subimos y subimos...
Hasta que de repente se pararon. Yo me quedé en plan que estaba pasando, pues al llevar los cascos no me enteraba ni del clima. Levante la mirada y vi a un chico rubio, que joder como estaba. Estaba buenísimo, dios. Harry estaba discutiendo, con el que supuse que era su padre. Yo estaba allí como si nada hasta que me metieron en la conversación.
- ¿Qué pasa Arthur, habéis tenido otra hija y nadie se había enterado? - dijo el Señor Malfoy haciendo alusión a mi pelo. Después se rio de su propia gracia.
- Es mi hermana. - dijo Harry visiblemente afectado por el comentario.
Ron me empujó hacia delante, yo me quite los cascos y dije:
- Como me vuelvas a tocar, te juro que te arrancó las manos. - Me miro asustado, más bien como pensando que no sería capaz. - Y no me mires así que soy capaz. Así que no tientes a la suerte.
Harry al ver mi reacción se puso a disculparse por mi reacción, por lo que yo solté :
- Que no es mi culpa que sea gilipollas. Vamos a ver, que si el chaval es retrasado que quieres que haga.
-¿Por qué eres tan narcisista?- me pregunto Ron.
Yo simplemente me limite a reír y a rodar los ojos.
Ya me estaba hartando un poco. Así que coji y me fui, eso sí no sin antes decir:
- Mira Ron, cuando llegues a arriba te tiras. Y así - me reí - bueno, ya sabes. - E hice un gesto de que se moría.
Y me fui. Juraría que vi al chaval, que resultó que se llamaba Draco, asistiendo para sí mismo. Odio admitirlo pero sentí como mariposas en el estómago. Dios que cursi. Pero es verdad. Yo también tendré derecho a pillarme de alguien, aunque ese alguien sea el peor enemigo de mi queridisimo hermano.

Cuando llegue a donde estaban los asientos, me senté, puse la música a tope y me olvidé de todo.
Todo el mundo gritaba, pues la final estaba emocionantisima (sarcasmo). Yo lo ignore, ni siquiera quería estar allí. Lo único que hice fue escuchar música y comer doritos picantes. Según Harry soy adicta, pero el que sabrá.
Un par de veces pille a Draco mirándome a lo lejos (gritito interno).

Después del partido, no se que cojones pasó que todo el mundo salió corriendo. Yo no sabía que pasaba, así que podía hacer dos cosas: uno, salir corriendo asustada;o dos, hacer como si nada pasara y hacerme la heroína. Obviamente elegí la segunda opción. Eso de salir corriendo no va conmigo. Daña mi orgullo. Y mi orgullo lo es todo (eso que os quede claro para el resto). Estaba con los chicos cuando de repente apareció una calavera con una serpiente en el cielo.
Tiempo después, llegó el señor Weasley con otro señor el cual se puso a interrogar a mi hermano. Al segundo vino a mi y me dijo lo mismo. Que si yo había conjurado la marca tenebrosa, o que se yo que. Según él no se fiaba de mi. La verdad, ni yo me fiaría de mí. Pero yo no fui;ni siquiera se usar la varita.
- Los mortifagos han vuelto - dijo