—Hace años los ataques de ansiedad de Mochi-chan eran muy frecuentes, en especial en primer año. A veces tenía ataques de pánico pero no eran tan frecuentes. Por lo general se iba a esconder al baño o detrás de un árbol que había en Teiko, podía estar horas y horas escondida y nadie lo notaba, pero ella se había distanciado mucho de nosotros y no queríamos agobiarla con nuestra presencia —todos los del equipo escuchaban atentamente a las palabras de Momoi —. Cuando Ki-chan llegó él poco a poco se fue integrando con ella. Creímos que el daño que Hoshi tenía era irreparable, y lo es, pero él solamente la ayudó a cargar su problema. Por eso Ki-chan es su favorito.
Momoi contaba mirando como Hoshi repartía besos por el rostro de Kise mientras estaban tirados en el suelo, hace unos segundos ella se había separado del equipo para saltar sobre el rubio.
Los días habían pasado rápido y Aomine con Hoshi seguían sin siquiera mirarse, incluso ya llegaba a ser incómodo para todos. Ni siquiera para el partido contra Seirin se habían hablado y ya empezaba a ser preocupante, los dos jóvenes ignoraban por completo la presencia del otro. Aunque Momoi intentó hacer que las cosas se arreglaran solo logró avivar más el fuego, siendo regañada por el moreno.
Todos sabían que si se hablaban sería para discutir, pero verlos ignorándose era mucho peor. Viendo como sus caminos se dividían en dos e ignorando el lazo con el que los había unido la vida, era como ver a una cuerda desgastada a punto de romperse.
Antes de entrar al gimnasio Hoshi le deseo buena suerte a Kise y susurrándole al oído que tenía que ganar. Aunque ella estuviera del otro lado de la banca, lo apoyaría igual, aunque debía tener claro que también apoyaría a su equipo.
Y sin hablarse otra vez el partido comenzó, cada quien iba por su lado y sin interrumpirse el uno al otro. Una simple mirada podría desconcentrarlo y no quería que eso pasara.
Hoshi daba vuelta el lápiz entre sus dedos con agilidad, mientras veía como el partido se desarrollaba y las habilidades de ambos solo iban en aumento, generándole una molestia en el pecho.
Ella a diferencia de Momoi no extrañaba sus tiempos en Teiko, tanto los buenos como los malos. Si algo había aprendido es que por mucho que extrañes las cosas, no van a volver, y si las sigues esperando con tantas ansias, te terminan lastimando.
Fue sacada de sus pensamientos cuando el parlante anunció un receso de diez minutos.
Hoshi solo escuchaba como el moreno fanfarroneaba sobre qué Kise no podría llegar a copiarlo. Antes de empezar a hablarle para ponerlo en su lugar prefirió salir y evitar una discusión.
Con cuidado palmeó su rostro con sus manos mojadas y se volvió a mirar al espejo; hoy traía su uniforme escolar impecable y unas leves ojeras se posaban bajo sus ojos, pero la gente se solía enfocar solo en el lindo color de sus ojos así que nadie lo notaría si tenía suerte.
El eco que formaba el sonido de sus zapatos escolares a través del pasillo se extendía hasta la sala de espera. Pudo divisar como Aomine se daba vuelta a mirarla, después de semanas volvían a mirarse así de fijo.
Ambos dejaron de mirarse cuando sintieron la punzada en el pecho, aquella punzada que indicaba que todo estaba a punto de empeorar.
Rumbo a tomar aire se encontró con el rubio que gustosamente aceptaría su compañía, sin dudarlo él la acompañó afuera para ubicarse en los barandales y conversar un poco.
—No es por nada pero. . . ¿Pasó algo entre tú y Aominecchi? —dijo mirando a la chica que se mantenía en silencio con la mirada perdida.
—¿Por qué crees eso? —murmuró luego de unos segundos.
—Tengo la impresión de que algo pasó. Y claro te conozco mejor que nadie, mejor dicho los conozco a los dos mejor que nadie. Tengo una teoría algo tonta pero no lo sé. . .
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blue eyes | daiki aomine.
Fanfiction愛 | 𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒. ❛ oh luna maldita me enamore de ti, en la forma en la que tus ojos reflejan las estrellas y cuando veo tu alma entiendo porque todos hablan de lo maravilloso que es el amor. ২ daiki aomine x oc. ২ en proceso. © no acepto copia...