Capítulo 31

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Odiamos a la Jana ¿no? Pues tal vez la odiaran un poco más...

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"Que Fue Del Amor"

POV Roberta

-Roberta-oí a través de mi puerta.

No conteste.

-Roberta, se que estás ahí-volvió a hablar.

-No quiero hablar ahora Jana-dije.

-Ya van casi dos días desde que no quieres hablar.

Suspiré.

Era cierto. La he estado evadiendo todo el fin de semana. Y no solo a ella sino que a todos.

Salía de mi cuarto para comer y practicar, nada más.

Oí la puerta abrirse y cerrarse para luego ser seguido por unos pasos.

Me volteé en la cama para mirar a la pared.

-Esta no eres tú Roberta-se acercó a la cama.

-De verdad no se que quieres de mi Jana.

-Quiero que vuelvas a esa Roberta que conozco.

-Esta es la Roberta de verdad.

-¿Una Roberta que se queda en su cuarto, en su cama con ganas de hacer nada?

-Mhm.

-Pues esta no es la Roberta que quiero-se sentó en mi cama.

Me removí un poco. Me sentía un poco rara teniéndola así de cerca porque de cintura para abajo estaba en ropa interior.

Ella se recostó a mi lado.

Me moví para mirarla.

-¿Que haces?

-Pues si no quieres hacer nada, no lo harás sola así que estoy haciéndote compañía.

Negué con una pequeña sonrisa.

-Bueno...

Cerré los ojos pero los volví a abrir cuando oí a Jana jadear.

-Ay Roberta mira como está tu pierna-habló preocupada.

Baje mi mirada ahora observando mi pierna la cual tenía un moretón enorme de una mezcla del color negro y azul.

-Ni me había dado cuenta-me encogí de hombros.

-¿Te duele?-preguntó pasando sus dedos suavemente por el golpe.

-Ahora que lo dices, si-dije ahora sintiendo punzadas en el lugar.

-¿Cual caída crees que fue?

-No se, me caí mucho y más con todas esas chicas empujándose contra mi a la misma vez.

-¿Quieres que te traiga algo para que se lo pongas?

-No creo que ayudará, pero gracias.

-Bueno nunca se sabe-dijo aún acariciando el golpe.

Seguí mirando al golpe y poniendo atención a su mano que se movía muy cerca de mi amigo.

Queda mencionar que el golpe era encima de mi muslo pero el golpe era tan grande que también llegaba hasta el interior.

No moví su mano ni la detuve.

Me sentía un poco culpable diciéndolo pero me gustaba su toque. Me gustaba mucho. Tal vez era porque no he tenido acción en tanto tiempo y por eso me gusta tanto o tal vez esto cayendo por ella.

Entre Amor y Caprichos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora