blue eyes | daiki aomine.

𝟎𝟎𝟗.

El sonido de los zapatos de Hoshi golpeando contra el metal de las escaleras hacía eco en la cabeza de Aomine que dormía en lo más alto de la azotea, pero esta vez no era su imaginación la que le estaba jugando una broma, aunque ella no viniera por las razones que él quisiera por lo menos venía.

—Aomine levántate, hoy tenemos el primer partido de la Inter-High.

—Recuerdo haber dicho que yo no voy a ir. Será un desperdicio de energía, o a menos que sean tan débiles para no vencerlos. . .

—No te necesitamos para jugar, es necesario que todo el equipo esté presente —lo interrumpió de manera brusca a lo cual él abrió sus ojos con sorpresa —. Tenemos buenos jugadores además de ti así que no te preocupes, tu presencia solo es necesaria para que el equipo salude. Puedes estar en la banca el primer cuarto y después puedes irte a donde te pegue la gana. Saldremos en quince minutos, no llegues tarde.

—Está bien —murmuró con molestia levantándose y siguiendo a la azabache.

Mientras que el rostro de la chica se mantenía inexpresivo, el de Aomine demostraba cierta molestia gracias a que no podía leer lo que pensaba la más pequeña ¿Estaba esperando que se disculpara? ¿O ya lo había olvidado? pero en ninguna acertaba, ella solo tenía la mente en blanco.

Caminaron hasta llegar al gimnasio donde estaban todos cambiándose y Momoi le entregaba los informes del equipo contrario a los que ya iban saliendo de los vestidores. Después de que Momoi le preguntara cómo había logrado convencer a su amigo de venir, subieron al transporte.

La presentación al equipo fue rápida al igual que el partido, habían ganado sin ningún esfuerzo y como Hoshi le había dicho, Aomine se fue después de el primer cuarto, además de que se le hacía aburrido no soportaba estar un segundo más con Hoshi sentado en la misma banca y se le hacia aun peor verla como si nada pasara como si él hubiera dejado de existir para ella.

Se le hacía molesto estar haciendo cualquier cosa y que ella se le viniera a la mente logrando que perdiera la concentración e incluso el ánimo, no es como que estuviera enamorado solo que es como estar enojado con un familiar cercano y verlo cada cinco minutos, es incomodo.

Él no podía enamorarse de ella y tenía claro el verdadero motivo y este no era el que la considerara como una hermana, ese era el motivo más estúpido para justificar la verdadera razón. Incluso cuando Hoshi había vuelto a su vida escribió el verdadero motivo en una de las hojas de su biografía, y de vez en cuando la leía para recordar el porque no debía enamorarse de Hoshi.

Al llegar a su casa simplemente se desplomó en el sillón, a las tres de la madrugada se despertara y se iría a dormir a su cama, no se molestaría en leer los mensajes o en quitarse el uniforme de deportes, solo quería descansar y no saber de nadie por el momento.

En cambio ella estudiaría y dejaría la ventana abierta para que el gato de su vecina entrara y dormirse después de hacerle un poco de cariño.

Al siguiente día hubo otro partido el cual también ganaron pero con algo de dificultad y como el partido era en la mañana todos tuvieron que volver a la preparatoria.

Hoshi e Imayoshi paseaban por los clubes revisando algunas cosas que les había pedido el presidente del consejo estudiantil, solo quedaban dos, y ese era el de dibujo y escalada. La azabache desconocía de la existencia del de escalada y el de dibujo lo conocía ya que ahí iba su querida Mizu.

—Wow. . . Que alto, ¿Imayoshi-sempai hace cuanto esto está aquí? Nunca lo había visto —comentó viendo la enorme muralla de escalada.