Capítulo 37

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"¡Eres una mentirosa!

POV Narradora

La mañana después

Después de una noche de cervezas y risas los chicos se encontraban sufriendo la cruda.

Algunos aún se encontraban en la playa y otros lograron llegar a sus cuartos. Despertaban sobre la arena fría o despertaban entre sabanas.

Los que despertaban en la playa miraban a su alrededor viendo con quien se encontraban. Roberta en otra mano despertaba en un cuarto desconocido.

Las cobijas se sentían diferente sobre su piel. Alzó la cobija un poco y vio que se encontraba en ropa interior. Se rascó la cabeza analizando el lugar y vio esa camisa de azul celeste en una esquina del cuarto.

Se enderezó en la cama y vio que la luz del baño estaba encendida. La puerta se abrió revelando a Jana cepillándose los dientes vestida en solo una camisa larga.

-No me digas-dijo Roberta con miedo.

-¿Que?-preguntó Jana confundida.

Roberta solo miró hacia la sábanas luego de nuevo a Jana.

-¡Oh!-cayó en cuenta.

Pensó en mentirle por un momento.

-No, no pasó nada-se sinceró.

-Entonces, ¿por qué estoy así?-refiriéndose en la forma que estaba vestida.

-Bueno tu y el alcohol no son una buena mezcla.

-No me digas que hice algo vergonzoso.

Jana se rió.

-No, nada al menos que tu lo clasifiques vergonzoso...

Flashback

Jana se encontraba paseando por su área en el Vacance. No tenía destino ni nada en mente, solo observaba y disfrutaba de su alrededor.

Iba seguir su camino cuando vio algo que captó su atención. Algo rojo sobre una silla de la piscina, algo casi sobre el piso.

Caminó en dirección de ese rojo brillante ahora viendo un cuerpo tirado sobre la silla.

-¿Roberta?-preguntó acercándose al ver quien estaba sobre la silla.

Roberta no le contestó.

Jana pudo oler el alcohol que venía del cuerpo de Roberta.

-Roberta-la movió pero no hubo respuesta.

Estaba respirando, eso era obvio.

Jana tocó la mano de Roberta la cual estaba demasiada fría. Roberta era víctima del viento de la noche.

Jana miró a su alrededor. Roberta veía de la playa, su ropa estaba cubierta de arena. De milagro llego cerca de los cuartos.

Jana miró a la piscina luego miró a Roberta.

Esto pudo haber sido mucho peor.

-Okay, vamos Roberta-dijo Jana comenzado a levantar a la pelirroja.

Puso a Roberta de pie y casi se caen por el peso.

-¡Como pesas Roberta!-exclamó Jana.

Comenzó a caminar con Roberta y fue hacia el cuarto de la pelirroja lo cual estaba cerrado y esta no tenía la llave.

Suspiró y comenzó el camino hacia su propio cuarto.

Entre Amor y Caprichos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora