13༄Dos promesas

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Por lo que restó de aquel día nadie hizo un esfuerzo por reanudar el ambiente agradable y hogareño.

Bowen huyó al encuentro con Xuan Lu, verla tan relajada pudo poner un poco de calma en el alterado ser de Bowen.
Ambos salieron de la mansión y se dirigieron al automóvil abandonado en la gran extensión automovilística.
Todo seguía en orden dentro de este. Solo un viaje fue necesario para retirar todas las compras del automóvil, después de todo, las provisiones que había comprado solo los abastecían por tres o cuatro días.

Xuan Lu arrugó el rostro al darse cuenta que tendría que ir mínimamente dos veces por semana al pueblo para poder abastecer la alacena nuevamente, no estaba segura que Xiao Zhan cambiara de opinión en no querer ir al pueblo.

¿Entonces tendría que dejar a su A-Zhan medio día en completa soledad dos veces por semana?

No le gustaba para nada la idea, aunque Xuan Lu sabía que Xiao Zhan era muy capaz de cuidarse, pero aún fallaba en saber cuáles eran sus límites.

Xuan Lu se preocupó.

Bowen por su parte observó con un poco de desilusión la puerta cerrada de la habitación de Xiao Zhan. Torció los labios al darse cuenta que probablemente hoy no podría entablar una conversación con el pelinegro.

Lo mejor sería aprovechar lo que le restaba del día.
Buscó a Xuan Lu y se despidió alegando que tenía que organizar un poco las cosas en su propia casa.
Xuan Lu se avergonzó al no haberse dado cuenta antes de que Bowen también tenía responsabilidades ya sea con su madre o en su propia casa.

Cuando Bowen estuvo listo para partir, Xuan Lu atravesó velozmente hacia la cocina y regreso con una gran bolsa de papel abastecida de un pedazo de pastel "Para tu mamá" dijo ella con una reluciente sonrisa.

Bowen agradeció y se marchó, subió a su automóvil y puso el pesado sobre de papel en el asiento del copiloto, resultó ser que Xuan Lu no le había dado una rebanada de pastel, ¡Más bien le había metido medio pastel en la bolsa!

Con una risa divertida, puso en marcha el automóvil anticipando todas las buenas cosas que le contaría a su madre sobre la pequeña familia que habitaba la otra mansión al costado del mar. E incluso podría contarle sobre aquel maravilloso pelinegro tan puro como la luz de la luna.

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Xiao Zhan resopló de aburrimiento, no tenía ganas de hacer alguna cosa, sin ganas de caminar, sin ganas de dormir y sin ganas de realizar alguna actividad física.
En su mente trató de encontrar alguna actividad para no sucumbir al aburrimiento, pero por más que trato, no halló respuesta.

Bueno, un día perdido después de todo no le haría daño...

Rodó por la extensión de su suave cama por unos segundos para después decidir quitarse las férulas y descansar un rato. Así que simplemente elevó la vista...

No grites

Xiao Zhan posicionó amabas manos sobre sus labios abiertos, su expresión de sorpresa atascada en su garganta seguida de una fuerte exhalación retenía entre sus manos.
No había nadie en su campo de visión, pero era más que seguro que había escuchado una voz fuerte y clara a sus espaldas.
El miedo lo alentó a meterse entre sus mantas y cubrir su cabeza con esta, después de todo era un método que le funcionó bastante bien cuando niño para protegerse de los "fantasmas"

No me ignores

Ahora si Xiao Zhan estaba más que seguro que lo que escuchó no era una simple alucinación suya, así que con renuncia giró la cabeza.

Un pequeño niño se hayaba cómodamente sentado sobre uno de los bancos de la habitación, sus cabellos un poco rizados y sus mejillas abultadas le daban una apariencia tierna.
Tal vez en otra ocasión Xiao Zhan hubiera querido aplastar sus mejillas con los dedos, pero al ver aquella expresión tan dura en el rostro del pequeño niño, fue casi imposible pensar en que esté niño era "tierno"

༄ིRáscarme La Orejita༄  (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora