Capítulo 1

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"Nunca cambiarás ¿verdad?"

POV Mia

-Me haces sentir de una manera tan única-me acurruqué más cerca de su pecho.

-Es increíble estar enamorada ¿no?-pregunto ella abrazándome fuerte.

Su cuerpo desnudo se sentía tan bien contra el mío.

-Es algo mágico. Te amo Roberta-besé su mejilla.

-Y yo te amo a ti-tomo mi cara suavemente y inició un dulce beso.

El beso se hizo más intenso. Nuestras lenguas conectaron y sus manos viajaron por mi cuerpo. De un momento al otro ella se puso sobre mi. La punta de su miembro hizo contacto con mi centro. Lo tome con mi mano y a ciegas lo guié a mi entrada. Sentí su punta rozar mi entrada y...

-¡Mia! ¿¡Hello!?

Abrí los ojos de golpe.

-¿¡Que!?-exclame un poco asustada.

Miré al mi alrededor. Estaba en mi habitación.

-¡Ya va empezar la primera clase! Te he estado llamando por 15 minutos y aún no te levantas.

-¡Vico! ¡Estaba teniendo un buen sueño!-me queje.

-¿De que?

Me sonroje.

-¡Cochina! ¿Con quien?

Yo solo negué con la cabeza y me pare de la cama.

-¿No me dirás?-pregunto fingiendo que estaba ofendida.

Negué mientras subí las escaleras.

Me metí al baño, me desnudé y me metí a la ducha. Estaba caliente, muy caliente y necesitaba una ducha fría.

La imagen de mi ex novia encima de mi me hace muy caliente. No me molestaría tener un par de polvos con ella.

Ella aún ha sido mi única pareja sexual. Ella me ha llevado al cielo y no creo que nadie me llegará a complacer como ella. Tal vez solo digo eso porque no he tenido más experiencia pero siendo sincera no quiero estar con otra persona. Solo Roberta. Me sentí muy cómoda al entregarme a ella y no me arrepiento. Ella me lo hizo muy bien. Demasiado rico. Amaba cuando me hacía el amor. Me enamore de su cuerpo hermoso, sus movimientos, sus caricias, su boca y sus besos.

¡Ay Mia! ¡Deja de pensar en ella! ¡La odias, punto!

Ahora me estaba enojando.

Salí de la ducha, me seque y salí a buscar mi uniforme. Ya con el uniforme puesto, me senté para maquillarme. Abrí mi gaveta para sacar una esponja de maquillaje encontrándome con un cuadro de Roberta. Era un cuadro con su foto escolar.

No se porque aún la guardaba. Es una estúpida, la debo odiar. No me cabe en la cabeza como ella pudo tronar conmigo, ¡conmigo! ¡Yo! ¡Mia Colucci!

Cerré la gaveta con fuerza, termine de maquillarme y salí hacia el salón. Claro con mi suerte me tuve que encontrar con Roberta y su grupito de raros.

Rodé los ojos.

-Uy que actitud tienes hoy Barbie-hablo ella apoyándose contra la pared.

-Cállate Reverte que no estoy de humor.

-Siempre me ha gustado que fueras una fiera-se cruzo de brazos.

-¿No debes estar en algún lugar recogiendo sobras?-me acerque a ella.

Entre Amor y Caprichos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora