—¡Hey, Daiki!La dulce voz de su amada hizo que levantara su cabeza y saliera de su burbuja, hace un momento solo era capaz de escuchar el sonido de las olas y el cantar de las gaviotas como si estuviera bajo el agua, mientras observaba al amor de su vida sonreír junto al lindo atardecer. Ahora el bramar de las olas era mucho más fuerte y los colores más vividos, todo parecía ser más hermoso.
Todo gracias a ella.
Ella sonrió haciendo que las mejillas de Daiki se tiñeran de un rojo casi indescriptible y su corazón martillara con fuerza contra su pecho. . . Siendo sincero nunca planeó enamorarse, pero con aquella inocente sonrisa fue imposible no hacerlo. Con aquellos vestidos largos que siempre usaba, con su lindo tono de piel y con sus preciosos ojos, lograban enamorarlo cada vez más.
—¿Acaso no vienes?
Él le devolvió la sonrisa justo antes de lanzar su teléfono a la arena sin preocupación alguna, aunque cayendo afortunadamente cerca de donde habían dejado sus cosas.
Sus pies descalzos abandonan poco a poco la calidad de la arena hasta que esta se iba volviendo más fría y más húmeda, hasta que sin notarlo el agua del mar ya le llegaba hasta debajo de las rodillas.
—Joder, esta fría. . .
—Solo hasta que te acostumbres —respondió ella ladeando su cabeza para mirarlo solo por un par de segundos antes de devolver su vista hacia el horizonte, esperando que los últimos rayos de sol se fueran.
—No hablaba del agua.
Dijo entre pequeñas risas recibiendo un pequeño y débil golpe en sus costillas que no le causó más que cosquillas, aunque para complacerla, como siempre lo hacía, hizo una mueca y chasqueó la lengua.
Ella sabia a la perfección que fingía, no era tonta, pero le encantaba saber que hacia algo tan tonto solo para que ella no hiciera un puchero. Además siempre que lo golpeaba solía dolerle más a ella.
—Hoshi. . .
—¿Mm? —tarareo sin quitar la vista del atardecer, sintiendo la mirada del moreno sobre ella.
—No. . . Nada. . . —respondió con una pequeña sonrisa mientras la miraba, a sus ojos ella era lo más hermoso del mundo y del universo.
Un suspiro acompañó el sonido de las suaves olas, mientras sus pies se enterraban poco a poco en la arena, junto a la sensación de que cada vez el mar los absorbía con la intención de no dejarlos irse nunca más, dejándolos prisioneros para siempre. La joven sabía lo que deseaba hablar su acompañante, solo que no se animaba a hablarlo ni mucho menos a hacerlo.
Hoshi soltó su vestido dejando que este se mojara y se apegará a sus piernas, ahora toda la parte debajo de sus rodillas estaba empapada. Solo para tomar entre sus gélidas manos las manos de su acompañante.
Y cuando los últimos segundos de sol estaban a punto de acabarse ella apretó sus manos con más fuerza y apoyó su cabeza en el brazo del moreno. Solo disfrutando de su compañía y la linda vista y el hermoso sentimiento inexplicable que brotaba en su pecho.
—Te quiero. . .
—Yo más. . .
Cuando la última palabra abandonó sus suaves labios, el sol terminó de esconderse, aunque el cielo aún conservaba sus colores que se reflejaban en el mar y los preciosos ojos de Hoshi y Daiki.
Con el espectáculo ya terminado, Hoshi se sentía lista para marcharse, había cumplido la meta del día así que podría irse tranquila y feliz hacia su casa con los lindos recuerdos de que pudo ver una de las puestas de sol más lindas junto a su querido Daiki.
Aunque él ni siquiera había pensado en marcharse, quería estar más tiempo con ella. El chapoteo del agua hizo que Hoshi levantara su cabeza para mirar a los ojos del moreno, llevándose una sorpresa cuando las grandes manos del contrario se posaron sobre su estrecha cintura.
Tomándola de la cintura entre sus dos manos, la levantó como si se tratara de una pluma, pues levantar su peso nunca había sido un problema. Hoshi puso sus manos en los hombros de Aomine buscando darse más soporte y que él no tuviera que cargar solo con su peso.
—¿Qué crees que haces?
—Nada. . . Sabes, creo que se me olvida algo. . .
—¿Ah sí? ¿Qué cosa?
—No sé, no lo recuerdo. . .
Ambos se rieron un poco y Hoshi rodó los ojos suspirando. Para cuando las risas cesaron ella solo curvo sus labios en una pequeña y sincera sonrisa, admirando el precioso color azul de los ojos del moreno. Sus miradas se enganchaban sin ser capaces de despegarse, el sentimiento que les generaba mirarse a los ojos era indescriptible, ni con miles de palabras podrían ser capaces de explicarlos.
Ella pasó los brazos por el cuello del moreno y las piernas por su cintura, para luego unir sus frentes y cerrar los ojos, necesitaba sentirlo, necesitaba confirmar si era real, porque todo era demasiado perfecto para serlo.
La posibilidad de que alguien conectara como ellos era una en un billón.
El famoso mito de las almas gemelas se ha vuelto tan famoso, que la gente ya ni siquiera lo reconoce como un mito, sino más bien como una realidad. Aunque igual cierto porcentaje de la población prefiere no creer en eso, aquellas personas que se cierran al amor por miedo o simplemente porque no es de su interés o porque aún no se consideran preparadas para sentir un sentimiento tan grande como el amor, pero a veces sin notarlo ya están involucradas en él.
Todo esto viene de tiempos inmemorables, donde el ser humano desea llenar el vacío que tenemos dentro y qué mejor que hacerlo con una persona, con alguien que nos acompañe hasta que nuestro cabello se ponga blanco y nuestras manos arrugadas. Con el propósito de mantener a alguien a nuestro lado se han creado miles de teorías, leyendas y mitos sobre las almas gemelas, relatando en la gran mayoría como estas estuvieron juntas en un principio y separadas por algún motivo donde estas solos desean volver a encontrarse.
¿Pero si nunca se volvieran a encontrar?
O peor aún. . . Si su tiempo fuera demasiado corto.
¿Cuánto tardarían en volver a encontrarse?
—Ahora lo recuerdo. . . Ese día quería sacarte una foto. . .
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leve contenido sexual.Cualquier cometario ofensivo será eliminado.
Queda completamente prohibido el plagio o
adaptación de mi fanfic o publicarlo en otras
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de mi imaginación y mi esfuerzo, así que en
cualquier caso de que alguien quiera traducirlo o
llevarlo a otra red, debe hablarlo personalmente
conmigo.
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blue eyes | daiki aomine.
Fanfiction愛 | 𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒. ❛ oh luna maldita me enamore de ti, en la forma en la que tus ojos reflejan las estrellas y cuando veo tu alma entiendo porque todos hablan de lo maravilloso que es el amor. ২ daiki aomine x oc. ২ en proceso. © no acepto copia...