blue eyes | daiki aomine.

𝟎𝟏𝟎.

—¡Midorin! ¡Tanto tiempo! ¡¿Ganaste, perdiste?! ¡Vamos, dinos! —gritaron las dos muchachas a través de línea —. Nos corto. . .

—A ver, entréguenme eso —ordeno el moreno arrebatándole el celular a las chicas.

Ellas lo miraban inflando sus mejillas, eran tan iguales y diferentes al mismo tiempo que daba miedo.

Cuando Aomine terminó de hablar por teléfono las dos chicas se colgaron en su brazo para despedirse de Midorima.

— ¡Midorin! ¡Perdon por molestarte cuando estas triste! ¡Anímate!

— Ya cállense ustedes dos —dijo molesto cortando por fin el teléfono.

      La risa de las chicas hacia eco entre las paredes de la piscina, ambas iban caminando hasta donde se encontraba su viejo compañero, Momoi le pidió a la azabache que por favor la acompañara y además le serviría para conocer al nuevo as de Seirin, lo habían investigado con fines para la liga del campeonato, pero Hoshi quería conocerlo personalmente.

— ¡Ay que lindo perrito! —dicen las dos al unísono alertando a todo el equipo de Seirin su llegada.

Todos las miran de pies a cabeza a las dos chicas y para algunos es imposible no demostrar su interés.

— Momoi-san y Mochizuki-san. . .

— ¿Quiénes son ustedes?

— Esto. . . ¿Cómo debería decirlo? Soy la novia de Tetsu-kun, no pudimos esperar hasta la liga de campeonato y vinimos a verlo.

— Y yo soy su cuñada —dice Hoshi imitando la pose de Momoi, son casi como un espejo.

El equipo se abalanza sobre Kuroko pidiéndole una explicación, y este niega inmediatamente diciendo que eran sus managers en Teiko y que ellas no son hermanas, son solo amigas.

— ¡Tetsu-kun te queríamos ver! —las dos chicas se vuelven a abalanzar sobre Kuroko mientras los demás los observan.

El chico ni parece inmutarse por tenerlas encima solo diciendo "me lastiman" y tampoco parece sorprendido por la sincronía de ellas, aunque para él era normal verlo durante sus días en Teiko, ellas eran tan unidas pero por dentro esta bastante sorprendido de verlas juntas, después de la pelea el día de su graduación tenia entendido que Hoshi se había ido a otra preparatoria y había cortado lazos con toda la generación milagrosa, incluso hasta con Kise, siendo que eran demasiado cercanos.

Kagami mira como Hoshi golpea a la peli-rosa por los comentarios a su entrenadora diciéndole que ese comentario esta fuera de lugar, no puede evitar detallar su cuerpo; lleva un traje de baño negro resaltando su hermosa piel pálida donde resaltan aun más sus hematomas, en total hay solo tres uno es pequeño en la parte de atrás de su muslo, casi llegando a su trasero, otro en su espalda superior y otro por sus costillas.

Hoshi había salido a caminar por mientras su amiga hablaba con Kuroko, habían acordado juntarse en media hora en la parada de autobuses, algo en ella le decía que debía ir por la parte de la cancha, casi era como un radar.

— Aomine-san. . . Deje de estar molestando a Kagami-kun.

Ambos se dieron vuelta a mirarla, el pelirrojo se mantenía sorprendido por el semblante de la ojiazul, un escalofrió recorrió su columna era como estar parado frente a un iceberg. Aomine solo chasqueo la lengua y rodo los ojos caminando hacia ella.

— Lo lamento Kagami-kun, a veces puede ser un poco impulsivo.

— Hoshi deja de disculparte, este no es asunto tuyo —dijo apoyándose en la reja de manera violenta.

Hoshi se despidió con la mano del otro chico y este hizo lo mismo observando como los dos se marchaban, pudo darse cuenta de Aomine iba detrás de ella como un cachorro regañado, mejor dicho como un perro rabioso que le hicieron cariño por primera vez.

Los dos caminaban en silencio, bueno él la seguía por alguna razón y ella no le decía nada al respecto aunque la verdad es que no quería dirigirle la palabra, después de todo la herida en su corazón aun estaba abierta y él era el único capaz de cerrarla.

— ¿Por que sabes el nombre de Kagami?

— Por que es mi trabajo ¿Eso importa?

— No.

— Lo suponía.

— ¡¿Por que todo lo que digo parece molestarte?! — dijo tomándola del brazo para que ella se diera vuelta, ambos tenían sus cejas fruncidas en señal de que esta situación no les gustaba a ninguno.

— ¡Por que molesta! ¡Eres molesto! ¡El simple hecho que respires cerca mío me molesta! —claro a todos nos causa molestia que nos estén lastimando. . .

— ¡¿Entonces por que estas cerca mío?!

— ¡Por que tu me estas siguiendo!

La gente que pasaba por su alrededor los empezaba a mirar y el labio de Hoshi empezaba a temblar, debía volver al semblante serio de siempre o terminaría por explotar y terminar diciéndole todo a Aomine entre lagrimas.

Ambos se quedaron callados mirándose a los ojos, sus expresiones se relajaron y él la soltó poco a poco para que cada uno siguiera con su camino, aunque uno espera que se vuelvan a encontrar.

      Hoshi miraba su celular mientras se dirigía al entrenamiento, desde la competencia que habían tenido con Mizu no le había mandando ningún meme, incluso hasta la evitaba un poco. No quería ser insistente, tal vez solo quería un poco de espacio y cuando ella estuviera lista le hablaría.

— Buenos. . . ¡Wakamatsu-sempai! —la chica al abrir la puerta vio al rubio tirado en el suelo y corrió para luego tirarse de rodillas frente a él.

— No te preocupes Mochizuki-san. . . Fue solo un golpe.

No tenía que pensar mucho para averiguar lo que había pasado, Aomine era el único capaz de golpear a un sempai, además de que todos los estuvieran mirando lo confirmaba y para recalcar Aomine nunca iba a los entrenamientos así que si estaba aquí ya era una mala señal.

La mueca de que Aomine formaba en su rostro no tenía precio, sus cejas fruncidas y sus labios por igual, si hubiera sabido que Wakamatsu hubiera recibido los consuelos y caricias de Hoshi le hubiera pegado aún más fuerte, ¡¿Tan difícil era que ella se comportara con él así otra vez?! Quería estar en el lugar del rubio ahora, recibiendo las cálidas caricias de la muchacha y aquella dulce mirada que parecía curar todas las enfermedades.

— ¡¿Quien mierda te crees?! ¡Wakamatsu es tu superior y merece respeto! —dijo ella mirándolo desde abajo, se notaba molesta, sus mejillas estaban rojas por la rabia y sus ojos querían lagrimear por lo mismo.

¡¿Acaso lo único que podían hacer es pelear?!

— Hoshi yo—

— ¿Tu, que? Realmente eres molesto, si no quieres venir a entrenar ¡perfecto! pero no nos estorbes a quienes si nos esforzamos. Sabes ni siquiera ya me molestas, porque eso era antes, ahora ya ni siquiera sé si sentir vergüenza por ti —estaba tan molesta que ya no controlaba sus palabras, buscaba darle donde más le doliera al contrario. Claro y Aomine solo sabía defenderse de una sola forma, hiriéndola.

— ¡Y tú qué! ¡Ya ni siquiera te considero como una hermana! ¡Porque tu a mi me das!—

— Aomine largo de aquí, ahora, largo antes que llame al entrenador y te suspenda —interrumpió Imayoshi antes que terminara diciendo algo de lo que se arrepintiera aún más.

El sonido del pobre y lastimado corazón de Hoshi quebrarse pareció hacer eco por las paredes del gimnasio pensando 'yo de verdad no quería decir eso'. La gente dice las cosas sin pensar cuando está molesta, pero de verdad ahora la había cagado por completo.

— Pequeña, lo lamento —ella lo interrumpió agarrando su brazo.

— No se preocupe Imayoshi-sempai, siempre peleamos así —mintió con su sonrisa dulce.